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ISSN 1989-4163

NUMERO 55 - SEPTIEMBRE 2014

La Bahía de los Misterios

Francisco Marín

Autor: Roberto Ampuero. Plaza Janés (2014). 336 páginas. 18,90 €.

“La cabeza del profesor Joseph Pembroke, más conocido como Joe Pembroke en el Voltaire College de Chicago, rodó dejando una estela de sangre sobre la escalera de hormigón del cerro Concepción, en el Puerto de Valparaíso. Pasó luego junto al quiosco donde colgaban los periódicos de la tarde de verano y se detuvo de golpe, como frenada por un mecanismo interno, en medio de la concurrida calle Esmeralda”.

 

Este es el comienzo de la historia... un comienzo que, por lo menos, incita a seguir leyendo. Una lectura que engancha y que es muy difícil de abandonar. Cuando acabamos la lectura una pregunta, como mínimo, nos asalta:

 

¿Es posible que las disputas académicas entre profesores y doctores puedan llevar al asesinato?

 

Bahía de los misterios ... el título, tengo que confesar, despista. Esperamos encontrar algo totalmente distinto a lo que nos golpea en pleno rostro... Un auténtico debate sobre el descubrimiento de América; un debate por el que durante muchos años más de una persona ha muerto... ¿Se puede llegar tan lejos, por mantener unas tesis...? Pienso que es exagerado, pero... al leer la novela (la bautizamos como histórica/policíaca/negra) comprendemos muchas cuestiones.

Pero ¿quién mató de una forma tan, tan (cómo diría un chileno) cuática a Joe Pembroke? Esta es la pregunta que su viuda le hace a Cayetano Brulé, amen de encargarle la resolución del caso. La investigación lleva a Cayetano a visitar distintas ciudades del mundo: Ciudad de México, Nueva Orleáns, Chicago, Cádiz, Pyongyang (Corea del Norte) y Galway (Irlanda). Mezclándose al mismo tiempo con distintas bandas y mafias varias. Los descubrimientos son sorprendentes, como sorprendentes son los paseos gastronómicos (incluidos licores, vinos y cafés). Viajamos de la mano de una auténtica guía de viaje.

Entre otros atractivos, de la mano de Roberto Ampuero, conocemos la ciudad de Valparaíso, conocemos sus empinadas calles, sus restaurantes y su cocina... perfecto.

Entre las distintas tesis manejadas (oficiales y extraoficiales) la mayoría apuntan a que Cristóbal Colón no fue el “descubridor de América”, por eso la versión oficial tenía una forma muy “sui géneris” de mantener la historia... quemando documentos en contra y, al parecer, asesinando a quién seguía y podría demostrar lo contrario.

En su viaje a lo largo de la investigación, Cayetano recala en Coyoacán (México) y visita un restaurante con un nombre que dice mucho “La Utopía Estofada” cuyo dueño es chileno. Aquí el autor hace guiños a la historia de Chile, a los revolucionarios en la época de Allende... página 201: El dueño del restaurante habla con el investigador y señalando a dos clientes dice ... « Ambos son de Valparaíso y eran revolucionarios en la época de Allende. Ahora uno es coleccionista de arte y posa de cineasta; el otro es embajador con aspiraciones literarias (calcaíto a Roberto Ampuero) cualquier día se apituta como ministro. Se olvidaron de su pasado rebelde, visten con la elegancia que les ve, se hospedan en hoteles cinco estrellas y disfrutan de contactos privilegiados en México ».

En este viaje por la historia, en la página 202 (barro para casa) se nombra al marinero cartagenero (Cartagena de España) Juan Fernández... juzgado por el Santo Oficio de Lima por brujería... demostrándose a última hora su inocencia.

Dividido el libro en tres partes y un epílogo; un total de 66 capítulos cortos que de leen con mucho interés, una prosa rica de ricos matices y un vocabulario enriquecedor. En gran cantidad de momentos la boca se nos hace agua y el apetito aflora. Lectura más que recomendada; tensión e interés asegurados hasta la última palabra.

 

Roberto Ampuero es uno de los escritores chilenos más reconocidos y traducidos. Ha vivido gran parte de su vida en Cuba, Alemania, Suecis, Estados Unidos y México.

Entre las distinciones que ha recibido figuran: en 1993, Premio Revista de Libros de El Mercurio por ¿Quién mató a Cristián Kustermann? , en 2006, Mejor novela iberoamericana publicada durante el año en China por Pasiones griegas, otorgado por la Editorial Popular Nacional y la Asociación de Hispanistas de China, y en 2010, Mejores diez novelas publicadas en alemán por El caso Neruda (revista Buchkultur ).

Su obra ha sido traducida al alemán, checo, francés, inglés, italiano, mandarín, portugués, griego, turco y croata. Es profesor de la Universidad de Iowa (Estados Unidos) y columnista de El Mercurio. Entre 2011 y 2013 ocupó el cargo de embajador de Chile en México y fue Ministro de Cultura de Chile.

 

Roberto Ampuero nos hace un hueco en su agenda...

 

Díganos porqué se debe de leer Bahía de los misterios.

En el marco de una novela de corte policial moderna invita a una interpretación alternativa de la historia de nuestro continente en torno a 1492. Es una invitación que combina realidad histórica y ficción. Después de leerla –y disculpe que repita aquí a un lector- “uno nunca más puede volver a imaginar el año 1492 de la forma en que lo hacía”.

 

Creo que esta es la séptima novela con Cayetano Brulé como protagonista. ¿Desde un principio tenía claro en realizar una serie con él o ha salido sin más?

Efectivamente. Su primera novela nació sin que yo sospechara que Cayetano Brulé iba a tener larga vida, muchos fieles lectores y traducciones a más de una docena de idiomas. Y creo que goza aun de buena vida, al menos me sobrevivirá a mí.

 

Los lugares por donde deambula Cayetano en la novela ¿están escogidos aleatoriamente o tienen un significado, cada uno de ellos?

Los espacios en mis novelas son personajes. Yo escribo novela con la visión de un camarógrafo. Para mí los espacios son esenciales, deben tener atmósfera, carácter y vida, olores, ruidos, colores y texturas. Ningún sitio en que se desarrollan mis novelas es aleatorio.

 

¿Qué pretende al poner negro sobre blanco las disquisiciones que, sobre el ¿¡descubrimiento!? de América, tantas veces se han planteado? ¿Cuanto hay de ficción y cuanto de realidad en la obra?

Esta visión que propone Bahía de los Misterios fusiona la historia que conocemos, y nos enseñan desde niños (en un comienzo nos la enseñaron los europeos y después los descendientes de europeos en nuestros países) con la historia que ha sido silenciada. La historia que conocemos se convierte en historia oficial en la realidad, y la que ha sido silenciada se convierte en mito, leyenda, enigma o fantasía. Bahía de los Misterios nos muestra una historia que tuvo lugar y nos ha sido escamoteada. Pero, ojo, ¡es una novela!

 

¿Cuál es la principal reflexión que quiere que los lectores analicen?

Que duden de las historias oficiales, y que sepan que detrás de cada historia narrada, hay centenares de relatos olvidados, reprimidos, censurados o “deleted”. Bahía de los Misterios trata de replantear la historia que no conocimos.

 

¿Qué licencias le permite la novela policíaca/negra que no le permite otro género?

La principal: poder contar con un personaje que –sea detective profesional o una persona que deviene investigador- explora la vida en busca de explicaciones. En una novela de corte policial, la tarea, el enigma, aparece pronto y exige una respuesta racional. Pero soy un convencido de que todos los seres humanos somos investigadores a lo largo de nuestra vida: ¿Por qué nacimos? ¿Por qué nos aman o no nos aman? ¿Por qué tenemos que morir? ¿Tiene sentido la vida?    

 

¿Escribió parte de esta novela siendo Ministro de Cultura? ¿Cómo vive la dicotomía político /escritor? ¿Cómo ve el escritor al político y el político al escritor?

Como ministro no hubo tiempo para escribir. Un ministro vive 24x7 sumergido en sus labores. Más aún un ministro del Presidente Sebastián Piñera. Esta novela estaba muy avanzada cuando asumí como ministro. Postergué mucho su lanzamiento y sólo le di la última corrección. Creo que el novelista es el más político de los artistas porque sus grandes temas son las pasiones humanas y el poder. Creo que un ministro no puede actuar literariamente, y que un novelista no puede escribir sus novelas desde su alma de político, porque literatura y política dialogan, pero corren sobre carriles muy diferentes. El novelista que confunde su novela con sus posiciones políticas, pierde credibilidad como novelista y pierde lectores.

 

¿Qué tienen los códices mayas para hacerlos desaparecer? ¿Cuál ha sido su base documental?

Hay una gran interrogante que nos deja la historia y que Bahía de los Misterios enfrenta: ¿Por qué los conquistadores destruyeron con tanta saña y urgencia los códices? Sobrevivieron, modificadas, muchas de las deidades de los pueblos originarios nuestros, pero qué mostraban los códices del México y Guatemala actuales que los españoles corrieron a hacer gigantescas piras y los quemaron con una obsesión y urgencia extremas? Bahía de los Misterios arriesga una respuesta.

 

¿Sabremos alguna vez, realmente, la verdad sobre el descubrimiento? ¿Las diversas teorías que aparecen en la novela son reales?

Eso lo aborda la novela y lo investiga Cayetano Brulé, y lo que la novela nos muestra es un paisaje infinito que se refleja en espejos.

 

Hay varias cosas, entre otras, que me ha llamado la atención al leer la novela: Prácticamente no hay página sin su componente musical. La presencia de licores y vinos con sus nombres y una obsesión casi patológica por el café. ¿Por qué tanta música, vinos, licores y café?

¿Quién, que está vivo y disfruta la vida en Occidente, no escucha música, no saborea la comida, el alcohol, y el café o el té? No me convencen las novelas con personajes abstractos que no comen ni beben ni hacen el amor, ni se agotan ni se sienten mal. Los personajes, como las personas, viven a través de sus gustos, sensibilidad, talento, preferencias y pasiones. Entre a cualquier café o restaurant, salga a cualquier calle latinoamericana y preste atención con todos los sentidos. Comprobará que la vida es rica en colores, olores, sonidos y texturas.

 

¿Qué significado tiene la frase (177) "La historia es una disciplina indiferente al dolor y la injusticia"?

La historia ideologizada arregla la historia, es maniquea, pero una visión histórica que intente cierta objetividad debe mostrar las cosas como fueron, según decían los románticos alemanes. La historia debe intentar ser un espejo de la memoria, no un cuadro adulterado o maquillado que sirve determinados intereses. Ese es el ideal de la escritura de la historia, que es un relato.

 

¿Quién es o fue Yemayá?

Gran diosa afrocubana, que protege desde siempre al detective Cayetano Brulé.

 

¿Cuáles son sus géneros y autores favoritos?

Ensayos político-sociales, historia contemporánea, novela europea contemporánea. Uf, son muchos, desde Séneca a Enrique Krauze o Neil Fergusson o Ana Appelbaum; desde Homero y Dante a Auster y von Schirach. Estoy alejado de la novela latinoamericana. He vivido cuarenta años de mi vida fuera de la región y por eso ella me atrae tanto, pero al mismo tiempo la visión cosmopolita me ayuda a interpretar mejor nuestro tiempo. Me interesa América Latina, pero no deja de inquietarme que seamos insignificantes como emprendedores, innovadores o inventores. Estamos en un sitio de vanguardia en música y arte, lo estuvimos en literatura, pero es preocupante que hayamos perdido relevancia en lo que es el diseño del mundo futuro. Ojo con eso, y con el rápido desarrollo de África. Estados Unidos, Europa y Asia están ya muy por delante nuestro.     

 

¿Qué está leyendo ahora mismo?  

A varios autores, como siempre: Layard sobre felicidad; Bartra sobre la crisis de la izquierda; Roth sobre el tema palestino-israelí, Appelbaum sobre la Guerra Fría.

 

Como lector que prefiere: ¿libro en papel o electrónico?

Prefiero una buena historia en un lenguaje que esté a su altura y me cause goce estético. Me gusta el papel y también soy feliz cuando subo al avión con mil libros en mi Kindle, y puedo leerlos agrandando la letra o en medio de la oscuridad.

 

¿Qué manías tiene a la hora de escribir?

Estar al menos en un segundo nivel, con al menos un piso entre la tierra y mi escritorio. Y ese espacio debe tener una ventana que mire a algún lado, sea ambiente urbano o rural.

 

Cuéntenos alguna curiosidad literaria personal que le haya ocurrido y no haya contado hasta ahora.

Bahía de los Misterios es una novela que ocurre en México principalmente. Justo cuando la estaba terminando y me decía que tendría que ir a México a corroborar ciertos espacios y códices, recibí el llamado del Presidente Sebastián Piñera preguntándome si estaba en condiciones de asumir nuestra embajada en el DF. Me sorprendió el carácter premonitorio de la literatura. Y le confieso que ya en el DF acudí a varios espacios que estaban en el manuscrito para ver si se ajustaban a la realidad. De pronto fui un ser humano de carne y hueso, con traje de embajador, que perseguía el derrotero de numerosos personajes hechos de palabras impresas.

 

Sus proyectos futuros ¿son?

Seguir escribiendo ficción y sobre los desafíos políticos de Chile y el continente, seguir dando conferencias, una de las cuales me lleva pronto, de nuevo, a Colombia.

 

 

 

 

 

 

La bahía de los misterios

 

 

 

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