Rogelio A. González (1959)
De cómo una mujer frígida y beata puede hacerle insoportable la vida a un hombre, de víboras y arpías, de hipócritas y santurrones, de puritanos y fariseos y de un crimen que podría haber sido perfecto, nos habla El esqueleto de la Señora Morales, del director mexicano Rogelio A. González, una corrosiva comedia macabra, inteligente y sarcástica como pocas.
Una Amparo Rivelles odiosa (a la que uno desearía estrangular con sus propias manos), un entrañable Arturo de Córdoba (ganándose de inmediato nuestra complicidad) y un magnífico elenco de actores secundarios encarnando histriónicamente los vicios de la sociedad, son los personajes que representan esta subversiva comedia negra, todo un clásico a reivindicar.
Aunque lo más sorprendente (para mí al menos) haya sido descubrir en los créditos que el filme está basado en un relato del gran Arthur Machen (otro de mis escritores de cabecera), en concreto El misterio de Islington, lo que le aporta un toque de interés añadido.