La Mujer de Negro
Vicente Muñoz
De cómo sin mucho presupuesto ni apenas efectos especiales, solamente con un buen guion y unas interpretaciones solventes, se puede hacer una excelente película de terror, da ejemplo este telefilme, La mujer de negro (The woman in black, 1989), de Herbert Wise, basado en la novela homónima de Susan Hill, que con un ritmo pausado y envolvente nos sumerge en una tenebrosa historia de espectros y aparecidos.
Dos o tres sustos tremendos, una puesta en escena sobria y convincente, y ese ambiente victoriano tan peculiar de las películas de fantasmas inglesas, como detenidas en el espacio y el tiempo, son más que suficientes para conseguir, sin aspavientos ni sensacionalismos, helarnos la sangre en las
venas.
Para mí, y pese a su escasez de recursos, muy superior al remake de James Watkins de 2012, tanto por el clima opresivo que logra recrear como por la calidez con que nos introduce en la trama, muy de andar por casa, que le otorga una credibilidad añadida.
La historia de espíritus, en suma, que a todos nos gustaría escuchar.
