Es el tiempo de arriar las banderas
Vuelven los cuarteles de invierno
aquellos que ya no esperaba
pero vienen victoriosos con sus capas
de silencio y soledad
Despliegan por el campo baldío
sus ropajes de derrota e incertidumbre
que lacera el alma, esa sustancia ininteligible
de unos 21 gramos que muchos ponen en duda
Es el tiempo de contemplar absortos
los paisajes devastados por la memoria
de las horas dichosas y los días idos
Observar en el almanaque de los días que no esperan
los perfiles más claros de las cosas
Esta sensación de cansancio que domina las horas
para desde ya no esperar casi nada
Casi todo mudable y baldío,
fiebre ilusoria de los días
Esta afirmación de camino incierto
que vuelve a dominar las jornadas
cuando no lo esperabas
Esta incertidumbre que arroja
a los brazos de la amiga soledad
que siempre aguarda
Decir "Te Quiero" es un verso
peligroso y traicionero
Confirmo la teoría del poeta Cebrián
Casi todo es mudable y resbaladizo
en los variables terrenos de los sentimientos
Flores hipócritas y cambiantes de hastío
que parten las almas en veredas truncadas
para los abrazos, los besos y las presencias ciertas