Angustia de Silencio
Vicente Muñoz
Cult Movies: Películas para la penumbra (Excodra, 2015).
Una de las películas más emblemáticas del giallo italiano y, sin duda, uno de los trabajos más destacados del director Lucio Fulci, maestro del horror y del gore, Angustia de silencio (1972) es un thriller truculento hasta límites insospechados, que reúne todas las constantes del género y al mismo tiempo aporta nuevos puntos de vista que lo enriquecen.
Como en todo giallo que se precie (aunque ambientado esta vez en un medio rural), la trama gira en torno a una serie de asesinatos de niños y a un grupo de sospechosos, de entre los cuales la policía debe desenmascarar al culpable. Los principales: una mujer fatal (Barbara Bouchet) que fuma marihuana y seduce a los adolescentes, una bruja gitana que practica la magia negra (impresionante Florinda Bolkan) y un cura santurrón con aspecto de pederasta.
Partiendo de estas premisas, Fulci construye un poderoso laberinto de pasiones, venganzas e intrigas, bajo un sol abrasador y un clima asfixiante, que conduce directamente al asesino y sorprende con un polémico desenlace.
Sólo por la tremenda secuencia del linchamiento de la bruja, Florinda Bolkan, en el cementerio del pueblo, de un poderío visual que apabulla, Angustia de silencio merece un puesto de honor en el giallo italiano. Pero también, y sobre todo, por la atmósfera enfermiza que Fulci consigue plasmar en imágenes, los psicodélicos zooms que se saca de la manga y las hiperbólicas interpretaciones de todos los personajes, estereotipos de las más bajas pasiones y vicios humanos.
Buon appetito.
Fragmento de la película