*En cursiva, versos de
Gertrúdis Gómez de Avellaneda
Yacía este Lobo fumando el veneno de las uvas,
mi llanto inconcluso llevaba lustros de silencio,
lo cual me iba disolviendo junto al humo tinto.
Me cruzó un joven mil veces desgraciado pero entero,
y me dijo:
"Deberías ir en busca de la Maga en el Agua,
no deberás mirarla a los ojos, ni a los senos, ni a la boca;
ella te enseñará el sortilegio que concluirá tu llanto.
Tu cariño te irá marcando el derrotero".
Atravesé los ríos de Burdeos
y los valles de La Coruña
(linderos con los granizos de Madrid
y los llantos de Camagüey)
hasta vestir a gritos las tormentas de Sevilla.
El quejido de un águila moribunda
o el siniestro canto de un ave nocturna me otorgó
la morada final de la educadora...
Al verla no la vi pero supe que aguardaba mi llegada,
pues tras un ademán de sus manos intuí estos versos:
"Del huracán espíritu potente..."
"Ni libre soy, ni la prisión me encierra... "
"Es la hora grata del feliz reposo..."*
En silencio caí de rodillas y concluí mi llanto.
Hoy desperté escribiendo estos versos en el agua.
A Gertrúdis Gómez de Avellaneda