Le he puesto Funeraria Nuestra Señora del Perpetuo Socorro. Dijo el marido con orgullo.
Ese nombre no vale para una funeraria. Replicó la mujer con aire entendido.
Por qué no. Nuestra patrona. Bien bonito que es.
Los dolientes pensarán que a buenas horas llega el socorro de nuestra señora. Y se irán a otro establecimiento.
Pero date cuenta que el socorro es perpetuo, para siempre jamás. Eso es lo que busca el cliente.
Deberías haberle puesto Funeraria del Ángel Custodio, o del Eterno Descanso. El ángel es más propio de difuntos que la virgen. Además hay que dirigirse también al público no religioso. Se nota que cada vez son menos. Yo soy partidaria de un nombre neutral.
Hay que reconocer que tienes vista comercial. Todavía estamos a tiempo de darle el cambio.
Funeraria del Eterno Descanso queda muy americano.
Más bien parece de los chinos.
Pues le ponemos del Ángel Custodio. Sentenció ella. Un ángel le cae bien a todo el mundo.
Pues le ponemos Funeraria del Ángel Custodio. Selló él. No se hable más.
