Si se me publica este artículo en algún medio de comunicación habrá sido toda una heroicidad, ya que los articulistas en nómina han hecho su agosto despreciando la JMJ a falta de otros asuntos a destripar. Ya pueden dar gracias a Benedicto XVI por su visita a España ya que les ha brindado la oportunidad desde sus atalayas periodísticas de no dejar títere con cabeza y atacar sin piedad a la Iglesia vertiendo toda su frustración en la vida. Hasta algunos ven un giro mundial hacia la derecha. Increíble, que aburridos están algunos.
Eso sí no se habrán dignado a leer los 16 folios en los que caben todos los discursos del Papa en la JMJ y no se habrán detenido ni un segundo a analizar su contenido vertido no solo a los millones de jóvenes en Madrid sino a los 600 millones de espectadores que lo vieron en todo el mundo. No sea que al analizar y detenerse un poco en los contenidos de lo que nos ha dicho el Papa les haga perder su denostada claridad objetiva que día tras día nos llena de "gozo" a los que leemos la prensa. Lo que estos articulistas no tienen, la esperanza en un mundo mejor, es lo que nos ha venido a decir el Papa en la JMJ. Pero claro ellos desde su infalible columna periodística declaran ex cátedra que todo lo que no es de su agrado es pernicioso.
Deseo que nada ni nadie les quite la paz, que no pasen del sufrimiento de los demás, que luchen contra el relativismo y el hedonismo, que no se avergüencen de lo que son, que sirvan a los demás para mejorar el mundo, que no se dejen llevar por un individualismo contrario a la solidaridad, que respeten a los demás en sus creencias y opiniones, etc. y así hasta los 16 folios que contienen todo lo dicho en la JMJ.
Pero claro todo lo que no sea quitar la paz atacando a los demás, pasando olímpicamente de los demás, alentando más el tener que el ser, ridiculizando a los que no piensan como ellos y no respetando las creencias de los demás es el anzuelo que algunos articulistas en nómina utilizan para justificar su espacio periodístico y de paso contribuir con su inapreciable saber y entender a mejorar esta sociedad.
Pero aún así la JMJ ha producido un tsunami de ilusionante esperanza en millones de jóvenes y no tan jóvenes que a pesar de las clarividentes declaraciones de ciertos articulistas producirá un gran bien a esta sociedad.
Publicado en el Diario de Mallorca el 26-8-11