A D. Vicente Aleixandre
Ya no escribo para Vosotros
Ni siquiera por Nosotros
Las identidades colectivas
Los grupos, generaciones
aburren desanimadamente
Quizás escriba a ese niño
que se quiere comer el mundo
con la golosina de sus besos
A ese señor sentado en el banco
que apenas importa a nadie
Y la película de su vida
se despliega del blanco y negro al color
entre una lluvia callada
Por esa mujer que aún cree
a pesar de todo y de todos
El amor es todavía puerta abierta
Quizás escribo por ese hombre interior
que sigue en la lucha sin saber por qué
Este hombre marcado por las derrotas
Y la luz entra en los párpados
Este hombre que sabe demasiado bien
Que nunca llegará a nada
Sólo aspira al calor de unos besos, unos ojos
Antes que la noche reine
Y vengan las sombras