...y todas esas cosas deslumbran a los bárbaros.
Constantino Cavafis
¿Qué esperamos en la cola del mundo
con nuestros tristes versos
y el anaquel vacío?
Llegarán los doctores
con su verbo magnético,
sus gerundios en APA
y su cresta florida.
¿Qué audaz lucubración
traerán sus palabras
al vulgo empedernido?
¿Auscultarán uno a uno
a sus cónsules?
¿Portarán el silencio
cómo daga dormida?
Hoy llegarán los dóctores.
¿Se te anuda la lengua
de sólo sopesarlo?
¿Tus párpados se eclipsan
de tanta luz incróspida
que flota en la distancia?
¿Portarán los zafiros
que les da la academia
y el birrete adosado
a sus calvas lucientes?
Hoy llegarán los dóctores.
¿Revivirán tus poemas
con algún marca versos
y pautarán tu ritmo
con un estetoscopio?
¿Colgarán sus discursos
en una enredadera?
Chamacos de la tribu,
escondan sus libretas:
¡No vendrán los doctores!
Los oráculos dicen
que fueron a apagar un incendio
de egos sublimados.
A ver si cuando vengan
con la toga quemada
su madre los espera.
