Yo no sé si tengo un despliegue de comprensión adicional o un índice de supina paciencia, pero últimamente no me enfado como antaño. Yo ya no soy lo que era. Y mira que era yo cosas... Si habré sido yo insolente como el sol de la mañana y descortés como las moscas ante la jeta dura del prójimo, y ahora...aquí me ves... una sombra ná más de mi enervado genio original. Relegada al ostracismo y la parsimonia ante la vista panorámica de idiotas en ciernes de que se compone el mundo. De idiotas...o "idiotillas", que si son amigos, minimizo el vocablo. Por un plus de afecto, digamos.
Sirva de ejemplo Zipi. No por ná, ¿eh? Pero me ha venido a la cabeza Escobar, que me dio muchas alegrías en la tierna infancia del tebeo. Ibáñez menos, porque a mí Mortadelo me hacía poca gracia o ninguna, qué quieres que te diga. Pero los nenes del chalequillo rojo sí. Mucho.
La cosa es que Zipi (llamémosle así) es un amigo de los de poner en el estante del comedor y pasar el plumero de tanto en tanto, que no se oxide. De los que conoces de toda la vida de Dios, o casi. Y aguantas (casi) todo. Y Zipi me escribe un mediodía acabao de levantar, y me pregunta: Oye, ¿has visto Fargo?
A ver, antecedentes: Zipi y yo compartimos una rareza en tiempos tecnológicos. Vemos cine de la biblioteca. O sea, vamos a la biblioteca (cada cual a la de su barrio), y encontramos de lo más emocionante el ritual de pasar un ratazo mirando el apartado de películas en DVD, de la A a la Z, y escogiendo 6, que son las que dejan llevarte a tu casa a ver en tu tele, en tu sofá, con tus palomitas o tus macarrones de la cena, según decidas tú lo que llevarte a la boca. Si pasamos menos de 30 minutos escogiendo pelis, no cuenta, el protocolo es media hora mínimo para entrar en el club de cine bibliotequero. Lo digo por si estás pensando en unirte a nosotros, que sepas que tenemos condiciones sine qua non, que esto es como las sectas y las hermandades universitarias de Harvard, tienes que pasar la prueba, chaval.
Bien. La cosa es que no nos bajamos las pelis de internet, sino que las vemos del catálogo de la biblioteca. Mira, tú, de vieja escuela que somos. Y luego comentamos la jugada, a ver qué hemos visto el uno y la otra durante la semana.
Total, que le digo a Zipi: Fargo la vi hace años, no hay para tanto. Diría que es el falso fetiche de los Coen.
Y dice Zipi: Ya. Bueno. He cogido El guateque y Un cadáver a los postres. Y agárrate, Manuela: he visto El resplandor.
- Joder, Zipi. A tu edad, ¿aún no habías visto El resplandor?
- Pues no, Manuela. Y una cosa te digo, no hay para tanto. Jack Nicholson está sobreactuado.
- ¿¿Cómoooooooo?? Acuéstate. Vamos a ver, ¿cómo va a estar Jack Nicholson sobreactuado?
- No sé, hace muchas muecas.
- A ti lo que te pasa es que no soportas haberte perdido el mejor cine de la Historia, porque cuando Jack Nicholson rodó El resplandor, tú, Zipi, no habías nacido. (Yo soy 9 años mayor, y le ha dado por descubrir clásicos del cine que ya debería haber descubierto hace 9 años, que no hay necesidad de darme a mí estos disgustos ahora).
Bueno, pues me falta a mí tiempo para escribir a mi amiga Candela y quejarme: ¿Pues no dice Zipi que Jack Nicholson está sobreactuado en El resplandor? Y contesta Candela con notorio desdén: ¿¿Cómooooo?? A Zipi lo que le pasa es que no soporta haberse perdido el mejor cine de la Historia, porque cuando Jack Nicholson rodó El resplandor, él no había nacido.
- Eso le he dicho yo, Candela. Inquina asquerosa que le tiene a Jack Nicholson.
Y vuelvo a escribirle a Zipi: Mira, con el cariño que te tengo, porque compras las botellas de Fairy lavavajillas de 7 en 7 y no conozco yo a nadie más que haga eso, pero... que sepas, Zipi, que...con el cariño que te tengo, tienes un cerebro decrépito antes de hora, porque con tus años deberías reconocer que Jack Nicholson es un portento de la interpretación, posiblemente de fisonomía un tanto bizarra, no te digo yo que no, pero con unas dotes actoriles más que notorias y no susceptibles de hacerte entender a ti y a tu cerebro de mosquito tigre lo grande que es. Y más te digo, Zipi: Jack Nicholson, como persona, un cacho de pan bendito.
- Joder Manuela, cómo te has puesto por un resplandor de nada.
- Ni Manuela ni Manuelo. Rectifica tu discrepancia ya mismo. Hazlo, Zipi. O juro por Dios que jamás volveré a pasar hambre.
- Esa frase es de Scarlett Johanson, Manuela jeje.. que la reconozco.
En esas, yo ya no tengo entrañas para decirle a Zipi que Scarlett Johanson no era ni espermatozoide en potencia cuando Scarlett O'Hara dijo lo de la hambruna en el mundo. Y apago el móvil, porque como estamos hablando por whatsapp, y ahí no se cuelga, cojo y lo apago, que es como colgar y que te den. Lo que pasa es que a los 2 minutos me arrepiento y vuelvo a encender el aparato y le escribo:
- Oye, Zipi... ¿has visto Alguien voló sobre el nido del cuco?