Recibimos con júbilo el décimo segundo ‘hijo literario’ de Paco López Mengual… Ejecutar a Otto Maier. Hay publicaciones que cuando te llegan, sin haberlas leído, presumes que será una buena historia; no solamente buena, sino enriquecedora.
Paco es uno de los autores más versátiles que pueblan nuestro panorama literario; no escribe siempre la misma novela. Por ello, en cada nueva entrega, te sorprende y siempre en forma positiva. He de confesar que es uno de mis, pocos, autores de cabecera. Lo primero que nos llama la atención, en cualquiera de sus obras, es la prosa que se gasta… prosa muy clara, en historias siempre interesantes.
Ejecutar a Otto Maier nos transporta a un momento clave de la historia de España, en Murcia…
1974. Franco está a punto de morir y su dictadura da los últimos coletazos. Leandro, un joven librero, acaba de abandonar la Prisión Provincial de Murcia tras cumplir una pequeña condena por un asunto político. Pero pronto, el fervor revolucionario que se ha apoderado de él le empujará a liderar una acción subversiva que cambiará su vida.
Tras la derrota sufrida en la II Guerra Mundial, un numeroso grupo de nazis reclamados por la Justicia Internacional encontraron refugio en España. En el noroeste de la provincia de Murcia, bajo la falsa identidad de Otto Maier, se esconde desde hace décadas un importantísimo criminal de guerra.
Los años setenta, sobre todo el primer lustro, fueron años muy vividos por mí mismo. Algo más que visitas a librerías claves, Aula entre ellas; desarrollo de los cine-forum; discusiones políticas, con alguna que otra visita de la Brigada Político Social. Al leer la novela se me han agolpado mil y un recuerdos. El más grave e intenso fue cuando, a otro compañero y a mí, nos llevaron a tener una interesante conversación, previo paso por el tamiz de la policía, con el Gobernador Civil, en aquel momento, Enrique Oltra Moltó. ¡Qué tiempos!
Paco López Mengual desarrolla un perfecto ejercicio de redacción totalmente fiel a los momentos previos al fallecimiento de Franco. Me surge, al acabar la lectura, una pregunta: ¿Novela negra, de intriga, policiaca, misterio, aventuras, rasgos históricos… salpimentada con gotas románticas? Tengo que responder que “de todo”. Una historia completa, magistralmente construida que te engancha y sorprende en cada capítulo: Dos partes. La primera con 14 capítulos. La segunda suma 18. Se leen con verdadera pasión. Un ¡LECHES! se escapa cuando cerramos el libro. ¡Qué buen guion para una interesante película!
La Prisión Provincial de Murcia en la retina. El Campus de la Merced en el corazón. Aquellas cervezas en Ipanema, aquel mirar a uno y otro lado al hablar, para ver quién podría escuchar…
Gracias Paco por rejuvenecer mi espíritu y el de todos los que te lean… y que los jóvenes de hoy aprendan que sin tantos tecnicismos nos divertíamos un montón.
¡Felicidades! A La Fea Burguesía por este nuevo éxito.
Paco López Mengual (Molina de Segura, Murcia, 1962). Mercero y novelista. Hasta el momento, ha publicado tres libros de relatos, La mansión de los mutantes, La pistola de Hilarito y Un paseo literario por calles de Murcia; dos libros de viajes, Recuerdos de Lisboa y Unos días en París y un libro de relatos infantiles, ¿Te cuento un cuento? Tras las novelas La memoria del barro, El mapa de un crimen, El último barco a América y Maldito Chino, apareció El grafiti del Cid, su primera incursión en la narrativa juvenil. Ahora ve la luz su sexta (décimo segunda de su producción) novela Ejecutar a Otto Maier.
La novela El mapa de un crimen está traducido al portugués.
Es miembro de la Muy Noble y Muy Leal Orden del Meteorito.
Nos atiende amablemente Paco López Mengual… para los lectores de Agitadoras… Gracias…
P.- ¿Cuándo, cómo y por qué nace Ejecutar a Otto Maier?
R.- Una novela no nace de repente; ni tampoco tras nueve meses de gestación. Una novela, y las historias que viven en su interior, es el fruto de muchos años dándole vueltas y vueltas en tu cabeza a un hecho, imagen, suceso que un día lejano te impactó. Durante la adolescencia, viví la Transición; un día me hablaron en el mostrador de mi tienda de dos familias alemanas que se establecieron en el Noroeste murciano tras la Segunda Guerra Mundial; en mi juventud, leí una impactante entrevista a un ex miembro de los servicios secretos franquistas… Estos tres sucesos, introducidos en una coctelera y agitados, supongo que fueron el germen de la historia que cuento en Ejecutar a Otto Maier.
P.- ¿Qué le llama la atención, fundamentalmente, de la época en que transcurre la novela?
Yo tenía sólo 13 años cuando falleció Franco; así que los protagonistas de la novela son casi una década, mayores que yo. A pesar de ello, viví la Transición (el periodo que va desde la muerte del dictador en noviembre del 75 al triunfo del PSOE en octubre del 82) intensamente. No me siento cómodo ambientando mis historias en la actualidad, debo dejar pasar cierto espacio de tiempo entre esa época y la actualidad, dejarlas reposar… Han transcurrido 40 años desde entonces y creo que es hora de ir ambientando novelas en ese tiempo.
P.- ¿Por qué tantos nazis eligieron España como estación término... o de paso para Sudamérica?
R.- Tras su derrota en la II Guerra, muchos nazis huyeron de Alemania, Austria, Bélgica… para no ser juzgados por sus crímenes. Al amparo de la dictadura franquista, muchos de ellos se refugiaron en nuestro país o lo utilizaron como plataforma para huir a los países del cono Sur americano. Era un lugar más o menos seguro para evitar los tribunales de justicia internacionales. A finales de los 40, importantes colonias de alemanes se establecieron en las zonas de Denia, Canarias y Marbella. También en nuestra región hubo asentamientos: se habla de Águilas, Fortuna, el campo de Caravaca…
P.- ¿Cuánto hay de usted en la historia?
R.- Soy hijo de mi tiempo. Aunque por mi edad llegué al final de esa época, de ese espíritu revolucionario que marcó a toda una generación, también me considero de alguna forma hijo del mayo del 68. He pasado muchas tardes debatiendo en los bares y paseando por librerías, he cantado las canciones de Paco Ibáñez y Víctor Jara, he lanzado panfletos y he militado en uno de esos pequeños partidos que fueron tan activos durante la Transición. De alguna manera, he vivido ese ambiente.
P.- La librería protagonista recuerda mucho a la Librería Aula, que yo solía visitar bastante en mi época universitaria... ¿alguna similitud?
R.- ¡Como afinas….! Pues sí, conozco a María Luisa, quien fuera dependienta de la mítica librería Aula. Fue ella quien me habló del “infierno literario” que existía en aquella librería: unos armarios con puertas y cerrados con llave, situados en la parte baja de las estanterías. En ellos se escondían lecturas prohibidas por el franquismo, llegaban en ediciones de Argentina y México. Sólo les abrían las puertas a los clientes de mucha confianza…. ¿Tú llegaste a rebuscar en aquel tesoro?
P.- ¿Encuentra mucha diferencia entre la juventud de los años setenta y la actual?
R.- La juventud actual está menos politizada y menos comprometida que la de sus padres. Pero también es menos ilusa que la de entonces; creo que se dejan engañar menos.
P.- ¿Qué le parece todo lo que está ocurriendo con la exhumación de los restos de Francisco Franco? ¿Aportará algo a la historia de España?
R.- Pienso que Franco nunca debió ser enterrado en el Valle de los Caídos. Al parecer, no estaba previsto que así sucediera y fue un empeño de sus dos bastiones: Arias Navarro y el actual Rey Emérito. España necesita pasar página de una vez y enterrar de forma definitiva la Guerra Civil. Para ello es necesario exhumar el cadáver de Franco de ese mausoleo y los de las decenas de miles que aún permanecen en las cunetas de las carreteras y en los campos. Todos deben estar en sus panteones familiares, con sus nombres en letras de molde y un retrato. Sólo entonces podremos poner el punto y final.
P.- ¿Por qué hay que leer Ejecutar a Otto Maier?
R.- Creo que se puede vivir sin leer Ejecutar a Otto Maier, no es tan imprescindible como el aire que respiramos o la cerveza que bebemos… jajjajaj. Yo siempre intento ofrecerle al lector una buena historia y contársela de la mejor manera que sé; otra cosa es que lo logre. Quien ha leído Ejecutar a Otto Maier destaca el retrato generacional de la juventud de una época, el ambiente de la Transición y el ritmo narrativo y argumental de la obra, un thriller que logra entretener e incluso llevar en volandas al lector hasta la última página.
P.- Sus próximos proyectos ¿Son?
R.- Aunque estoy recién parido (literariamente), no he guardado la cuarentena y me encuentro de nuevo embarazado. Tengo muy avanzada una novela de no ficción sobre Espinosa Pardo, un espía y miembro de los servicios secretos del estado que falleció hace dos años. Mientras tanto, continúo acudiendo a colegios con ¿Te cuento un cuento?, a Institutos con El grafiti del Cid y El mapa de un crimen, a Clubes de lectura con El último barco a América…; también con mis recorridos por las calles y plazas de Molina y Murcia narrando in situ historias que allí ocurrieron…; y escribiendo diaria mente en La Opinión y colaborando en la Ser y en Thader Fm. Y un montón de proyecto más que me hierven en la cabeza…. ¡Esto es una locura!