Si hacemos caso a la tradición judía, la primera mujer fue que existió, fue Lilith, creada a la vez que Adán "«Creó, pues, Dios al hombre a su imagen; a imagen de Dios lo creó; varón y mujer los creó».(. Gn. 1, 27)
La leyenda dice que :" Adán y Lilit nunca hallaron armonía juntos, pues cuando él deseaba tener relaciones sexuales con ella, Lilit se sentía ofendida por la postura acostada que él le exigía. «¿Por qué he de acostarme debajo de ti? —preguntaba—: yo también fui hecha con polvo, y por lo tanto soy tu igual». Como Adán trató de obligarla a obedecer, Lilit, encolerizada, pronunció el nombre mágico de Dios, se elevó por los aires y lo abandonó." Encontraría pareja en Satán, y ella misma se convertiría en demonio.
Tampoco sería tan raro que la misma Lilith fuera el demonio, que tentó a Eva, Conocía la psicología femenina y por donde atacar para convencerla,, y de paso fastidiaba a ambos. El pintor Miguel Ángel debió suponer que algo semejante había ocurrido, ya que la serpiente, pintada en la capilla Sixtina, tiene rostro y aspecto femenino y les está entregando un higo, tal como se insinúa en la Biblia, fruta que además contiene también unas evidentes connotaciones sexuales femeninas
Los grabados medievales muestran a Satán con pechos y el símbolo que aparece entre sus pìernas parece simbolizar una vagina.
Pero si hay una mujer guerrera, esa es la diosa Atenea. Mujer invencible incluso frente al dios de la guerra, Marte. Todo este relato está cargado de simbolismo, en caso de confrontación, una mujer le ganará siempre a un hombre . Un caso raro, porque la Mitología griega está cargada de realtos que muestran la promiscuidad de los dioses que pueblan el Olimpo, ya que el relato de sus inclinaciones sexuales insinúa un desinterés total, frente a la promiscuidad del resto. Atenea nunca se casó, ni se le adjudican amantes, suponiéndole una virginidad perpetua.
Históricamente, hubo algunas mujeres, que más que guerreras fueron de armas tomar, como la faraona Hatshepsut, que se autoproclamó faraón de las Dos Tierras y primogénita de Amón, incluso estando delante el Faraón Tutmosis III, El golpe de efecto fue magistral, Tutmosis III no pudo o supo hacer nada, sino admitir la situación, por la que su tía se convertía en Faraona.
En la lista que podría alargarse muchísimo más. hay algunas , cuyo carácter e inteligencia hizo cambiar la historia. Se pueden anotar personajes como las Bíblicas Judith, que le cortó el cuello al general Holofernes. O Herodías, madre de Salomé que enfadado con S. Juan Bautista por reprobarle el que se juntara con el hermano de su marido, consiguió que Herodes hiciera que le cortaran la cabeza.
Pero si de guerreras de verdad se trata, hay dos personajes españoles. fuera de serie, dos mujeres, que fueron soldados y cuyas vidas fueron una aventura continua.
Una fue llamada la "monja alférez", Catalina Erauso, una soldado invencible, irascible y aventurera. Cuya vida ha sido objeto de novelas, guiones de cine, relatos históricos y hasta historietas-gráficas.
Nacida en S. Sebastian, su historia fue, desde muy pequeña muy distinta del resto, empezando porque seguramente fue bautizada con siete años, cosa todavía más que extraña porque con cuatro años ya fue ingresada en un convento. Recluida, por su carácter, en otro convento más estricto, se hizo con unas llaves y con 15 años se fugó, vestida de hombre y con el pelo cortado.
Anduvo de pueblo en pueblo comiendo lo que encontraba. Llegó a Vitoria y se quedó en casa de un catedrático que le dio vestido, y alojamiento. Aprendió algo de latín, y tras un intento de abuso sexual, le cogió dinero y llegó hasta Valladolid, donde estaba la Corte. Consiguió ser paje del secretario del Rey, vestida de hombre y llamándose Francisco de Loyola. Pero se encontró con su padre ya que era amigo del secretario y venía a verle, para que le diera información para poder encontrarla. Curiosamente no la reconoció a pesar de hablar con ella. Pero volvió a huir. Y se fue a Bilbao pero sin suerte, no encontró trabajo, y cuando varios muchachos intentaron asaltarla, no sabían con quien se metían, y salieron malparados, uno de ellos salió herido gravemente de una pedrada. Fue detenida y pasó un mes arrestada. Tras pasar dos años como paje, en Estella y volver a S. Sebastián, en donde posiblemente sirvió en el convento en donde estuvo, sin ser reconocida, vestida de hombre , decía en su autobiografía que se puso un ungüento "para secarse los pechos" se enroló de grumete en Sanlúcar de Barrameda para América. Las aventuras y cambios de nombre fueron lo habitual en su vida. Se quedó finalmente en América, Los acontecimientos no paraban, desde naufragar, matar en un reto a un joven , ser obligada a casarse con una dama, negándose, e incluso ser despedida de una tienda por ser descubierta "andándole entre las piernas" a una doncella hermana de la mujer de su amo." Acabó alistándose en el ejército, que marchaba hacia Chile.
Su dureza en el combate, hizo que recibiera el grado de alférez y que dirigiera con éxito la compañía tras la muerte del capitán. Pero su mal carácter y crueldad con los indios le impidieron ser ascendida, lo que provocó que se enfadara quemando sembrados o matara a quien le llevaba la contraria.
Tras muchas aventuras, y arrestos, sus hazañas como soldado le permitieron volver a España donde el Rey le concedió una pensión .
Su fama hizo que fuera famosa en toda Europa, siendo recibida por el papa Urbano VIII, que le autorizó usar nombre masculino, y vestir de hombre.
Finalmente volvió a América donde puso un negocio de transporte en Veracruz donde , y se cree, que murió en un viaje.
No menos importante como mujer guerrera fue Isabel Barreto de Castro, una gallega, nacida en 1567 Es considerada la primera mujer que consiguió ser almirante. Esposa de Álvaro de Mendaña, navegó por el Océano Pacífico, descubrió las islas Salomón y Marquesas. Su familia se había trasladado a Perú y allí se casó con Ávaro de Mendaña.-Mujer de carácter cuando su marido murió de malaria, ella tomó su lugar y se convirtió en gobernadora y Adelantada.
Tras una rebelión de los indígenas por la muerte de un caudillo, marcharon ella y sus hombres, apresuradamente, a Filipinas, pero la travesía fue muy accidentada y ante la rebelión de algunos, los hizo ahorcar por contravenir su órdenes. Volvió a casarse con el general Fernando de Castro, pero mujer de mar se marcharon a México, a Argentina, y posteriormente a Perú donde falleció.
Excepto Catalina Erauso, que pese a sus barbaridades, tiene estatuas y reconocimientos, la imagen de las demás ha pasado a la Historia con una calificación pésima , y es que las guerras siempre han sido un monopolio masculino, y una mujer guerrera, aunque se vistiera de hombre, nunca ha sido bien vista.