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ISSN 1989-4163

NUMERO 66 - OCTUBRE 2015

Confesas Confusiones del Dr. Boghossian, el Cosaco

Julio Soler

 

                                                                     “Danger.
                                                                                                                                   Your love is like a stranger”.THE MOTELS

¿Cuántas veces me habré sentado en este malecón de Cienfuegos, después de que mi colega H.G.Wells me propusiera mientras teníamos los pies cómodamente en el brasero aquel noviembre de época victoriana:”Tú métete ahí en esa máquina del tiempo del patio y calla, luego ya veremos dónde vas y cuando te traigo, si te traigo”?

En realidad yo fui neurocirujano en Armenia, antes de emigrar a Londres y empaparme de amistades de esa época. Incluso a Jack, Jackie Uuuuh you are so much, como yo le llamaba, le hice un lifting de la glándula piscopática instalada en la zona parietal derecha mediante una trepanación poco agresiva de la que quedó encantado. Ahora ya podía pasear por la noche neblinosa de Whitechapel sin tener remordimientos de conciencia de llevarse un trocito  de cada mujer de las que había amado. Era un romántico. El fue el que me presentó a H.G. Wells durante una fiesta de disfraces en “La casa templada” de los Kew Gardens. H.G. iba vestido del árbol del caucho pues lo que se pretendía bajo su imponente estructura de hierro y cristal de invernadero, que es lo que era en realidad La casa templada, era  cultivar el caucho por primera vez fuera de los territorios sudamericanos. También bellas mujeres anidaban en la sección de las Paulonias in tercambiándose su disfraz detrás de los erguidos troncos . Y Jack iba enfundado en su impecable traje de franela de psicópata enamorado. Es decir, no se disfrazó. Yo ataviado con mi traje de cosaco de mi puesta de largo armenio. Nostalgia de cosaco.

Lo que no sabía Wells sobre la invención de su máquina del tiempo, es que su máquina, también transportaba a otros lugares y también servía como máquina del amor. Dentro había un cama redonda giratoria a base de un complicado sistema de poleas y un ingenioso juego de espejos para que dos cuerpos unidos parecieran cientos de cuerpos ondulándose con desesperación compartida y con placenteros jadeos consentidos (para descripción completa de la máquina del tiempo consultar anexo IV del libro de relatos  La belleza de la fruta de Julio Soler). Sí, Wells , también había inventado los espejos que reflejan la imagen pero también el sonido del amor cuando se hace a tumba abierta. En su afán de separarme de su novia, Mrs.Duncan Poppins On the Rocks, para aplacar nuestro amor correspondido, mutuo y loco, no se fijó ciego de celos  que ya por siempre mi Duncan se había escondido en el cajón de la mesita de noche del dormitorio donde se guardan los deseos más salvajes y los que se tienen que cumplir y consumar.

Nuestra primera etapa: California,Los Angeles, años 40 del siglo XX, durante las llamadas zoot suit riots. Mejicanos y marines se enzarzaban en disturbios multitudinarios y tú  yo Duncan corríamos, que no es lo mismo que huir, asidos de nuestro dedos meñiques en señal de amor eterno. Nos haría falta, porque ahí nos perdimos la pista que  tampoco es lo mismo que nos despistamos. No queríamos pelea, tan solo vestir bien en plan pachuco. Llegamos hasta hasta un  muelle de Santa Mónica, silbando Sittin´on The Dock Of The Bay con las gaviotas riéndose y haciendo coros, perdiendo el tiempo como dice la canción, ese tiempo que podíamos amaestrar pero no las circunstancias.

-Dr.Boghossian,¿le puedo tratar de tú y llamarle Jackie II Forever,en honor a ese amigo suyo de Londres tan apuesto como usted?

-Claro Duncan,a sí yo podré tratarte de usted a partir de ahora para que seamos polos opuestos y nos atraigamos más alla de máquinas del tiempo. Y….

-Gracias, Jackie. Por cierto, ¿en el bolsillo de tu traje zoot (ilustración de las partes del traje zoot en el anexo VII),que por cierto combina muy bien con esos zapatos Oxford bicolor picados, me imagino tendrás un reloj de bolsillo como es reglamentario?

-Claro, Mrs.Duncan,¿por qué lo dice?

-Porque habrá un momento en que por circunstancias imprecisas  e inexplicables, por eso justificadas, tú y yo nos separemos y quiero adueñarme de ese lápsus de tiempo, que abarca desde que nos perdamos hasta que nos encontremos.

Entonces sentados como  lo haría Ottis Reding en el muelle de la bahía y malgastando nuestro tiempo, cogí mi reloj de bolsillo y lo deje desplomarse  para que sumergiera en la bahía,para que con su movimiento pendular hipnotizase al mar y el mar a su vez al tiempo, nuestro tiempo, que nos une y nos desune. Y entonces como la espuma blanca que agita  los días incontables, Duncan se disipó o se dispersó o sea que desapareció.

¿Cuánto?¿Para siempre?¿Qué es para siempre?¿Siempre cuánto?¿Cuánto de siempre? Sentí el doble filo de la necesidad de un cierto desorden moderado e irresponsable en mi caos rutinario. Viajé mucho.  Hacia  El Planeta de los simios, la de amor, la primera parte (para ver descripción completa de lo que siente Charlton Heston al ver la estatua de la la Estatua de la libertad semihundida, consultar anexo XII). A Nefetiti le canté  Bella sin alma de  Richard Cocciante.Fui el primero en prender fuego al Coloso de Rodas, es lo que tiene de malo ser una maravilla.La maravilla provoca.Vagué por todos los desiertos y conté todos los granos de los relojes de arena. En todos esos granos estaba sellado su nombre:”Duncan”. En esa época de desiertos y espejismos le vendí por un poco de agua con gas a  Lawrence Arabia la frase de “Nada está escrito”.Recorrí también los albores de la industria del cine. Participé en los decorados de El gabinete del Dr.Caligari,zarpé con El acorazado Potemkin, y fui El perro andaluz.Buscándola. Sin rastro.Incluso le hice un chiste malo y fácil a Napoleón cuando estaba confinado en Santa Elena.”Napo sé león.Un hombre que no ríe es un pozo que no sabe explicar el porqué no da agua”.

Siempre había querido ver mundo pero el mundo me tenía ya muy visto. Cuando acabe de decir esta frase para mis adentros a la vez que me devolvía el reloj de bolsillo a su hábitat natural,el bolsillo…

-Jackie II Forever, mira con el espejo retrovisor del reloj de bolsillo que acabas de guardar.

-¡Mrs.Duncan Poppins On the Rocks,usted aquí!

-No estás en el malecón de Cienfuegos, estás todavía aquí en el muelle de Santa Mónica malgastando tu tiempo. Y yo siempre he estado también aquí detrás mientras tu mirabas hacia adelante zigzagueando. Así que olvídate del tiempo y seamos solo máquinas del amor desde el minuto 1 y si es necesario llegaremos a los minutos de descuento,exhaustos pero sin cronometrar.Lo que surja de aquí siempre llevará no nuestro nombre,porque el nombre es lo que nos queda, lo demás son apellidos:FOREVER ON-THE-ROCKS.Oh Jackie II,¡you you you… are so muuuuuuuch!!!!!

 

 

 

 

Confesas confusiones

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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