Éticamente Cuestionable
Cristina Casaoliva
Cuando eres un niño la realidad se perfila de un modo sencillo, los actos están bien o mal con escasos términos medios. Los comportamientos son correctos o incorrectos, admisibles o inadmisibles sin más parámetros. Mientras crecemos insertamos matices en nuestros indicativos de conducta que refuerzan nuestros valores.
Ahora, hace tiempo adultos, los matices se difuminan de tal modo que apenas perfilan unos límites claros a la realidad.
Por poner un ejemplo. Hemos crecido con la certeza de que las actividades delictivas son malas. El tráfico de drogas y la prostitución una lacra social y el gasto militar español en armamento un concepto casi desconocido. En la realidad post crisis, en la era PP, en la nueva Europa que se erige bajo la batuta de la muy poderosa Ángela Merkel, las líneas divisorias entre lo correcto y lo incorrecto fluctúan a voluntad.
En la titánica tarea de mostrar cifras florecientes que justifiquen los anunciados y buscados brotes verdes de los que mucho habla el gobierno y por seguir las directrices impuestas por Europa, han modelado las normativas establecidas de un modo éticamente cuestionable. Así para conseguir que las cifras del PIB(Producto Interior Bruto) aumenten han variado los conceptos a considerar y la fórmula utilizada.
Según informaba la pasada semana el Instituto Nacional de Estadística(INE),se incluyen por primera vez en la Estadística Oficial la repercusión de diversas actividades delictivas e ilegales, lo que da como resultado el aumento del PIB en casi un 1%.
El año que se usa para la estimación ha sido el 2010, dicho año el tráfico de drogas y la prostitución generaron unos 9.200 millones de euros , si además añaden el contrabando y el juego ilegal el computo, que acaba de sumarse como valor añadido a la estadística oficial, equivaldría al 87% del PIB según recientes publicaciones.
La INE cataloga de excepcional los recientes datos al tratarse de la primera ocasión, aunque no necesariamente la última, en la que los datos de estas actividades delictivas se agregan a la contabilidad nacional.
Tampoco acceden a detallar si esas cifras se han mantenido a lo largo del pasado año, ni si las cifras que la prostitución y el narcotráfico han aportado al PIB del 2013 llegan a los 9000 millones estimados.
Aprovechando que la Comisión Europea obliga a utilizar nuevas reglas estadísticas, diversos países de la UE, incluida España, han aprovechado para sumar las cifras de diversas actividades ilegales . Se estima que en Reino Unido e Italia las repercusiones de las actividades ilícitas en el PIB son tristemente similares a las españolas, en cambio en Alemania, como no podía ser menos y Portugal son sensiblemente menores.
Cómo, me pregunto, pretende crear el gobierno un ambiente de verosimilitud en la lucha contra el crimen, cuando este le ayuda a elevar las maltrechas cifras del PIB. Aunque imagino que en la cueva de Ali Baba en la que se ha convertido el jurídico anegado de imputaciones de corrupción, sospechas de fraude, rumores de malversación y evidencias de total falta de escrúpulos y ética y de una manifiesta mala intención en cada uno de sus actos y discursos, la lucha real contra actividades ilícitas del tipo que sean es una quimera.
Ahora pues lo tengo claro, la maquinaria del estado sólo se pone en marcha “con celeridad” cuando se trata de abolir una propuesta democrática, de silenciar el sentir de un pueblo, aunque no sepan cual sería el mismo y cuando el objetivo es menoscabar la voluntad del pueblo, la diversidad y la libertad.