Ya es otoño y debería seguir siendo verano. Como los que Helmut Newton fotografiaba para Vogue USA cuando la edición aún no se podía permitir imprimir todas las fotos en color. Hay algo maravilloso en las imágenes de piscina y playa de Helmut Newton que siempre remiten a gente rica, guapa y escandalosa, algo colocada, y con ansias de corrupción moral y olvidos momentáneos y posteriores. En todas las imágenes hay algo de decadencia, -mucha decadencia, más bien-, pero relacionada con la clase alta... como si el resto de personas no tuvieran lugar en el mundo de sus fotos, más allá de ser sus criados o sus siervos en una orgía de clase alta en la que todo el mundo puede degustar lo que quiera, siempre que sea lo suficientemente sexy para tomarlo.
Lo fascinante de los 70 fotografiados por Helmut Newton es el cambio de mentalidad respecto a los 80 y a los 60. No se trata de los yuppies de la década posterior, perdidos irremediablemente en la heroína, en las tachuelas y en la mala educación del punk ... ni tiene que ver tampoco con la ñoñería impregnada en el ambiente de los 60 en los que había muchachas que se casaban vírgenes, porque lo contrario habría sido extraño, y aspiraban a tener cuatro niños rubios y una casa con valla de madera blanca y, al mismo tiempo, había enfermeras de morros pintados en color coral que se paseaban por sus casas con rulos en el pelo y batas- kimonos enviadas por sus novios que luchaban en el Vietnam o similar y que tomaban, como si nada, la píldora...
Sin embargo, hay en los 70 una delicia... Lo contaba el mayordomo de Halston , que en Nueva York, cuando Bianca Jagger , Warhol y demás farándula chic iban a su casa, nunca cenaban nada porque se pasaban la noche yendo al baño a hacerse rayas de coca y así pudieron ser todas las cosas: las sensuales esposas de Rolling Stones montadas sobre un caballo en Studio 54 y también Jackie Kennedy reconvertida en celebrity y tomando el sol, desnuda, en Skorpios , mientras Valentino diseñaba parte de su guardarropa y Sinatra se acostaba con ella una noche en un hotel para volverse mudo por la mañana. Qué tiempos...
Con la ayuda de Anna Wintour , cabeza de Vogue USA , los 80 siguen de moda. A esa década dedicó su, muy decepcionante, muy incompleta y muy criticada, exposición del MET de 2013 ... pese a que la tendencia estaba virtualmente muerta (sólo Isabel Marant, Balmain y cuatro aficionados a las tachuelas como el Versace de Keane estaban metidos en ese bucle en el que andan ) y, sin saberse muy bien cómo, la cosa reflotó y ahora Zara está llena de cosas grunge : camisas de cuadros, vestidos lenceros con gruesas medias de lana, flores y más cuadros de leñador, punks con cresta, piercings...
Y, sin embargo, qué maravilla fueron los 70. Con Yves Saint Laurent y los ricos ricos y Helmut Newton fotografiándolo todo. Si incluso se intentó, en 2010, para el verano de 2011 en Nueva York por Marc Jacobs ... Ay, quién estuviera en esa playa, en esa orgía, delante de la cámara de Newton.