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ISSN 1989-4163

NUMERO 127 - NOVIEMBRE 2021

 

"Las Avispas". Las Mujeres Piloto, Olvidadas, de la Segunda Guerra Mundial

Carmelo Arribas

Dentro del cúmulo de horrores que produjo la Segunda Guerra Mundial, en todos los ámbitos, hay un aspecto que constituyó una baza positiva, sobre todo para la mujer, fue, su incorporación social, ocupando puestos que hasta ese momento eran, casi sin discusión, exclusivamente masculinos. La movilización de millones de hombres jóvenes en los frentes de batalla, hizo que los puestos laborales en los que ellos habían estado, fueran poco a poco ocupados por mujeres. La presencia femenina en la guerra, en los frentes de combate, tras una casi anecdótica incorporación en la civil española, no resultó aceptable, y su labor, fue relegada a tareas de retaguardia, o de apoyo, en el mejor de los casos. Uno de estos casos, en los que participaron las mujeres de modo muy notable, fue el de las "avispas", las piloto que llevaban los aviones de guerra, que se habían reparado, u otros nuevos, a los  aeropuertos, para que los  pilotos de combate los utilizaran. Labor no exenta de riesgo y que produjo la muerte de algunas de ellas en los trayectos. Estas arriesgadas mujeres piloto, fueron llamadas "las avispas". La RAF, Royal Air Force, británicas, sobrepasada por las pérdidas de hombres y teniendo más aviones que pilotos, hizo una llamada para que se incorporaran mujeres, sobre todo en el transporte de aviones . Su misión era volar desde las fábricas  hasta los aeródromos .Pero, los británicos, no lo hicieron momentáneamente ellos, pidieron ayuda a EEUU, y este  comenzó a dar una serie de becas para aprender a volar. Y así nació  un grupo que comenzó sólo con ocho mujeres y al que se incorporaron posteriormente decenas. La entrada de EEUU en la Guerra en 1941, hizo que tras muchas horas de vuelo de entrenamiento, comenzaran a pilotar hasta bombardeos. Comenzaron con Margaret Mary Linn , que se había casado  con un piloto de las fuerzas aéreas. Pasaba el océano con aviones nuevos y volvía con otros para hacerles una revisión, lo que los hacía peligrosos para pilotar. Pero si bien a las mujeres europeas y Norteamericanas sus gobiernos no les permitían combatir, sí lo hacían las mujeres soviéticas, a las que, de vez en cuando, entregaban aviones. Y a las que los alemanes llamaban "las  brujas de la noche", porque era la hora habitual en la que atacaban. Los alemanes llegaron a pensar que tomaban algo que les permitiría ver en la oscuridad. Las condiciones era de lo más precario, con aviones que no les preservaban del intenso frío, llegándose a congelar las alas en las gélidas noches soviéticas, e incluso teniendo que llevar los dos obuses sobre el regazo por falta de espacio.

Ante la superioridad y avance de las tropas nazis, el 8 de octubre de 1941, Stalin decretó una orden para que las mujeres se incorporaran a la guerra.

El nombre de "avispas", en realidad, mas que por su simbolismo, como voladoras con "aquijón" que las hacía peligrosas, (no entraron en combate) era porque el grupo era conocido, como, WASP (Women Airforce Service Pilots), palabra que en inglés significa, "avispa".

Hubo miles de mujeres, unas 25.000, que solicitaron formar parte de las WASP, pero tras una dura selección, sólo se admitieron a 1830, aunque tras un duro entrenamiento de siete meses, sólo acabaron 1074.

Estas, igual transportaban naves de un lugar a otro, como probaban los aviones para constatar que se encontraban en perfectas condiciones y preparados para el combate.

Evidentemente los enemigos de estas mujeres, no estaban en el frente, sino en casa. Algunos como  el general Eisenhower, que sería Presidente de EEUU, desde el 1953 hasta el 1961, dijo que él estaba, "violentamente en contra" de la creación de un grupo de mujeres piloto, porque dudaba de la capacidad de estas para manejar aeronaves militares. La cultura social del momento, no era tampoco mucho más propicia a esta organización, y abundaba la opinión de que las Avispas realizaban "tareas poco femeninas".

Este sentimiento de rechazo social, tuvo su reflejo, en el trato que se les dio a las 38 mujeres que perdieron la vida, en las labores militares, porque carecieron de una despedida homenaje militar, y a sus familiares no se les dieron las pensiones que se daban a los de aquellos que habían muerto en labores militares y eran hombres. Porque estas mujeres eran consideradas civiles, no militares, por lo tanto no tenían el reconocimiento que tenían los hombres. Por lo tanto en caso de muerte, enfermedad, o accidente, el Ejército de los EEUU, no cubría ni los gastos médicos, ni los costes de los funerales, igualmente, al carecer de rango militar, su sueldo, era la mitad que el de los hombres, e incluso debían de pagarse el uniforme y no recibían equipamiento nuevo, heredaban la ropa y los monos de los hombres.

Pero quizás lo más sorprendente es que hacían de "blanco de tiro", en los entrenamientos, les ataban a la cola una gran pancarta y la artillería antiaérea disparaba desde tierra contra ella, por lo que si fallaban, podían darle al avión que pilotaban.

Incluso, pese a las promesas políticas y las peticiones de que las WASP se incorporaran de modo permanente en las fuerzas aéreas, sin embargo, una vez que la Guerra estaba ya prácticamente ganada, el 20 de diciembre de 1944, fue disuelto el grupo y enviadas a casa.

No sería hasta 1964, cuando se empezó a pensar que aquellas heroínas a las que se había relegado al olvido, merecían un reconocimiento, y empezaron a
recuperarse los archivos, en los que aparecían los documentos que mostraban la labor que habían realizado, incluso llevando materiales y equipamiento, a los mas diversos lugares, incluso del Pacífico.

En 1977, se publicaron los documentos y se reconoció la gran labor realizada, totalmente olvidada. Jimmy Carter las integró en las Fuerzas Aéreas, reconocidas como veteranas de Guerra, y dándoles una jubilación. Y en el 2009, un 1 de julio, Barack Obama, les concedía la Medalla del Congreso de EEUU, en reconocimiento de su trabajo, un poco tarde, porque la más joven del centenar de supervivientes, ya tenía 93 años.

Habían entregado más de 12.500 aviones, y volado mas de 111millones de kilómetros.

Tarde, pero finalmente, su labor había sido  reconocida.

Poco a poco, la desconocida, y a veces ocultada intencionadamente, labor de la mujer en la Historia, va surgiendo de la oscuridad.

 

 


 

 

Avispa

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