Este ángel de mirada rota
que pasa como si su presencia
no fuera nada, nadie
Es un ángel verdadero de esperanza
No viste grandes ropajes
No lleva zapatos de marca
Su aliño
es un torpe andamio indumentario
Pero es un ángel sinceramente Amado
por el Señor de Las Personas y Cosas
Acompaña a los tristes
A los rotos de corazón
A los que han perdido sus esperanzas
(una de las virtudes teologales, ¿recordáis...?)
A los solitarios que miran con cariño los puentes
A las personas vencidas por los golpes de la vida
A los que no entienden dónde, en qué lugar
perdieron su estrella asignada en un principio
Es un ángel de mirada ajada
Es díficil aguantarle la vista
Porque mira desde los ojos
el alma de las personas hundidas
en los desiertos de la vida
Las personas que no entienden ya
Que no comprenden, no pueden
con tanto dolor sobre su cabeza y corazón
Es un ángel que te acompaña
en los momentos más difíciles
Y tú no lo ves
No eres capaz
En la encrucijada de tu desventura
El ángel de los derrotados
que está a tu lado
(ya sé que no le crees)
Es un ser que eleva sus súplicas
para ti, para que no te hundas
porque siempre hay salida
aun en la noche más negra y cerrada
Ya te he dicho antes
que es un ángel verdadera y amadamente amado
Alguien superior escucha sus plegarias
Te escucha a Ti
que estás en el fondo de tu rendición
Y no ves nada
Él mira por Ti, vela por Ti
por los días más derrotados
sin ventanas a la dicha
Alguien le ha dado una palabra
de esperanza, de amor, de fe
No puede fallarle
Soporta tus heridas
en la tiniebla de tu vida
hasta que llegue el mediodía