Películas que Erizan la Piel: Jaula sin Techo
Vicente Muñoz
Aún no tengo muy claro qué tipo de película acabo de ver, pero lo cierto es que he disfrutado con ella como un enano y desde ya pasa a formar parte de mi videoteca de culto.
Jaula sin techo (The baby, 1973), de Ted Post: bizarra donde las haya y diferente a todo lo que hasta el momento hayáis visto.
Para empezar, por la imposibilidad de encasillarla en ningún género, comedia negra, horror, crítica social, thriller, melodrama... De todos tiene un poco, pero en ninguno en concreto se la puede encuadrar. Más bien parece una especie de corte de mangas a todos ellos y una apuesta subversiva por desarrollar uno nuevo.
El director se recrea a placer con la ambigüedad de la trama, descolocando continuamente al espectador: todo es grave y grotesco, ridículo y serio, disparatado y congruente a la vez... Y remata la película con uno de los giros más sorprendentes que he visto en mi vida y que justifica por sí solo todos sus excesos y desvaríos.
No quiero, de todos modos, decir demasiado al respecto, y os aconsejo que la veáis sin enteraros de más, para que el factor sorpresa no se vea mermado.
Sólo añadir que por filmes así adoro este tipo de cine...
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