Los Once ≪Autores≫ del Quijote o el Campo de Agramante de Cervantes: ≪El Inagotable Malabarismo de Intermediarios≫
Ramón Asquerino
A mi maestro Pablo de Sotomenor y a todos sus alumnos de aquellos largos tiempos y, en especial, a la promoción de 1977-1979 en Jerez: Vale
Las máscaras inventadas por el autor para escribir su historia son ocho en El ingenioso hidalgo de la Mancha (así, con ese nombre, en la tasa, el privilegio y ya en el QII74; es el título que le dio el propio Cervantes), a la venta el 6 de enero de1605 ˗pero en imprenta en diciembre de 1604˗, y tres más que añade y completa los anteriores autores en la Segunda parte de don Quijote de la Mancha, el otro título que se puede leer en la aprobación, privilegio y en el prólogo, publicada en marzo de 1615, lo más pronto el día 30, fecha exacta de la firma del privilegio, es decir que saldría ya en primavera. O lo que es igual, un total de once ≪autores≫ dentro de ese Campo de Agramante, QI45, ese estruendo monumental, quilombo, múltiple espejo del autor, ≪escritura desatada≫ QI47, también las voces del Quijote, o la ambigüedad de identidades, como afirma el profesor Rico.
Voy uno por uno, identificando los autores, situándolos y dando algunas de las características. Si hay posibilidad, en el número siguiente de esta revista aparecerá un gráfico ilustrativo en forma de paralelepípedo, casi una estructura en escalerilla, complemento visual de este presente y resumido análisis. (Las cursivas que empleo dentro de las citas, si no son títulos de obras, son exclusivamente mías). He aquí algunas de las “categorías paralelas” o atributos de los autores:
1.- CERVANTES: ≪Padrastro≫. Así se autodenomina en el prólogo del QI, clara ironía en la línea de los tópicos de los de caballerías, aunque estaba más que seguro de su éxito, como prueba la dedicatoria al conde de Lemos del QII, entre bromas y veras, porque el emperador de China le ha suplicado que se leyese su libro traducido y se fundase allá un colegio. Más aún, esa seguridad en sí mismo se demuestra en la hiperbólica cantidad, luego por completo auténtica, cuando don Quijote afirma que ≪treinta mil volúmenes se han impreso de mi historia, y lleva camino de imprimirse mil veces de millares≫, QII16. Igualmente se autocita en el QI6: La Galatea; QI40 como el soldado Saavedra: son muy frecuentes los autobiografismos episódicos, dispersos y fragmentados en toda la obra, así como da idea de sus gustos literarios (QI6,7), entre ellos, y en primer plano, las constantes recurrencias al maestro Garcilaso, QII17; QI47, Novela de Rinconete y Cortadillo y La Numancia, QI48, capítulo que gira también alrededor del teatro y el sentido de los libros de caballerías con el diálogo entre don Quijote y el canónigo de Toledo: QI47,48, en ‘la operación retorno’
2.- AMIGO: Desdoblamiento del propio autor con quien este mantiene un pseudodiálogo, así que es el interlocutor de Cervantes. Aparece en los prólogos de los dos Quijotes y, en medio, en las Exemplares. También es el amigo, prólogo del QII, personaje a la vez: QII24: ≪Tú, lector, pues eres prudente, juzga≫ si la aventura de Montesinos es apócrifa, inventada por don Quijote, o es de Cide Hamete
3.- AUTOR ANÓNIMO: El “yo” narrador, innominado y neutro. Es quien ordena, narra y transcribe, principalmente hasta el QI8, punto de inflexión, porque ahí será Benengeli quien encauce la historia. Se introduce e investiga. ≪No quiero acordarme≫ o ≪Digo que dicen que dejó el autor escrito≫ ˗donde ya hay tres máscaras˗ del QI1 y QII12, respectivamente. Obsérvese la dificultad de la identidad en QII61: ≪donde le dejaremos por ahora, porque así lo quiere Cide Hamete≫
4.- AUTORES HAY QUE DICEN: Siguiendo también los modelos de los libros de caballerías. Estos autores se equivocan en los epígrafes, QI35/36, que están al revés, con el polémico robo del rucio QI25/26, y de igual manera son los responsables de los cambios onomásticos del protagonista Quijada/Quejana/Quijana, QI5, así como de los posibles olvidos de Cide Hamete, quien echa las culpas a los impresores, QII27, en lo tocante a la desaparición del rucio de Sancho. En QI2 los autores discrepan de cuál es la primera aventura del caballero manchego
5.- El SEGUNDO AUTOR: ¿Es Cervantes, es el autor anónimo, los académicos de Argamasilla? : ≪Bien es verdad que el segundo autor desta obra≫, QI8. Sirve de enlace entre el QI1 y el QI9: ≪Estando yo un día en la calle de Alcaná de Toledo≫, cuando descubre los cartapacios: ≪Historia de don Quijote de la Mancha, escrita por Cide Hamete Benengeli≫ en arábigo. ¿Podría formar parte este segundo autor de los académicos que quedan burlescamente retratados al final del QI52 con sus investigaciones ≪en los anales de la Mancha≫, QI2?
6.- El TRADUCTOR: es un morisco aljamiado, que sabe castellano, contratado por el autor anónimo y que arranca precisamente de aquellos cartapacios: ≪Estaba en el primero pintada muy al natural la batalla de don Quijote con el vizcaíno≫. Tal vez con un dibujo de la historia, como en el mesón de QII71, donde Sancho pronostica el éxito de sus aventuras con don Quijote en todos los lugares: ≪donde no ande pintada la historia de nuestras hazañas≫, en una suerte de écfrasis. El manuscrito encontrado estaba en lengua arábiga, maurofilia cervantina, frente a los textos en lenguas clásicas, como el propio Persiles II1, que se finge traducción. Pero a veces se rebela contra Cide, QI27, se enfrentan ellos dos en QII3, no quiere traducir en QI44, aparece en QII24 explícitamente, y se extiende por toda la historia. En QII62 don Quijote elogia el arte de traducir. (Curiosamente Cervantes no conocía las traducciones ni la inglesa de 1612, ni la francesa de 1614)
7.- CIDE HAMETE BENENGELI: Primer y verdadero autor (QII24,59), historiador arábigo y manchego, ≪coronista desta peregrina historia≫, omnisciente: conoce la vida del arriero QI16. Compuso la obra y sabe cómo va a acabar, QII59, recuerda que hay que seguir leyendo (QII25) o que hay que ir atrás, QII27. Es puntual en lo que cuenta, QII47, y resulta el único y verdadero autor, QII61. Aparece en el epígrafe del QII28, opina QII17 y metaliterariamente en QII44, ofrece su punto de vista QII8,38,48,59; personaje en QII2 en boca de Sancho. Echa las culpas a los impresores por lo del rucio, QII27, como ya se ha señalado. Su simbología onomástica tanto se debe a Señor (Cide) Hamed (que alaba) las berenjenas (Benengeli, según lo caracteriza Sancho en QII2) ˗esto último como guiño a los moriscos, tocinófobos pero muy aficionados, como a las pasas, a esos alimentos˗, o bien Ben- (hijo del) -engeli (del Evangelio). Ahora, si no conviene es, sin embargo, de poco fiar, QII3, mentiroso y engañador
8.- APÓCRIFO: Cuando faltan escrituras, surge: ≪Pero el autor desta historia, […] no ha podido hallar noticias dellas, a lo menos por escrituras auténticas≫: como hay ausencia también en el QII5, o en el propio epígrafe del QII23 con la historia de Montesinos, y en el QII24: ≪y si esta aventura parece apócrifa, yo no tengo la culpa≫, afirma Cide
9.- DON QUIJOTE: Anticipa la entrada de un autor superior, pronosticando al ≪sabio encantador≫ y el éxito y magnitud de su historia: QI2 y 9. En Barcelona, en la imprenta QII62, se produce la confluencia entre literatura y vida cuando don Quijote ojea las pruebas del falso Quijote, una posible edición clandestina del de Avellaneda, y ve que no coincide su historia con lo allí escrito. Se independiza y se rebela de su creador en Montesinos, QII23: donde Cervantes se adentra, como su protagonista, en las teorías renacentistas del sueño con la visión paródica de la ultratumba. Y como en la novela moderna, QI24, se independiza de su autor: la biblioteca de don Quijote, afirma él mismo, tiene ≪más de trescientos libros≫, QI24, pero anteriormente su autor cuenta solo ≪cien≫, QI6. En cualquier caso, muchos, pues seis docenas son los libros que tiene don Diego de Miranda, ávido lector y además de gran potencial económico. Se siente protagonista, crítico con su creador y defensor de su historia: QII3. El perspectivismo de Cide llega al extremo de ser árbitro imparcial en el QI21, con el yelmo de Mambrino entre las dos visiones: la de Sancho y la del caballero: ≪Mandó a Sancho que alzase el yelmo, el cual, tomándola en las manos, dijo≫. Después quedaría ≪el baciyelmo≫ de Sancho en QI24: un ejemplo de multiperspectivismo
10.- La PLUMA: Como aislamiento del autor, ≪como otro “yo” que surge≫ al final, QII74, ≪y continúa≫ (cursivas textuales procedentes de Viaje por mar con don Quijote, (1934), 1945, Thomas Mann), se funde y se confunde con 1.-Cervantes, 3.-Autor anónimo y 7.-Cide Hamete. Equivale al trabajo, no a la inspiración: El autor a su pluma: soneto en el prólogo del Viage del Parnaso, que, como ya dije en otro artículo en esta misma revista, aparece en algunas ediciones y en otras, en su lugar, un adorno tipográfico
Y 11.- AVELLANEDA: o el Licenciado Alonso Fernández de Avellaneda, autor del Segundo tomo del Ingenioso Hidalgo don Quijote de la Mancha, Tarragona, julio de 1614, cuando Cervantes anda redactando el QII59. Más allá de que detrás se oculten Jerónimo de Pasamonte (compañero de aventuras de Cervantes en Italia, Lepanto y Argel, y de ficción su espejo en QI22,23 y QII25,27, ≪Ginesillo de Parapilla≫), o Lope y Guillén de Castro (por ciertos anagramas), será la obsesión de los anteriores 10 autores. Llega a tal extremo de novedad el arte de Cervantes que el personaje de Avellaneda de Álvaro Tarfe (ya desde el primer capítulo de la Quinta parte del falso) lo introduce en el QII72. En el prólogo del QII, así como en el Persiles, IV1, y en el final, QII74 alude al ≪tordesillesco falso≫, responsable del cambio de “derrota” (dilógico por ‘derrotero’ y ‘derrota’ final) de don Quijote y Sancho de Zaragoza a Barcelona, QII59.
Solo como ejemplo de tantas identidades, de la escritura desatada, del inagotable malabarismo de intermediarios (en magnífica expresión de Sevilla y Rey) valga este fragmento extraído del QII44, justo en su comienzo, en el que pongo, entre paréntesis, el número correspondiente a cada autor. Asimismo, nótense las estructuras bimembres (en cursiva) y la teoría literaria con las distintas terminologías (en negritas). Es todo un ejercicio de estilo, un estilema de Cervantes, y una crítica dentro de la crítica:
≪Dicen (4) que en el propio original desta historia (6 y 7) se lee que llegando Cide Hamete Benengeli (7) a escribir este capítulo, no le tradujo su intérprete (6) como él le había escrito, que fue un modo de queja que tuvo el moro (7) de sí mismo, por haber tomado entre manos una historia tan seca y tan limitada, como esta de don Quijote, por parecerle que siempre hablar dél y de Sancho, sin osar a estenderse a otras digresiones y episodios más graves y más entretenidos […] había usado en la primera parte del artificio de algunas novelas, como fueron la del Curioso impertinente ya la del Capitán cautivo, […] Y, así, en esta segunda parte no quiso (7) injerir novelas sueltas≫.