Que nadie se llame a engaño. El motivo por el cual TVE realiza el programa “Entre todos” no es ayudar a los dos protagonistas que cada día sacan la cabeza del pozo gracias a las generosas aportaciones de los espectadores, por más que se empeñe en repetirlo su insoportable presentadora. Pongamos un ejemplo: el viernes día 25 una mujer consiguió 15.000 euros para montar una pollería con la que sacar adelante a su familia. Poco después, la madre de un niño discapacitado obtuvo 5.000 euros para una cama adaptada y una grúa hidráulica. Eso hace un total de 20.000 euros. Pero producir un programa como el mencionado cuesta diariamente entre 80.000 y 100.000 euros. Si la verdadera motivación de nuestra televisión pública fuera ayudar a personas en condiciones vitales durísimas, dejaría la pantalla en blanco durante las dos horas de emisión del programa y, con todo lo ahorrado, se podría ayudar a cuatro veces más personas de las que actualmente se benefician del programa. Pero no. TVE no se gasta 80.000 euros para ver si consigue recaudar 20.000 de la audiencia. Se lo gastan para producir diariamente un programa de ENTRETENIMIENTO basado en la obscena exhibición de desgracias parcialmente paliadas mediante la caridad. Bienvenidos al Chartity Show. Atrás quedan el Talk Show, el Reality Show y el Talent Show. Al parecer no llorábamos lo suficiente.
