(Instantánea futura de la Margen Izquierda)
El paisaje es el mismo pero el tiempo es otro.
A través de la ventanilla compruebas
los estragos que el tiempo ha ocasionado
en tu recuerdo. Alzas la vista.
SALIDA DE EMERGENCIA
letras mayúsculas sobre vidrio
se recortan contra el cielo plomizo
recordando que te fuiste.
Un trayecto de ida
cuya vuelta has tardado mucho tiempo en completar.
Nadie ha venido a recibirte a la estación.
Llueve distraídamente, casi sin querer,
de esa manera en que no lo hace ninguna lluvia
en ningún lugar del mundo.
Arrastras la maleta. Y mucho más.
Tomas el tren de cercanías que te llevará a casa.
Miras por la ventana: la ría, su margen izquierda
por la que avanzas absorta en un paisaje de grúas
que tú siempre asociaste con la era Mesozoica
donde enormes Tiranosaurios de hierro
afeaban un paisaje que a ti te hacía soñar.
En casa solo el felpudo te da la bienvenida
desde sus letras casi extintas, devoradas por pasos
que no te atreviste a dar.
La ventana de tu habitación tiene vistas al mundo.
La torre del BEC compite con las montañas,
los perros ladran al camión de la basura.
De fondo, el sonido de los Altos Hornos de Barakaldo
como el eco de un fantasma doliente que pulula en la medianoche
sin aceptar que ya no está.
Te abres paso por los corredores de la memoria,
avanzando a duras penas. Te detienes. Has escuchado
un arrastrar de cadenas. Y viene de ti.
Exposición. “Bizkaia vista por las mujeres”.
Biblioteca Foral Diputación Bizkaia.
