«el aliento del mar por la espalda
atraviesa como un guion el pecho de tu cuerpo,
ebrio de cardos en la lengua»
Ebrio de cardos en la lengua
«Cuerpos
y estatuas
en uno y otro mar
como en las páginas de una edición bilingüe»
Ritmos, Eugenio Padorno
*
Estoy leyendo en tu cuerpo la sombra de una estatua,
un cuaderno bilingüe de un solo uso con un solo beso,
con un solo verso,
dos manos traducidas en tu cintura,
una sílaba que claudica por tu pelo
y este deseo hiriente por mi lengua atravesada
como un guion; el pecho de tu espalda
en dos columnas de mis labios,
en ambas orillas de las páginas,
miedosas por los confines de una aventura sin estrenar:
Tradúceme en versión original y sin subtítulos
todas las yemas de tus dedos y el dolor insensato
de nuestro miedo.
Acurrucados por tu silencio, nos interpretamos despacio:
Mas con la lengua viva y cálida en tu boca
pienso mover la voz a ti de vida.
Así me acabas de encontrar en el diccionario, muy desnudo
en negritas el alma con tus manos,
repasando el abecedario hasta la zeta del comienzo
de mis comisuras.
Y así, rodearemos la cintura incrustada,
portada de tus besos sonando a tardes en clausura
y que tradujeses mi pecho con palabras inconexas.
Fotocopiamos en cuidadosa edición facsímil
todos nuestros gestos reunidos
en un juego insensato del tiempo sin casillas,
desesperados entre páginas sin numerar
que se pierden como números rojos en tu frente
hasta completar el silencio del frío.
Me lees en este cuerpo de sombras blandas
un epílogo bilingüe de un solo uso con un solo beso,
con un solo verso:
Sic.