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Desconfía de las respuestas rápidas y aduladoras, sobre todo si enseguida te piden dinero. Y, si no te lo piden, ten también mucho cuidado.
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Desconfía también de quienes cambian el discurso inicial y acaban pidiendo dinero. Valora que las propuestas sean siempre claras y razonables desde el principio.
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Antepón siempre la lógica y la prudencia al ego y la ilusión.
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Busca la coherencia; si desde una editorial, una agencia o un certamen te elogian, pero no asumen el riesgo de publicarte, sino que te piden dinero, valora la posibilidad de que quieran engatusarte.
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Pide siempre contrato y no firmes nada sin tenerlo claro todo y asegurarte de que no hay letra pequeña.
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A veces hay engaños en los que no se pide dinero directamente; por ejemplo, la obligación de vender un número de ejemplares o asumir ciertos compromisos.
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Sopesa lo que pagas y lo que te dan. Son injustas las propuestas en las que el autor paga la edición y a cambio recibe solo un pequeño porcentaje, o incluso unos pocos libros.
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Se dan casos en los que se envían contratos o devuelven manuscritos cobrando portes. O también otros tipos de pagos encubiertos. Has de estar siempre alerta.
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El concepto autopublicación o autoedicion implica ser propietario de nuestra obra a un coste razonable. Recela además de promesas que mencionan grandes centros comerciales.
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La falsa llamada “coedición” implica que el autor paga por publicar un libro y la editorial se beneficia. La verdadera coedición debe ser siempre un reparto equitativo de costes y beneficios.
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Piensa que hay algo más importante que pagar. La cesión de tus derechos puede “atarte” a terceros y ponerte en apuros graves. La insistencia en que no se cobra suele enmascarar malas intenciones. Valora en todo contrato lo que incluye y lo que omite.