Conocí a José Morella hace la friolera de 15 años, cuando era directora de la revista Luke y él el colaborador más brillante de la sección de Literatura. A mis ojos, Morella escribía mucho mejor que todos nosotros juntos, y el ascenso en su carrera literaria así lo corrobora. Con el tiempo llegamos a hacernos grandes amigos, y no tardamos mucho en intercambiar los originales de todo lo que íbamos escribiendo buscando una segunda opinión cualificada. Los escritores solemos hacerlo así, pues nos aporta un extra de seguridad ante agentes literarios y editores. En ocasiones, además, modificamos cosas a partir de alguna sugerencia acertada. El feed back de un lector ducho y discreto es aquí especialmente importante.
Pasaron los años y, con varias novelas en su haber, pasó a representarle Carmen Balcells, pues no en vano Morella había quedado finalista de un Premio Herralde, con una novela que también tuve el privilegio de leer en manuscrito y luego ver publicada. Se tituló “Asuntos propios”, y hoy repito que es una gran obra. Durante esos años, por mi parte, también publiqué varios títulos, y en lo personal, compré un piso en Barcelona, que es donde él vive y vivía por aquel entonces. Nuestros caminos volvían a cruzarse, más allá de lo virtual y el mundo de las revistas.
El año pasado José me pasó el manuscrito de Otto. El título provisional era “Otto, la película”. Habíamos quedado en una cafetería de la Travessera de Gracia, pequeñita, oscura y con una carta muy limitada, dado que es un punto de encuentro para veganos. Morella, que cubre su esqueleto con buena conversación pero muy poca chicha, es vegano convencido, y quedar con él supone acabar merendando infusiones de cardamomo y pastel de borraja. El caso es que, anécdotas aparte, leí aquellas páginas y quedé impresionada. Mi antiguo colaborador seguía escribiendo maravillosamente bien, aunque la novela no me pareciera muy comercial, como así se lo comuniqué en otra cita, esta vez en el vegetariano que se ubica junto al MACBA. En ella había calidad de sobra, originalidad en el planteamiento y personajes con garra, pero… ¿es eso lo que se vende a día de hoy en España o son las memorias de Belén Esteban, escritas por Boris Izaguirre?
Hace poco tiempo, José nos comunicó a todos sus amigos que ya está la novela en las librerías. Y desde aquí os la recomiendo. Cuando quieras, Morella, quedamos en ese bar pequeñito de Gracia y lo celebramos con un batido de zanahoria, manzana y apio.
** Entrevista recomendada para conocer un poco mejor al autor: http://revistadeletras.net/los-premios-el-futuro-y-los-prejuicios-un-dialogo-con-jose-morella/