AGITADORAS

PORTADA

AGITANDO

CONTACTO

NOSOTROS

     

ISSN 1989-4163

NUMERO 63 - MAYO 2015

Polvo de Cervantes

Román Piña

 

En las calles de todo el mundo se va a vender una nueva droga con este nombre: Cervantes.

Si visteis The Wire, recordaréis que cada temporada el nombre de la droga de moda cambiaba: un año los vendedores callejeros la llamaban (y así gritaban su nombre en busca de compradores) armas de destrucción masiva . Poco después la llamaban de otra manera, qué sé yo, pájaro amarillo o pandemia por ejemplo. La droga que se llamará Cervantes en cambio ha venido para quedarse: en Madrid y en Baltimore.

No nos quejaremos. La lápida que pondrán en la iglesia de las Trinitarias de Madrid será una atracción turística. La tienda de souvenirs con productos quijotescos puede ser maravillosa. Chapas, llaveros, bacinas, lanzas de justa medieval, figuritas... Y si hemos encontrado el polvo de Cervantes, es obligado crear una chuchería, que se coma, como los polvos de magnesia, un tang de la Mancha.

Los 114.000 euros gastados para desenterrar tanto hueso, tanta tela roída, tanto polvo, dirán algunos que son un despilfarro. No lo son. Cierto que es imposible discriminar restos y colocar aparte los del escritor (y su señora) para que sean venerados. Cierto que ese dineral no ha servido pues para encontrar nada, pues de hecho ya se sabía que había muertos en el lugar, y entre ellos Cervantes. Pero sin gastar 114.00 euros, ¿quién iba a tomarse en serio la noticia?

¿Y cuál es la noticia? ¿Que hemos encontrado a Cervantes? No: repito que ya sabíamos que Cervantes estaba allí, y da igual si estaba en el sótano o en el tejado. Total: tampoco sabemos qué montoncito de polvo es el de Cervantes, del montante del polvo de los 17 muertos.

La noticia es que vamos a crear un centro de peregrinación. Y a crear una sustancia adictiva: el polvo de Cervantes , una especie de cocaína que recorrerá el planeta divulgando la genialidad de la obra literaria de nuestro paisano. Esnifar polvo de Cervantes nos hará, si no escritores de talento, al menos un poco caballeros. Colocados de Cervantes, la droga, si no empezamos a salvar a damas en apuros, al menos cederemos con más frecuencia los asientos en el autobús a los ancianos.

Qué puntazo para el aniversario ese del Quijote.

¿Y para Ramón Llull, qué inventamos? Pensando en sus años mozos y  ardientes, yo iría pensando en algún producto para vender en farmacias y sex-shops. Una viagra o un lubricante Ramón Llull serían invencibles embajadoras del legado sublime y espiritual del beato casi santo mallorquín.

La realidad es cruel, implacable. Ayer los huesos de Cervantes eran protagonistas. Hoy son agua pasada. Eso no pasará con el polvo de Cervantes del que yo hablo. Este polvo va a ser más que flor de un día, más que una moda pasajera. El cristal de Walter White tuvo un Breaking Bad, y el Cervantes en polvo (según receta de las Trinitarias) merecerá una serie de no menor calidad. Se esperan grandes gestas de los personajes colocados de Cervantes. Los camellos del polvo de Cervantes, por descontado, no se llamarán camellos , sino rocines flacos.

 

 

 

 

 

Morcilla española

Bacina: El souvenir que viene

 

Vendedores de "Polvo de Cervantes"

 

@ Agitadoras.com 2015