"Aló, Jarabo"
Juan Planas
El mando a distancia del televisor nos puede deparar cualquier cosa. Así, días atrás me topé con una entrevista (grabada) al líder de Podemos en Baleares, Alberto Jarabo , en una de las tertulias de Canal 4. Sus opiniones, tan insustanciales como su ingrávida sonrisa, tuvieron la virtud de rendirme al buen humor del escepticismo. Por desgracia, este hombre no se entera de nada. Será que la realidad es demasiado compleja como para abordarla sólo con consignas más o menos bienintencionadas.
El caso es que era de noche y no tenía sueño. Sin embargo, las claves dialécticas de Jarabo me aproximaron, raudas, a la somnolencia. Les cuento algunas ovejas de su virtual rebaño. A falta de ideas propias, asamblearismo y redes sociales. Un indisimulado afán de control de los medios de comunicación privados. El corsé bien ceñido sobre los lomos escuálidos de la educación, la sanidad o el fisco. Todo muy público en una gran nación de funcionarios. El sector turístico bajo sospecha. Los sueldos (de los futbolistas, por ejemplo) limitados. O una auténtica inflación demagógica. Pero sigo.
Una política suicida (en el actual Estado de Derecho) respecto a las viviendas vacías de los ciudadanos y las entidades bancarias. Pobrecitos los bancos. Todo para terminar con la propuesta de la retransmisión (streaming) en directo de todas las negociaciones entre los partidos. De ahí a un ubicuo "Aló, Presidente" en la mejor franja horaria de las televisiones (se entiende que públicas, claro) va un solo paso. Fue entonces cuando me fui a la cama.