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ISSN 1989-4163

NUMERO 63 - MAYO 2015

entre culebras y extraños

Francisco Marín

Autor: Celso Castro. Editorial: Destino (2015). 154 pag. 18,00 €.

 

Leer a Celso es ir más allá de una simple lectura, leer entre culebras y extraños es mirar a nuestro interior y recordar que nunca dejaremos de ser lo que ya fuimos, en todos los sentidos.

Lo primero que llama la atención cuando abrimos el libro es la forma en que está redactado… minúsculas y sin puntos y aparte. Uno piensa “menudo trabajo, me voy a perder más que en un laberinto…” , pero no, la lectura es fluida, lógicamente con mayor atención que en otras; nos hacemos con ella sin mayor problema. El lenguaje es preciso y desnudo de cualquier adorno que haga desviarnos de la historia.

“mi padre se quedó sin aliento durante la cena, creímos que se había atragantado y nos levantamos a darle manotazos en la espalda, mi madre, yo no me atrevía. entonces se desplomó, la cara en el plato, verde de brécol. y a partir de esa noche la muerte se instaló en mi casa, lo digo así porque es lo que sentí, que vivía con nosotros y se había acomodado solemnemente en el sillón de mi padre, y le curioseaba los libros de su biblioteca, casi todo de autores rusos, le gustaban los rusos, no se por qué, manías.”

Esa es la imagen de inicio de la novela de Celso; autor no muy conocido para muchos lectores, lectores que tienen una magnífica oportunidad de acercarse a él con entre culebras y extraños.

El protagonista; del que, en ningún momento, conocemos su nombre; es un adolescente de 16 años, pesimista, enfermizo, muy débil y muy enamorado de Sofía, amiga desde su más tierna infancia. Estamos frente a una gran historia de amor, por otra parte poco común. El carácter enfermizo lo lleva a leer a filósofos atormentados y pesimista como, entre otros, Schopenhauer, Nietzsche y Kierkegard.

A los lectores acostumbrados a las publicaciones de consumo, más o menos masivas, les invito a que se acerquen a esta novela pues sentirán sensaciones similares a un paseo en una montaña rusa por el vacío que algunas páginas nos deja en el estómago.

El carácter pesimista, que nos deja un regusto amargo y triste, lo vemos plasmado en estas palabras: “…y no me preguntes qué es lo que yo considero importante porque no tengo ni la menor idea, que para mí un hombre no es más que un conjunto de aparatos, ya sabes, el respiratorio, el digestivo, el circulatorio, el… reproductor y el excretor, que es el último.” (página 37).

La narración es frenética, toda ella en primera persona, subjetiva, egoísta, poética… Memorable el trabajo que Celso Castro desarrolla en entre culebras y extraños al narrar lo cotidiano a través de los ojos de un chaval de 16 años.

Hagamos un alto en el conjunto de las lecturas que tengamos entre manos y reflexionemos junto a “…” sobre, la vida, la muerte, los miedos, el hombre. En definitiva sobre nosotros mismos pues « nunca dejaremos de ser lo que fuimos » .

Celso Castro (A Coruña, 1957) ha encontrado en Galicia la atmósfera perfecta para todas sus ficciones hasta el momento. En 1995 publicó su primera novela, De las cornisas , con el seudónimo “m. de venganza”. Sus siguientes obras, Dos noches (2001), El cerco de beatrice (2007, Ediciones del viento), El afinador de habitaciones (2010, Libros del Silencio) y Astillas (2011, Libros del Silencio) ya llevaban su propia firma. Es un colaborador habitual de algunas revistas de poesía y magacines literarios y culturales.

Desde tierras gallegas nos habla Celso…

P.- ¿Cómo, cuando y por qué se le ocurre   entre culebras y extraños ?

R.- No tengo ninguna idea preconcebida, ninguna planificación. Estos son los -relatos del yo- escritos en primera persona. Lo único que hago es dejar que el narrador hable.

P.- Llama la atención el estilo y la redacción ¿por qué no hay mayúsculas ni puntos y aparte?

R.- Empecé como poeta, y me gustaban los poemas desnudos, con palabras desnudas, sin adornos, sin signos de exclamación o interrogación, a ser posible.

P.- Puntualizo la pregunta anterior... En las páginas 35, 44, 61, 125 y 126 hay las únicas mayúsculas, entre otras,  SANA, HERMANA   y   ¡SOFÍA!  ¿Cual es la intención?

R.- Cuando se escribe alguna palabra en mayúscula, se hace para enfatizar, casi siempre irónicamente.

P.- entre culebras y extraños   es ¿Narración filosófica o filosofía narrada?

R.- Creo que ninguna de las dos cosas. Es un narrador en proceso de crecimiento y que lee filosofía.

P.- ¿Por qué no se nombra al protagonista por su nombre? ¿Lo tiene?

R.- Porque tendría que llamarle Celso, y sería una peligrosa impostura.

P.- Dénos una explicación del odio, que tiene el personaje, a su padre. Lector de filósofos, principalmente Schopenhauer y Nietzsche, ¿por qué?

R.- El padre inicia una guerra por las atenciones de la madre, que le roba el narrador con sus enfermedades. De ahí proviene ese rencor entre los dos. Además de esto, el narrador es más idealista. Busca un pensamiento limpio, nuevo. La lectura de filósofos es una preparación para ese pensamiento que cambiará su vida, la vida.

P.- ¿Nunca dejamos de ser lo que fuimos?

R.- No, y creo que es un error no cultivar esas edades en nosotros.

P.- En la página 118 leemos:   "...qué filosofo permite que su privilegiado intelecto se descomponga por una mujer...".   ¿Cómo calificar y clasificar esta expresión?

R.- Bueno, yo no califico ni clasifico a mi narrador, no es mi labor, y no debería ser la de nadie. En la novela hay un choque entre ese pensamiento filosófico, muy exigente y solitario, y el sentimiento amoroso que lo empuja a unirse a otra persona. El tono sigue siendo irónico.

P.- ¿Cuales son sus géneros y autores favoritos?

R.- Leo de todo, y más de -todo- que literatura. Mis favoritos son los filósofos mencionados, y Joyce, Proust, Dostoievski, Henry James.

P.- ¿Qué está leyendo ahora mismo?

R.- Como mi narrador: Teresa de Jesús.

P.- Como lector, prefiere: ¿libro electrónico o libro en papel?

R.- Prefiero el papel, para leer y para escribir. Las máquinas apremian.

P.- ¿Qué manías tiene a la hora de escribir?

R.- Detesto las manías, no las cultivo. Pero si me empujas a una respuesta, te diría: té y vitaminas.

P.- Cuéntenos alguna curiosidad literaria personal que le haya ocurrido y se desvele ahora.

R.- Últimamente me está ocurriendo algo inquietante, escribo cosas que suceden dos o tres días después.

P.- Sus planes inmediatos y futuros ¿son?

R.- Terminar la novela que estoy escribiendo - las brujas -.

 

 

 

 

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