Otxo Apuntes sobre la Película Ocho Apellidos Vascos
Il Gatopando
1 La película blanquea la violencia terrorista a través de la sátira sobre una ramificación de la misma, la kale borroka –lucha callejera-. No debe sorprender que la mayor incomodidad respecto de la película hayan venido de parte de quienes advierten en ella una falta de consideración –a través de su relativización- del dolor provocado por la violencia, especialmente a víctimas del terrorismo y a sus familiares.
2 La película blanquea el nacionalismo radical a través de la estereotipación de sus símbolos y actitudes. El humor lo aproxima a quienes se sienten ajenos a él. No obstante, quienes quedan quizás en una posición más incómoda son los propios nacionalistas al ver su comportamiento reducido al absurdo a través de su caricatura, más aún cuando el público destinatario de la película –a diferencia de lo que ocurría con Vaya semanita, en la que trabajaron los guionistas de la película- es fundamentalmente español.
3 A través del humor, de la capacidad para reírse de sí mismos, la película contribuye a devolver un sentimiento de simpatía hacia los vascos después de décadas de mal rollo, en las que ser vasco fuera de Euskadi a menudo ha representado una incomodidad.
4 La película ofrece un ejercicio de relaciones públicas –digno de algunas de las películas europeas de Woody Allen- al presentar una Euskadi idealizada de pueblos bucólicos entre planos del perfil recortado de la costa vasca proyectada hacia el horizonte bajo cielos luminosos.
5 En última instancia el mensaje de la película aboga por la convivencia y por la superación de las diferencias: el roce, el trato, consigue que se aparquen los obstáculos culturales e identitarios.
6 La película demuestra que la gente tiene ganas de reír sobre aquello que tanto sufrimiento provocó lo que, a la postre, se traduce en un deseo de superación y de normalización del conflicto. Ello no quita para que haya gente que estime que aún es demasiado pronto, que ha de pasar más tiempo.
7 El maltrecho cine español demuestra su capacidad para incidir en la realidad y exhibe potencial comercial cuando conecta con el público. Cabe anticipar la producción y estreno en un futuro próximo de una ristra de sucedáneos e imitaciones que desde el ventajismo rápidamente devaluarán y agotarán la veta creada por el inesperado hallazgo, más aún si se tiene en cuenta que el producto parece destinado estrictamente al consumo interno y no parece factible su exportación.
8 ¿Qué tendrán los Del Río? Después de protagonizar un fenómeno del calibre de la Macarena el triunfal cameo del dúo sevillano parece avalar el lanzamiento de Ocho apellidos vascos a otra dimensión.