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ISSN 1989-4163

NUMERO 53 - MAYO 2014

La Prostitución Romana

Carmelo Arribas

 

Si ha habido una situación más a-legal de la mujer a través de la historia esta ha sido la de la prostitución. Cuando se habla de prostitución, siempre se piensa en la prostitución femenina, ya que esta era la más abundante, tolerada y visible, mientras que la masculina, era más oculta y con un mayor estigma social y rara vez se hace referencia a ella.

La existencia de intercambio de sexo por algún bien o dinero, puede rastrearse desde los más remotos documentos de los que tenemos noticia. Pero pese a su gran antigüedad, su situación se ha mantenido siempre en una línea inestable entre lo aceptado pero no admitido socialmente y la persecución más atroz, las mujeres que lo ejercían, se han encontrado, según las épocas, entre la permisión e incluso su uso admitido, como elemento para escalar, en el poder o en el reconocimiento social, hasta su descrédito, según las circunstancias. Sea como fuere, pocos historiadores que se hayan ocupado de la situación social de la mujer en el transcurso del tiempo, han abordado esta situación a la que se han visto abocadas, en la mayoría de los casos, por la necesidad o por la miseria.

El origen etimológico del término viene de la palabra latina, prostituere , que significa "exhibir para la venta", lo que nos da una idea del carácter de esta actividad, en la que la mujer se pone literalmente “a la venta”. Aunque también puede considerarse el nombre como procedente que los lugares donde solían colocarse para atraer a los clientes, que era “delante de” (1) las “stabula”, que aunque su significado más habitual es: cuadra, establo, la palabra “stabularia” significa “posada”, y esta era una localización muy habitual, ya que a juzgar por el diálogo que se encuentra en un relieve romano de Aesernia, ahora en el Museo de Nápoles(2), en el que el cliente de una posada arregla cuentas con el dueño, este incluye en la cuenta los servicios de una muchacha como algo tan normal como podía serlo la comida, el alojamiento o la paja para la caballería..

-Posadero, hágame la cuenta.

-Un sextario de vino. Por el pan un as; por el pulmentarium(3), dos ases.

-Conforme.

-Por la muchacha, ocho ases.

-De acuerdo también.

-Heno para la mula, dos ases.

-Bien.

Aunque estos alojamientos solían llamarse “Cauponae”, que abarca el significado general de tiendas, porque a juzgar por un texto de Plauto, también se ejercía el comercio del sexo en las panaderías, aunque en estas se encontraban las prostitutas más baratas y de menor nivel social, a las que acudían siervos y esclavos.

Hay pocas palabras en la lengua castellana que tengan tantas acepciones para denominar a la mujer que ejerce esta profesión o modo de vida, aunque también de modo discriminatorio se define a la mujer que ejerce sus sexualidad sin recato, o no ateniéndose a las normas preestablecidas en la sociedad. Sin embargo la más usada “puta”, carece de un claro origen etimológico, otorgándosele las más peregrinas teorías procedentes de todas las palabras latinas que en su raíz tienen la sílaba put- ya sea “putus” , “niño” cuyo femenino sería “puta” , aunque esta palabra cuenta con el inconveniente de que esta denominación se refiere a niños particularmente muy pequeños. También afirman otros que podría provenir del verbo “puto” , uno de cuyos significados es “pensar” y nos retrotraen a supuestas niñas griegas, compradas como esclavas, cuya formación filosófica hizo que a estas se las denominara como “putas” , “las que piensan”. Algo que me parece muy cogido por los pelos, y casi me inclinaría más por el significado proveniente del verbo “puteo” , “estar podrido”, que definiría con un vocablo de rechazo moral a las que ejercían el oficio de la prostitución, ya que dudo que fuera por el mal olor, ya que habitualmente suelen perfumarse para ser más atractivas para los posibles clientes. En el más allá en la búsqueda de un posible de significado, se ha llegado hasta relacionar esta palabra con el relato bíblico en el que José, (Gen. 39, 6-18) criado de Putifar, es requerido sexualmente por la mujer de este, con lo que se acuñaría esta palabra, para definir a las mujeres que hacen uso del sexo fuera de los ámbitos del matrimonio.

Resultan muy curiosas las denominaciones latinas de las diversas clases de prostitutas según su localización. Las había que buscaban a su clientela ubicadas bajo las “fornices”, o sea, las “ bóvedas o arcadas” de los edificios públicos como los circos, y teatros, habitualmente están mujeres eran persas u orientales, solían vestir de modo provocativo, y solían atraer a los clientes mediante bailes sensuales, estas acuñaron el término “fornicar” por realizar el acto sexual en estos lugares.

Son muy interesantes los estudios realizados por María Quintillá Zanui, de la Universidad de Lérida sobre el lenguaje latino para denominar todo este mundo de la prostitución(4). A pesar de la censura de muchos textos mutilados en la Edad Media, llama la atención la cantidad de apelativos para denominar a estas mujeres, que se dedicaban al “quaestus meretricius”(5), diversidad que contrasta con la parquedad existente de palabras cuando se refiere a otros ámbitos de la mujer, contabilizándose al menos 65 de los 316 que se refieren a otros aspectos, como; laboral, familiar, maternidad, parentesco, etc.

Resulta sumamente curiosa la denominación de las mismas según si:

-Trabajan en un burdel, o un lugar definido: Fornix, ganea(6), proseda, sellaria(7), prostibulum, prostibula, prostibulata, prostituta...

-Las que ocupan la calle las: Erratica scorta(8), a su vez según el lugar y movilidad, se denominaban: Bustuaria(9), circulatrix(10), suburana(11).

-Según el horario: Noctiluca(12), noctuvigilia Venus(13), nonaria(14).

-Según su aspecto físico: Culiola(15), culibonia, miracula(15), scruppeda(17), strittabilla(18).

Pero las denominaciones se podrían extender a diversos otros aspectos como el atuendo personal que utilizaban, el beneficio que se llevaban, e incluso términos que indican la reprobación moral e incluso el insulto como: Famosa(19), impudica, improba(20), infamis, publica(21), spurca(22), vilis(23), excetra(24), limax(25), scratta(26) o lupa.

Y me detengo en esta última acepción ya que, lupa, significa “loba”, y son muchos los que creen que el mito de la loba que recoge a Romulo y Remo, hijos de la vestal Rea Silvia y del dios Marte, y que son abandonados en una cesta en la orilla del río Tiber, no es lo es tal, ya que la “lupa” a la que se refiere no era una loba, sino una prostituta “ erratica scorta”(2), que hacía la calle a la orillas del río Tiber y que encontrando a los fundadores de Roma, los crió.

 

(1) Pro; prep. de ablativo. Delante de.- Diccionario latino Spes.

(2) Inscripción de Calidio erótico.

(3) Potaje

(4) Interdicción lingüística en las denominaciones latinas para “prostituta”.Año 2004. Universidad de Lérida

(5) Negocio meretricio. El verbo latino: “mereo”, significa; “cobrar”. Lo que da sentido cabal a la palabra “meretiz”.

(6) Ganea: Taberna, figón.

(7) Proseda y sellaria, pueden tener un significado semejante, ya que “sella” es un asiento, un taburete de trabajo, lugar en el que esperaría la mujer posiblemente ante su casa u otro lugar a los clientes, el mismo sentido que “proseda”, cuyo origen del verbo : “sedo”, sentar, define a la mujer que está sentada esperando.

(8) Textualmente: Libertina deambulante. Lo que llamaríamos ahora: puta callejera

(9) La que trabaja en los cementerios. Estos solían estar a las entradas de las ciudades y flanqueando las grandes vías de comunicación.

(10) Que va de un lugar a otro dando vueltas.

(11) Suburra era un barrio de mala nota de Roma, por lo que, suburana, significaba que procedía de dicho lugar.

(12) Textualmente: La que luce por la noche. Lo que indicaría que tales mujeres llevaban un farol para ser vistas.

(13) La Venus de la noche.

(14) La hora nona era la de media tarde o sea las tres de la tarde aproximadamente, momentos de siesta.

(15) Hacen referencia al culo. Culo pequeño y buen culo.

(16) Maravillosa

(17) De pies torcidos, coja de tanto andar buscando clientes

(18) Significado desconocido para el autor, pero quizás pueda provenir del verbo “stritto”, que significa “tambalearse”, lo que definiría a una mujer que se contoneaba al andar.

(19) Famosa: Esta palabra está tomada en su sentido más peyorativo. Cuando Suetonio habla de: Femina famosa, se refiere a mujeres casadas libertinas y adúlteras. Con el tiempo, famosa y meretriz llegaron a ser sinónimos.

(20) Mala, que se aparta de lo bueno, perversa.

(21) Es interesante el significado de “ publica” , como perteneciente a todos, frente a lo privado, que solo pertenecía al marido.

(22) Guarra, sucia.

(23) De bajo valor y por extensión, despreciable.

(24) Víbora.

(25) Babosa.

(26) Bacinilla en la que se solía escupir.

(27)Textualmente: Libertina deambulante

 

 

 

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