Perdonen ustedes si les habla un humilde mortal, maldito pecador de la pradera, que nunca podrá aspirar a saborear las finas ambrosías del Olimpo, reservadas sólo a los dioses que disfrutan de tan espléndidas moradas, pero es que este caminante de la tierra leyó el otro día en los papeles que uno de los preferidos por las divinidades balompédicas, lord David Robert Joseph Beckham gasta al mes la poco pretenciosa suma de 1.300 euros de nada en slips, por estos pagos hispánicos calzoncillos o algunos más ligeros tanga, en cubrir salva sea la parte con una marca cuyo nombre no publicitaré aquí que para eso ya se bastan ellos. A ser posible blancos y de un solo uso, ¡Oh, yeah!, que hay que incentivar la producción en los mares asiáticos y perhaps en los emergentes más abajo del Tío Sam.
Pensarán vuesas mercedes que entrome un ataque de enviditis aguda ante semejante novedad pues Lord Beckham es muy libre de gastarse sus posibles en lo que sus reales desearen y quizás no les falte razón. Imagínome al distinguido anglosajón encaminándose a sus tiendas de preferencia y/o a sus criados, encargando la compra de tan distinguidas pertenencias como quien no quiere la cosa, como si servidor baja de su casa para beberse dos rubias en el bar de la esquina. Para tan alta calidad 1.300 euros pudieran ser como para usía dos euros en la degustación de una cerveza espumosa. Y si no, pregunten a muchos de los workers de este país llamado hasta hoy España si su soldada mensual, incluida la del muá, llegales a tan diminuta cantidad en una calidad como la suya, que según los rotativos deportivos, puede ascender a la cifra de 30 millones de euros anuales, sumada ficha deportiva e ingresos publicitarios multivarios. Más incluso que estrellas del Olimpo balompédico como CR7 y el propio Leo Messi.
No piense vuesa merced mal de estos insidiosos vecinos del sur que asombran sus bocas ante semejante noticia pues no hemos sido capaces de llegar a las mansiones de Zeus donde excelentísimo habita. Ni legiones de trabajadores, funcionarios, parados, pensionistas, autónomos y demás suerte de diminutos siervos de la gleba devorados por el capitalismo rampante podemos alcanzar tal suerte de majestuosidad reflejada en el poderío de sus reales slips. No hay otra que conformarnos con el reflejo de sus fulguraciones cuando miramos hacia arriba.
¡Ah!, olvidaba referir, disculpen usías tan casquivana memoria, que su celestial esposa Victoria, según también las crónicas de los amanuenses que seguro tampoco llegan al gasto mensual en calzoncillos, puede estipendiar en una tarde festiva de compras por las tiendas"in" de su placer la desdeñable cifra de 350.000 euros en trapitos, complementos, zapatos y demás menaje para el hogar. Ridícula cantidad que es quizás la que un currante de estos pagos puede lograr con 30 ó 35 años de trabajo ininterrumpido con madrugones y nocturnidades incluidas.
Pero quién es este maldito apuntador para atreverse a criticar tan elevadas razones, humilde mortal que sólo pisa la tierra y sabe de crisis y recortes, sueldos congelados desde tiempo ha y eliminación de pagas extras para no tener sueños de tan altas majestades como la que vuesa merced, Lord Beckham y su mujer gastan.
