¿Cómo se convierte alguien en un novelista que corre? O mejor aún, ¿qué pueden tener en común un atleta y un escritor?
Que se lo pregunten al corredor-escritor japonés Haruki Murakami, quien afirma que la mayoría de métodos que conoce para escribir novelas los ha aprendido mientras corría cada mañana. Una manera curiosa de convertirse en novelista, desde luego, o de inspirarse para enfrentarse a la frialdad del papel en blanco, quién sabe.
Y es que para Murakami el hecho de correr y de escribir se ha convertido en algo más que en quemar maratones o vomitar palabras que cuentan historias, se ha convertido sobre todo en una actitud vital.
Nos explica el mismo autor que un día del año 1982, cuando contaba con 33 años de edad, se levantó por la mañana y decidió que dejaría de regentar su club de jazz para dedicarse exclusivamente a escribir y a correr. Y así lo hizo. Al año siguiente estaba corriendo en solitario la maratón de Atenas. Ese fue el pistoletazo de salida de muchos kilómetros bajo sus pies. Ahora, con una gran cantidad de libros publicados, entre ellos "Crónica del pájaro que da cuerda al mundo", "Al sur de la frontera, al oeste del Sol" o "El fin del mundo y un despiadado país de las maravillas", y después de participar en numerosas carreras de larga distancia, Murakami reflexiona sobre la influencia que el atletismo ha ejercido en su vida y en su obra literaria.
"A menudo me preguntan en qué pienso cuando estoy corriendo.
Corro para lograr el vacío. Mientras corro simplemente corro.
Realmente casi nunca pienso en nada serio. Son pensamientos generados en torno al eje de la vacuidad".
Prepararte para una maratón y correrla es parecido a escribir una novela y publicarla, se trata de llegar a la meta sin importar el tiempo que tardemos en recorrer el camino. Para ello nos da tres claves que él, sin duda, aplica cada día mientras corre y mientras escribe: talento, constancia y concentración.
Cercanía y humildad
Si algo te sorprende al leer el libro es la cercanía y humildad con que Murakami hace públicos sentimientos, experiencias y reflexiones.
Por eso, este libro se convierte en lectura obligada para todos aquellos que salen diariamente a correr, sin importarles la hora, el clima o las circunstancias. De lectura obligada también para aquellos que mientras corren dedican tiempo a reflexionar y meditar.
Y hasta a veces incluso escriben estas reflexiones. Un libro motivador para aquellos que pretenden correr una maratón o concluir un libro, porque la vida es como una novela y es una carrera: "Para mí escribir una novela es enfrentarme a escarpadas montañas, alcanzar la cima. Superarse a uno mismo o perder: no hay más opciones".