Es ésta la primera novela de la escritora terrassense Maite Lucas, de formación y profesión ajenas a la literatura, pero siempre conectada de una manera muy sutil con la escritura a través de la poesía y la versificación de textos.
Coincidiendo con el cuarto centenario de la publicación de "El Quijote", Lucas buscó editor para un ambicioso proyecto: la versificación de la novela de Cervantes, una obra original e interesante, pero poco comercial en tiempos de best-sellers de ritmo trepidante y vertiginoso. De ahí que se planteara escribir algo más actual y comercial. Y de la simbiosis entre el tema clásico cervantino y la actualidad de la problemática de la violencia de género surgió "Alma viva", una novela que engancha sobre todo porque el tema que trata está en la calle y en los telediarios, y si a unos les toca de refilón, otros lo sufren en su propia piel: el maltrato, tanto físico como emocional, en su vertiente más cruda.
Lucha por la superación:
Mariola, la protagonista, verá truncadas sus aspiraciones personales, profesionales y como esposa y madre, por la voluntad tiránica e inflexible de un marido que no tolera la superación personal de su mujer. El eje central de la novela viene marcado por la lucha de la protagonista por conseguir su individualidad sin perder la dignidad. Y, como el Quijote del manco de Lepanto, Mariola será un alma viva, que, a pesar de las dificultades, alberga un coraje y una fortaleza vital dignos de admirar, y no cejará en su intento por conseguir sus aspiraciones personales y la soberanía de su alma aunque para ello tenga que pagar un precio muy alto: morir para volver a nacer.
No desmerecen en absoluto los temas secundarios que se van entretejiendo con la trama principal: la homosexualidad de una pareja de suizos amigos de la protagonista o la rivalidad profesional donde prima escalar peldaños aunque para ello haya que pisar al más débil.
Atrapa también por su acción trepidante donde las anécdotas se suceden a un ritmo vertiginoso hasta darse de bruces con la fatalidad del destino de los que no se dejan vencer.
Y seduce asimismo por su frescura a la hora de dirigirse al lector.
Está escrita con la misma naturalidad y espontaneidad con que nos comunicamos en el día a día. El lenguaje es directo y actual, a veces rozando el desparpajo y la chabacanería, otras imaginando sutilezas de la poesía más inefable. Y este mismo lenguaje nos transporta a escenarios muy conocidos: el antiguo Mesón de los Arcos en la Plaça Vella, la Rambla d'Egara, el mercadillo de Les Fonts o la escuela de enfermería.
El éxito de "Alma viva" ha animado a Maite Lucas a continuar su labor como escritora con un proyecto laborioso a la vez que ambicioso: la versificación de la Biblia. También lleva meses trabajando en la elaboración de la que será su segunda novela, de temática algo más intimista y mística.