Un hombre enorme como una montaña.
Un hombre de hombros
Anchos y enormes, de hambre enorme
Y enorme es su espalda.
Y enorme su panza.
Un hombre que hace figuras de arena
En una playa.
Un hombre de gruesas piernas
Y largos brazos
Y larga, muy larga es su sombra.
Y roza las nubes cuando la nombra,
Y peina los cielos cuando camina y avanza.
Un hombre que hace figuras de arena
En una playa.
Un hombre enorme y en llamas
Con una pala azul entre manos enormes,
Con ese rastrillo oxidado. Con esa brocha gastada,
Con esa varita prestada.
Y con un pincel ridículo.
Un hombre que hace figuras de arena
En una playa.
Un hombre muy grande,
Muy grande y solitario que duerme al raso.
O en una diminuta tienda de campaña, de esas
Que vuelan en jirones, al viento,
Si viene al caso.
Un hombre que hace figuras de arena
En una playa.
Un hombre gigantesco, que al vacío surge al compás del tiempo
De entre los matorrales del viento ilógico,
De entre la maraña del tiempo mitológico,
De entre la desazón y de entre el olvido
De la nada básica.
Un hombre que hace figuras de arena
En una playa.
Un hombre de piel morena,
De pelo en pecho y largos pelos y largas barbas.
Un hombre que asusta un poco.
Y que también se asusta del paso miserable de la penumbra
De tantas estrellas y de la inmensa noche.
Un hombre que hace figuras de arena
En una playa.
Y ahora un niño lo está mirando.
Y observa cómo riega
Con un extraño artilugio transparente a la espalda
Las figuras de arena que dibuja, que modela
Que sueña, en esta playa.
Un hombre que hace figuras de arena
En una playa.
Ahora el gigante desciende su mirada del cielo
Y la posa en un niño que le observa.
Y la reposa en su pelo,
Y le sonríe. Y babea y moquea.
Y rememora su silueta del tiempo lejano.
Un hombre que hace figuras de arena
En una playa.
Y rememora y estornuda recuerdos de antaño.
Un niño con tirabuzones rubios
Y dedos gordezuelos
Que construía castillos de arena
En los tiempos borrosos y malditos.
Un hombre que hace figuras de arena
En una playa.
Un hombre enorme como una montaña.
Un hombre grande, muy grande,
Un gigante de arena que, desnudo y al compás del viento,
Se deshace.
Y se quema.