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ISSN 1989-4163

NUMERO 121 - MARZO 2021

 

Checoslobalkania XVIII: Diccionario Jázaro, de Milorad Pavic

Luis Arturo Hernández

    FICCIONARIOSERBIO
¿DISCRIMINACIÓN DE GÉNERO (LITERARIO) EN DICCIONARIO JÁZARO?
(MiloradPavic, Diccionario jázaro. Novela léxico (ejemplar masculino), Anagrama, 1989.
MiloradPavic, Diccionario jázaro. Novela léxico (ejemplar femenino), Anagrama, 1989.)

                                                                                                          Para Silvia I. A.
in memoriam.

     “[El doctor IsailoSuk] piensa que el siglo XXI se distinguirá del nuestro porque los hombres se rebelarán por fin contra el aburrimiento en el que hoy chapotean como en el agua estancada. […] Es de suponer que los hombres futuros se despertarán y se sublevarán contra esa peste, lucharán contra las escuelas aburridas, los libros aburridos, la música aburrida, la ciencia aburrida, las reuniones aburridas, y por último, como lo pide nuestro padre Adán, exiliarán el aburrimiento de sus vidas.”
MiloradPavic, Diccionario jázaro [pp. 266-267.]

 ¿SPOILEAR, ESPOLEAR O EXPOLIAR?
 O
LECTURA PERSONALIZADA DEL ENCICLOPEDIARIO

   Si ha habido, en el siglo XX, un período en que la literatura fuera concebida como un hipertextopostestructuralista, una obra abierta con ecos de Eco, un juego combinatorio de Oulipo, fue la década los años 60. Y resulta inevitable, ante el mecanoscrito impreso de un manuscrito transmitido a lo largo del último milenio por copistas y fotocopistas (y fotomatones) como lo es el Diccionario jázaro (1984) de MiloradPavic, del scriptoriumbalcánico hasta la Galaxia (¿o Gálata?) Gutenberg, encuadernado entre prólogos, epílogos y apéndices a manera de un enciclopediario, y precursor de ese cursor que nos guía por el hipervínculo de internet, dar el salto a la Rayuela (1968) de Cortázar, para de ahí meter baza en el Juego de cartas (1964) de Max Aub, y retrotraerse a esa maquinita de hacer aleatoriamente Cien mil millones de poemas (1961) de Raymond Queneau... (Por no dar el salto a Detrás de la puerta (1993), primera novela interactiva de Alina Reyes.)
   Y a esa sucesión de mutaciones de la fantasía provocadas por el azar y la nece(si)dad de la lectura parece ajustarse este “ficcionariojázaro”, nuevo “modelo para armar”, “un territorio” —como imagina Moreli en la casilla 62, clave de Rayuela— “donde la casualidad psicológica cedería desconcertada, y esos fantoches se destrozarían o se amarían o se reconocerían sin sospechar demasiado que la vida trata de cambiar la clave en y a través y por ellos, que una tentativa apenas concebible nace en el hombre como en otro tiempo fueron naciendo la clave-razón, la clave-sentimiento, la clave-pragmatismo” (en J. Cortázar, Rayuela, Edhasa, 1980, p. 417).Y he aquí, pues, su tablero de dirección  o instrucciones de uso:

     «Modo de utilizar el diccionario […]
    Los tres libros de este diccionario—amarillo, rojo y verde— pueden leerse en el orden que plazca al usuario: empezando por el que aparezca en primer lugar al abrir al azar este diccionario. […] En otra ocasión lo leerá como un dardabasí, que vuela solamente los jueves, aunque puede reestructurarlo a la vez y darle infinitas vueltas como si fuera un “cubo de Rubik”. No será necesario respetar cronología alguna. Así cada lector podrá recomponer el propio libro en una unidad como en una partida de dominó o de naipes, y obtendrá de este diccionario, al igual que de un espejo, tanto cuanto invierta en el mismo, pues de la verdad —como se apunta en una de las páginas de este léxico— no puede obtenerse más de lo que se pone.»
MiloradPavic, Diccionario jázaro. Novela léxico [pp. 21-22.]
Y si hay, en la tradición narrativa, algún temor por parte del lector ha sido siempre el miedo a que le destripen el final, lo que hoy se denomina ridículamente “hacer spoiler”.
    Adelantarle, no obstante, al lector y/o la lectora —y la diferencia es pertinente— que la única diferencia entre el “ejemplar masculino” y el “femenino” deDiccionario jázaro de MiloradPavic es un párrafo de 14 líneas —“14 líneas dicen que es soggetto”— en la página nº 270, en la penúltima entrada de esta “Novela léxica”, no incurre en el aludido idiotismo en una “novela” diccionario como ésta, sino que, por el contrario, espolea al lector que desde dicha entrada,que debiera ser—conocida ya la “clave” del desenlace— la salida del laberinto, o despertar la curiosidad por h/ojear entradas previas que le permitan contextualizar sendas versiones de un simple intercambio de papeles, será lanzado a un periplo en el espacio-tiempo que trueca la enciclopedia ficticiaen atlas historiado, los tres cuadernos de bitácora en planisferio o, más aún,  en su carta esférica de marear.

                                   LECTURA CON SESGO DE GÉNERO
                                                               O
NOVELAS (Y) EJEMPLARES

     «NOTA FINAL SOBRE LA UTILIDAD DE ESTE DICCIONARIO
[…] La bella persona de ojos veloces y cabellos lentos, que leyendo este diccionario y corriendo en su propio miedo como en una habitación, se sienta sola, que haga lo siguiente. Que salga el primer miércoles del mes a mediodía con el diccionario bajo el brazo y se siente delante de unapastelería en la plaza mayor de su ciudad. Allí le esperará un joven que, como ella, acaba de probar una sensación de soledad después de haber derrochado el tiempo en la lectura del mismo libro. […] Que regañen entonces duramente al lexicógrafo, pero que terminen cuanto antes, en nombre de lo que viene después, porque eso es un asunto exclusivo de ellos y vale más que cualquier lectura.»
MiloradPavic, Diccionario jázaro. Novela léxico [p. 312.]

      A la vista del sesgo sexual ¿y sexista? de los narratarios —destinatarios internos de la novela: “La bella persona de ojos veloces y cabellos lentos que […] corriendo en su propio miedo como en una habitación, se sienta sola” versusun joven que, como ella, acaba de probar una sensación de soledad”—, y del sesgo de género (cruci)gramaticalde sendos ejemplares —la femenina ejemplar vs.el ejemplar masculino—, pareciera de rigor —¿rigor mortis o mutis?—, casi 30 años después de su aparición y en esta década del siglo XXI que pretende revisar no sólo los roles (culturales) de género sino, incluso, los sexos (biológicos), si sendos fragmentos epistolares —derecho y revés de una carta, haz y envés de la misma hoja—, en la pluma, ambos de una mujer a otra mujer —de la autora de la carta a su yo juvenil desdoblado: ¿mujer contra mujer?—, por obra y gracia de un autor varón, MiloradPavic, y profesor de literatura serbia, pecan o no de sexismo en virtud (o defecto) del “género” de cada ejemplar de ese género sui generis de novela.
   Y baste como muestra el sesgo sexista del lexicógrafo narrador a la hora de perfilar aambos lectores: emotividad en el retrato de “la persona”: sensualidad (belleza, rapidez de la vista y morosidad del cabello) y sentimiento (ansiedad y miedo en la soledad de una “habitación propia”) vs.racionalidad funcional genérica en su trato a “un joven”: pérdida de tiempo durante una experiencia de soledad. Lector tipo versus lectora ideal.

   Hagamos, pues, la comparativa entre ambos fragmentos, el careo entre ambos pasajes a fin de identificar o no el cacareo o el kikirikí, cante de un gallo o cloqueo dela gallina:
¿estereotipos masculino y femenino en función del “género” del ejemplar del lector/a?
   Vaya por delante una sucinta auinopsis: La Dra. DorotaSchultz describe a su doble, la estudianteDorotkaKwasniewska, el instante en que, dispuesta a asesinar al egipcio que, años atrás, hiriera a su marido, entonces soldado israelí en la “guerra de los Seis Días”, se arrepiente en cuanto el árabe le ofrece un documento clave para sus investigaciones.
Y hasta aquí podemos contar.

 ¿COTEJO, CORRELATO O CORTEJO?PISTOLAS VS. EPÍSTOLAS

“[…] Que se sienten juntos[el lector y la lectora] a tomar un café y que comparen el ejemplar masculino de este libro con el femenino. Porque son diferentes. Cuando hayan comparado la breve oración del ejemplar femenino impresa en cursiva que forma parte de la última carta  de este diccionario con la del ejemplar masculino, el libro formará para ellos una unidad coherente como una partida de dominó, y ya no lo van a necesitar. […]”
MiloradPavic, Diccionario jázaro. Novela léxico [p. 312.]

     En un doble ciego experimental y sin sexar el género (¿avícola?)de cada ejemplar, se ofrece latabla comparativa de ambos manuscritos de una mujer para sendos géneros:

DE PE A PA…
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«Y me ofreció aquellas pocas hojas fotocopiadas que se hallaban delante de él. Al pasármelas rozó por un instante mi pulgar con el suyo y me estremecí ante ese contacto. Tenía la sensación de que nuestro pasado y nuestro futuro estuvieran en nuestros dedos y se tocasen. Por eso, después de haber comenzado a leer el texto ofrecido, en un momento dejé de pensar en el texto y lo hundí en mis sentimientos. En esos instantes de ausencia y de olvido, ante cada línea leída, pero no comprendida ni recibida, pasaron siglos, y cuando algunos instantes después reaccioné y volví a tomar contacto con la lectura, supe que el lector se vuelve desde la alta mar de sus sentimientosya no es el mismo que poco antes se había embarcado hacia ella. Recibí más y supe más al no leer aquellas páginas que leyéndolas, y cuando le pregunté al doctor Muavia cómo habían llegado a su poder, me dijo algo que me sorprendió aún más:
   —No tiene importancia cómo las obtuve. Las encontró en el siglo XII un compatriota suyo, Yehudá Haleví.»

   [La negrita en ambos textos es nuestra.]

«Y me ofreció aquellas pocas hojas fotocopiadas que se hallaban delante de él. Habría podido apretar el gatillo en ese instante. Mejor momento no había: en el jardín un solo testigo, y era sólo un niño. Pero las cosas sucedieron de otra manera. Alargué una mano y agarré esas pocas excitantes páginas que ahora adjunto a esta carta. Y, por consiguiente, no disparé, sino que cogí aquellas hojas: miraba esos dedos sarracenos con uñas como avellanas y pensaba en el árbol que Haleví menciona en su libro sobre los jázaros. Pensaba que cada uno de nosotros se parece a ese árbol: cuanto más nos elevamos hacia lo alto, en el cielo, entre los vientos y la lluvia, hacia Dios, tanto más debemos profundizar con nuestras raíces a través del fango y las aguas subterráneas, hasta el infierno. Con estos pensamientos en mi mente, leí las páginas que me entregó aquel sarraceno de los ojos verdes Me dejaron estupefacta. No daba crédito a mis ojos y pregunté al doctor Muavia cómo habían llegado a su poder.
—No tiene importancia cómo las obtuve. Las encontró en el siglo XII un compatriota suyo, Yehudá Haleví.»

 

Y tabla comparativa de las experiencias de sendos lectores (desdoblamientos genéricos correspondientes a la Dorota femenina y masculina o viceversa) de las fotocopias y dirigidas por correspondencia postal a una única destinataria (Dorotka, avatar juvenil de la corresponsal), aunque se trate de cartas abiertas a lectores tipo masculino y/o femenino:

                                                      …IDA Y VUELTA
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Reflexión táctica sobre las circunstancias idóneas para el crimen, cambio de decisión y, en consecuencia, su renuncia.

Sensación de estremecimiento por el contacto físico entrelos dedos del árabe yde la judía.

Sensación de excitación intelectual ante el texto y sensualidad de los dedos de él.

    Conciencia del tiempo subjetivo en la inmersión de ella en sus propios sentimientos.

Reflexión moral, a partir de una imagen del texto, sobre la paradoja de lo inexorable del Mal como vía hacia el Bien.

Lectura propia de “analfabetismo funcional” cuya consecuencia, no obstante, será la toma de conciencia de una transformación interior, seguida de su valoración moral.

Lectura completa y exhaustiva del texto.

Sentimiento de sorpresa.

Sensorialidad de los ojos de él y sentimientos de estupefacción, seguido de conciencia de incredulidad.

  Texto Pe.  Hiperestesia sensorial, experiencia subjetiva de inmersión sentimental, toma de conciencia de una transmutación interior tras la lectura fallida y desconcierto mental.
   Texto Pa: Análisis pragmático de la situación adecuada a los fines y toma de decisión.
Curiosidad intelectual a partir de las sensaciones. Valoración moral e intelectualizada sobre las relaciones entre el Bien y el Mal. Procesamiento lector inmediato Conmoción intelectual amplificada a la conciencia de una incapacidad de discernimiento racional.

 

[JUEGO DE (11) CARTAS Y SOLUCIONARIO DEL DICCIODIARIO
O
EL ÁRBOL DE LA CIENCIAVS. EL ÁRBOL DE LA VIDA

   Sensibilidad irracionalista de un conocimiento místico, en el ejemplar femenino (Pe), frente a un análisis racional a partir de los fenómenos en el ejemplar masculino (Pa). O, ampliando el ángulo de visión a esedicciodiario epistolar entre la Dra. DorotaSchultz, casada —que aspira a deshacerse de un obstáculo  (la presencia obsesiva del agresor de su marido interponiéndose en su vida conyugal)  que la liberaría del trabajo y la ciencia para poder trepar al árbol de la vida y la belleza—, y su alter ego estudiantil y avatar de soltera, Srta. DorotkaKwasnievska, tronco de su árbol de la ciencia con raíces polacas,  la renuncia a empuñar la pistola ante la seducción intelectual del documento del árabe la condenaa Dra. Schultz—“Me ha sorprendido tu egoísmo y tu condena cruel” (Diccionario, p. 269)—, tal como le reprocha en la última epístola a su viejo“yo”investigador —“Has arruinado mi vida y la de Isaak. Siempre he tenido miedo de tu ciencia y presentía que me haría daño. Espero que sepas lo que ha sucedido y sepas al menos lo que has hecho” (Ídem, p. 269)—, a “Volver[é] a las ciencias de nuestra juventud” (pp. 274-275).
   Razón y sinrazón, pues, machihembradas en el co/razón de la inteligencia emocional.]

¿VIOLENCIA(SIMBÓLICA)DE GÉNERO
Estereotipos sexistas de manual como el/la lectxr habrá intuido casi desde el inicio. Y la repetición de estereotiposperpetúa la discriminación de la mujer por razón de género, cacareará (¿o cloqueará?), la comisaria de Igualdad y vicesecretaria de reseteo de obras artísticas (no basta vigilar la“desigualdad” en la vida, sino también en la imaginación).

                                                    …O LA SAGA/FUGA DEL JÁZARO?            
Desdoblamiento de una mujer en su dualidad de “género” (masculino y femenino), en su dicotomía de ánima masculina y ánimus femenino, ese aspa (X)X(Y) delxscruzadxs de la reincorporación al ADáN inicial, al andrógino de cuerpo femenino y sangre masculina (p. 296). [¿Discriminación genérica? ¿Condena a reescritura socialmente correcta? ¿O, lisa y llana/mente, “pensamiento único” del comisariado de ingeniería política que, so capa de defensa de la mujer,“cancela” el feminismo (biológico) de la vida en aras de la transexualidad (cultural) nihilista, de“género fluido”; en suma, negación del género?]
   Pues bien, ni antifeminismo, ni transfobia podría denunciarse en Diccionario jázaro, novela fundada no en estereotipos, sino en arquetipos consustanciales al “Hombre” y en la que los géneros mutan sin perjuicio (ni prejuicio) de los sexos con la fluidez con que lo hace un Orlando de Virginia Woolf a lo largo de la H/historia, del mismo modo que esa saga/fuga de buscadores de la palingenesia colectiva de Adán lo hacen en el último milenio, aunando la multiculturalidad en la plaza de las tres culturas de la fe en el Libro. 
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RESERVADO SOLO A CURIOSOS IMPENITENTES

[¿SECUELAS; ESCUELAS O PRECUELAS?
(EXISTE RIESGO DE SPOILER)

                                                  VERSIÓN FEMENINA
     Y, sin embargo, elhebraísta árabeDr. Abu-KabirMuavia, resultará asesinado poco después del fortuito roce de su pulgar izquierdo —y el agresor de IsaakSchultz era zurdo— con el de la mano derecha de la eslavista judía —esposa de Schultz, el causante de la impotencia de Muavia, en sucontraofensiva—, conjurando el “Hombre primigenio”:
“Cuando el alma entró en él, Adán se tocó con el pulgar izquierdo el derecho, es decir con el masculino el femenino, y desde ese momento comenzó a vivir. [(DJ., p. 294] En los dos mundos, el invisible, espiritual, creado por Dios, y el otro, visible y material, por el injusto ecónomo, el diablo, pues sólo Adán es fruto de ambos creadores y obra de ambos mundos.”

VERSIÓN MASCULINA
    Y él sobrevivirá a ese encuentro fatal al que parecía destinado, pese a que cuanto más crezca el árbol de conocimiento en su búsqueda de Dios, “tanto más debemos profundizar con nuestras raíces a través del fango y las aguas subterráneas, hasta el infierno” (p. 270). Gehena, infierno hebraico de Dorota, cuyo mensajero en este glosario de  lexicografía ficticia encarna EfrosiniaLukarevich: “Se decía que tenía dos pulgares en cada mano, que en lugar del meñique le había crecido otro pulgar, de modo que cada una de sus manos podía igualmente ser derecha o izquierda” (DJ., p. 198).

VERSIÓN BEHAVIORISTA

                            1. RECONSTRUCCIÓN DE LOS HECHOS 
    Única sospechosa inculpada por la prueba (pistola) y el móvil del crimen (venganza como delito de odio), la Dra. Schultz comparece  ante el tribunal en la misma ciudad de Estambul en que se iba a celebrar el simposio internacional sobre la “cuestión jázara”.
Declara la testigoAteh, camarera del Hotel Kingston en que se alojan los asistentes— y presunta amante del tercer congresista en discordia, el Dr. IsailoSuk, arabista ortodoxo serbio—, objetivista camarógrafa audiovisual, veedora (imagen) y auditora (sonido):

“Serví a los Van der Spaak […] y ellos, después de haber acabado el desayuno, se marcharon, y el niño se quedó allí a jugar y a beber su chocolate. Entonces entró en el jardín la doctora DorotaSchultz, aquí presente, y se sentó a la mesa. Antes de que llegara a servirla, se le acercó el difunto doctor Muavia y se sentó junto a ella. […] Vi que él no llevaba corbata y que ella, a escondidas, había sacado de su bolso un revólver. Después de haber intercambiado algunas palabras co el doctor Muavia, tendió la mano hacia él, y él le entregó unos papeles. Luego la doctora Schultz se fue corriendo por la escalinata hacia las habitaciones, dejando el arma bajo los papeles sobre la mesa. Todo eso me inquietó aún más. El doctor Muavia tenía una sonrisa de niño […]. Como atraído por esa sonrisa, el niño belga se acercó a la mesa del doctor Muavia. No había más gente en el jardín. El niño llevaba guates como de costumbre y el doctor Muavia le preguntó por qué no se los quitaba. […]” (DJ, p. 305.)

      2. RECONSTRUCCIÓN DE LOS DICHOS: APOLOGÍA Y DELITO DE ODIO
   Y, como pruebas de cargo, argumenta el niño anciano la razón de su acción criminal:

    “[…] —¿Te da asco? —le preguntó el doctor Muavia—. ¿Qué te da asco?
—¡Vuestra democracia! —exclamó el niño, textualmente.
     […] y agucé el oído para oír aquella conversación [confiesa la testigo].
     […]  —¿Qué democracia?
     —La que protegéis tú y tus semejantes. Mira los resultados de vuestra democracia: hasta ahora eran las grandes naciones las que oprimían a las pequeñas. Ahora ocurre lo contrario. Ahora en nombre de la democracia las naciones pequeñas tiranizan a las grandes. Mire el mundo alrededor de nosotros: los blancos de los Estados Unidos tienen miedo de los negros, los negros tienen miedo de los puertorriqueños, los judíos delos palestinos, los árabes de los judíos, los serbios de los albaneses, […] Su democracia me la paso por los cojones…”(pp. 305-306.)   

Y ante tamaño alegato supremacista yantiglobalistacontra las minorías identitarias, en boca de un puersenex:

“[…] Entonces quise ver lo que oía [confiesa la testigo]. […]El niño agarró el revólver de la doctora Schultz que estaba sobre la mesa, extendió un poco las piernas, doblando un poco las piernas, y mientras apuntaba, sosteniendo el revólver con las dos manos y con mucha desenvoltura, le gritó al doctor Muavia:
—¡Abre la boca, que no quiero estropearte los dientes!
   El doctor Muavia quedó pasmado, y realmente abrió la boca y el niño disparó. Yo pensaba que se trataba de un revólver de juguete, pero el doctor Muavia cayó de espaldas junto con la silla. […] El niño tiró el arma, volvió a su mesa y siguió bebiendo su chocolate.” (p. 306.) 

 

LA SATÁNICA FAMILIA ADAMSO MANUIL EL MUÑECO DIABÓLICO
                                                             Y
LAS TRES RELIGIONES DEL LIBRO (JÁZARO) O DUELO EN EL INFIERNO
                      EL ROMPECABEZASDEL DICCIONARIO JÁZARO
(ATENCIÓN: EXISTE ALTO RIESGO DE SPOILER)

«El doctor Suk ha llamado mi atención sobre una cosa: en nuestro hotel se hospeda una simpática familia belga, los Van der Spaak. Se parecen a esa familia que nosotros no hemos tenido y que yo nunca tendré. Padre, madre e hijo. El doctor Suk les llama “la Sagrada Familia”.»
MiloradPavic, Diccionario jázaro [p. 268.]

Sobre Manuil, el niño de cuatro años hijo de la familia Van de Spaak, se escribe Dorota a sí misma: “He notado con horror que tiene un defecto: tiene dos pulgares en cada mano. Nunca logro distinguir cuál es la derecha y cuál la izquierda. Él aún no se ha dado cuenta de esta malformación y delante de mí nunca esconde las manos, aunque los padres se preocupan de ponerle guantes” (p. 268). Adam’sFamily, más bien, si nos atenemos al origen dualista ¿o duelista? de Adán, fruto de Dios y Satanás (y ya expuesto).
«Y no deja de preguntarme continuamente: “¿Me has reconocido?”», se confiesa por carta Dorota. Y la pregunta no es baladí, pues Manuil no es sino avatar de Efrosinia, el mensajero del infierno judaico, que al asesinar a Muavia evita la regresión al  Hombre primigenio Adán, por la vía árabe. Como lo es su padre, avatar del enviado del infierno musulmán y autor de la muerte del Dr. Suk, empeñado en lo mismo por la vía cristiana. Y, como lo es, la madre, avatar del heraldo del infierno cristiano, respecto de Dorota, y destinada a interrumpir la vía hebrea en ese reencuentro de las tres versiones en un Estambul constantinopolitano que, completando el puzzle (más bien, rompe/cabezas) del Diccionario jázaro, mediante las tres culturas del Libro, recrearan al Adán originario…

ASESINATOS EN EL ORIENTE EXPRESS
(ATENCIÓN: EXISTE GRAVE PELIGRO DE SPOILER)

     «Capitán.—Es que… ¿cómo ha podido saber que era él? ¿Sólo por una ligera grieta en la pared?
Poirot.—Lo cierto es que tengo la ventaja de que únicamente veo el mundo como debería ser. Y cuando no lo es, la más leve imperfección destaca, igual que una nariz prominente de perfil. La vida así suele ser insoportable. Pero es útil a la hora de detectar delitos.
       Capitán.—Es como si viera sus corazones y descubriera cómo son en realidad.
Poirot.—Y diga lo que diga la gente, existen el bien y el mal. Entre medias no hay nada.  Aquí me despido.”»
Agatha Christie, Asesinato en el Orient Express (1934, adap. al cine de Kenneth Branagh (2017))

   Sendos filólogos detectivescos, asesinados, pues, en Estambul, estación terminaldel Orient Express y que, parafraseando la novela de Ágatha Christie Asesinato en el…¡qué coinsidensia!(esos “Doce inocentes sin piedad” que “entre todos lo mataron y él solo se murió”), pudieran tildarse de “asesinatos en el Oriente Express” o “asesinatos Express”.
   Y todo,en la Constantinopla de su pesquisa sobre la evangelización eslava en las cartas de los misioneros tesalonicenses Cirilo (Constantino de Tesalónica), que dionombre al alfabeto serbocroata, y su hermano (carnal y en Cristo), Metodio (¿que puso el método?), en la Roma de la emperatriz Teodora, donde aguarda (la) Dorot(e)a el último tren.

EL/LA ORIENT EXPRESXDE MEDIODÍA
 (CUIDADO: AMIINORE SU VELOCIDAD LECTORA. PASO RESTRINGIDO POR DESTRIPAMIENTODE DESENLACE EN LA AUTOVISTA. ACCESO SÓLO CON CON/SENTIMENTO INFORMADO.)
     Salvo que Dorota… no muere. Y no sólo porque siga ilesa al terminar la novela, sino porque, inocente de ambos crímenes, su decisión de autoinculparse del ahogamiento en su habitación del Dr. Suk, a fin de evitar la condena por la muerte del Dr. Muavia, la pone a buen recaudo por seis años, escondida en prisión —al igual que su madre había  evitado la muerte a manos de los nazis acambio de la vida de su pseudo-esposo y hermano Ashkenaz , presunto padre incestuoso de Dorota: “Nos salvará nuestro falso sacrificio” (p. 275), y tal  y como “engañar con la verdad” pone a salvo a la camarera y testigo Ateh—. A salvo, pues, entre enemigos —“Toda la internacional islámica, la opinión pública egipcia y turca estarán en contra mía” (p. 274)—, pues el peligro que planea sobre ella habrá de venir de un ángel exterminador cristiano…, y si nos atenemos a  la criptocuentadel hotel de Van der Spaak —1689+293=1982: ¿total en criptomoneda+ IVA o las cabalísticas cifras de una muerte más?—, cuando ella salga de la cárcel, en ¡1989!, y  se cumpla, entre otras efemérides de rabiosa actualidad, el tercer centenario de la muerte a manos de los turcosde la anterior triada de jazaristasen busca de Adán.]
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LECTURA MACHIHEMBRADA O LECTOR ANDRÓGINO

“En todo caso, leer un libro tan voluminoso significa pasar mucho tiempo solo. Y estar mucho tiempo sin una persona cuya presencia es indispensable, porque la lectura a cuatro manos no se usa todavía”.
MiloradPavic, Diccionario jázaro. [p. 312.]

 

11PePa


«Y me ofreció aquellas pocas hojas fotocopiadas que se hallaban delante de él. Habría podido apretar el gatillo en ese instante. Mejor momento no había: en el jardín un solo testigo, y era sólo un niño. Pero las cosas sucedieron de otra manera. Alargué una mano y agarré esas pocas excitantes páginas que ahora adjunto a esta carta. Al pasármelas rozó por un instante mi pulgar con el suyo y me estremecí ante ese contacto. Tenía la sensación de que nuestro pasado y nuestro futuro estuvieran en nuestros dedos y se tocasen. Y, por consiguiente, no disparé, sino que cogí aquellas hojas: miraba esos dedos sarracenos con uñas como avellanas y pensaba en el árbol que Haleví menciona en su libro sobre los jázaros. Pensaba que cada uno de nosotros se parece a ese árbol: cuanto más nos elevamos hacia lo alto, en el cielo, entre los vientos y la lluvia, hacia Dios, tanto más debemos profundizar con nuestras raíces a través del fango y las aguas subterráneas, hasta el infierno. Por eso, después de haber comenzado a leer el texto ofrecido, en un momento dejé de pensar en el texto y lo hundí en mis sentimientos. En esos instantes de ausencia y de olvido, ante cada línea leída, pero no comprendida ni recibida, pasaron siglos, y cuando algunos instantes después reaccioné y volví a tomar contacto con la lectura, supe que el lector se vuelve desde la alta mar de sus sentimientos ya no es el mismo que poco antes se había embarcado hacia ella. Con estos pensamientos en mi mente, leí las páginas que me entregó aquel sarraceno de los ojos verdes Me dejaron estupefacta. Recibí más y supe más al no leer aquellas páginas que leyéndolas. No daba crédito a mis ojos y cuando le pregunté al doctor Muavia cómo habían llegado a su poder, me dijo algo que me sorprendió aún más:
   —No tiene importancia cómo las obtuve. Las encontró en el siglo XII un compatriota suyo, Yehudá Haleví.»

¿Reincorporación al yin-yang con/fusión andrógina de cuerpos de texto en cremallera?
   «Les veo, en una calle, que disponen su cena sobre un buzón de correos y comen abrazados, sentados en el sillín de una bicicleta. (Belgrado, Ratisbona, Belgrado, 1978-83)»
MiloradPavic, Diccionario jázaro [p. 312.]

¿ADDENDAO POSTDATA?
“MUCHOS AÑOS DESPUÉS…”
«[…] Para ser fieles a su obsesión (o para ser fieles y punto, tal como ellos veían las cosas), habían puesto en marcha un método que les parecía excelente: leían los mismos libros a la vez, en simultáneo, y toda otra lectura quedaba excluida, excepto los periódicos o los papeles de trabajo.
    Leían de noche, en la cama, antes de dormir. Leían los fines de semana —los domingos por la tarde, sobre todo—  en el viejo diván de terciopelo azul. A veces el señor Troilo sostenía el libro y la señora Crésida apoyaba la cabeza sobre su hombro. A veces la señora Crésida leía un fragmento en voz alta y el señor Troilo entrecerraba los ojos. A veces sostenían el libro con una mano cada uno. A veces uno terminaba la página antes que el otro (ella leía, por lo/ común, con más lentitud que él) y esperaba como un coche ante un semáforo en rojo.
   El método era excelente, pero —se sabe, ay— nada es perfecto. Era imposible que en sus mentes no germinasen dos libros distintos […] Resolvieron conversarlo. Negociar.
    […] Un día leyeron un cuento muy sucinto y algo extraño, acerca de una pareja que solo leía de a dos. Se tumbaban en un viejo sillón de terciopelo azul, pero el narrador decía muy poco de estos personajes. Ni sus nombres ni sus edades ni el más mínimo rasgo físico.
   Hicieron la pausa habitual. Conversaron. Cotejaron. La pareja de aquel cuento, dijo la señora Crésida, era idéntica a ellos dos. Así se la imaginaba ella.
  —Él es igual a mí —convino el señor Troilo—. Pero ella… —titubeó.
—A ver, ¿en qué estabas pensando? —se alarmó la señora Crésida—. O, mejor dicho, ¿en quién?»

             ¿BERTI O FALSO? 

“No se lanzará aún a la venta un novedoso programa informático que se estuvo probando el último año y que permitirá reducir cualquier novela al tamaño de un cuento de quince páginas. El programa también sería capaz (ha transcendido) de resumir la novela de acuerdo con el estilo de doce cuentistas famosos entre los cuales podrá optar el usuario.”
Eduardo  Berti, “Mañana se anuncia mejor” (8) [Círculo de lectores, Páginas de Espuma, 2020, p. 196.]

     ¿Postdata postmoderna, secuela intertextual, secuencia de un secuaz (per)seguidor de Pavico un micro(soft)relato apócrifo con resonancias mórficas, sin “angustia de plagio”, del argentino Eduardo Berti, en Círculo de lectores, Páginas de Espuma, 2020, p. 39?

                                                      DESIDERATA
   “No es necesario, por cierto, que el libro se lea en su totalidad, puede tomarse la mitad o tan sólo una parte, y detenerse ahí, tal y como a menudo se hace con los diccionarios. Cuanto más se busque, más se recibirá, y el descubridor afortunado contará con todos los lazos que relacionan los nombres de este diccionario. El resto será para los demás.”
MiloradPavic, “Modo de utilizar el diccionario” [Diccionario jázaro, p. 22.]

Pero lo que el libro ha unido, que no lo separe el hombre (ni la hembra, ni el hambre), como escribiera la novelista cubana DaínaChaviano (Barcelona, Planeta, 1998).

 

 

 


 

 

Jázaro

Jázaro

 

 

 

 
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