La comunidad italoamericana puede respirar tranquila. Ni Beyoncé (demasiado soul), ni Rihanna (demasiado exótica), ni Britney (demasiado… sin comentarios) le han arrebatado el podio de reina del pop a Madonna Louise Veronica Ciccone, a quien ni el bótox ni el photoshop pueden devolver la frescura y la tersura de “Material Girl”.
No, ha sido otra chiquilla con genes sazonados de boloñesa, regados en Chianti y moldeados en el país de las oportunidades con parecido triple nombre de pila: Stefani Joanne Angelina Germanotta, alias Lady Gaga.
Una Lady con poco de señora –es más bruta que un arado, en cada videoclip se lo monta con todo quisque con el mínimo de ¿ropa?- y nada de Gaga: sabe perfectamente adonde va, atesora un talento desbordante (véase vídeo) y se ha curtido como compositora (ha escrito canciones para la Spears, Pussycat Dolls o Fergie) y como artista (ha actuado en garitos neoyorquinos con espectáculos burlesque) desde los 19 años. Sólo tiene 23.
En las entrevistas se desenvuelve como una veterana, vocaliza con la grave cadencia de un Bowie en su época americana –Young Americans, I heard the news today, oh boy!-, pasada de rosca, consciente del papel que interpreta, sabedora de su coolness natural (lo tienes o no lo tienes, baby), y de que si se coloca delante de un piano se van a callar todos. Shhhhhhhh! Y así, una vez que se planta ante las teclas, es Mercury quien la posee, aquel Freddy que se fue dejando muchas futuras plañideras en pañales, literalmente (ella nació en 1986 y el líder de Queen falleció en 1991). Gaga por él, Radio Gaga…
Chica lista, ha hecho de la extravagancia su bandera. No es guapa, y no quiere serlo ni aparentarlo. Lo suyo es lo raro, lo exagerado, lo kitsch –en su acepción estrictamente artística-. Que hablen de ella, que la llamen “marioneta de los Illuminati” –¿y qué?-, hermafrodita –¿y qué?-. Que hablen. Sobre todo, que hablen.
Total, sólo ha vendido 8 millones de álbumes y 14 millones de singles. En la era Internet.
Transgresora, irónica, y con la cabeza y las cuerdas vocales bien amuebladas. Hay Gaga para rato, Ladies.
