Hoy día, sobre todo en invierno, las mujeres suelen llevar más pantalones que faldas, sin embargo adoptar esta prenda, en ellas, ha sido bastante reciente, incluso, en varias ciudades de los Estados Unidos, en los siglos XIX y XX, aprobaron leyes que prohibieron a las mujeres usar pantalones. Entre estas se encontraba una ley de 1863 aprobada por la Junta de Supervisores de San Francisco que tipificaba la prohibición en público por tratarse de «una vestimenta que no pertenecía a su sexo».
Este prenda que ha sido exclusiva de los hombres hasta fechas muy cercanas, sin embargo hay pinturas griegas del 470 a.C. en vasijas, como la que se conserva en el Museo Británico, que muestran a mujeres amazonas, con escudo, flechas, y con pantalón. Pero es estas representaciones son una anécdota, quizás incluso fruto de la imaginación del artista, para darle un sentido mitológico.
Pero es evidente, que ni los romanos hombres ni por supuesto sus mujeres, utilizaron esta prenda, que se extendió a partir de su uso por los soldados.
Si miramos la Columna Trajana, un monumento conmemorativo erigido por orden del Emperador Trajano, acabado en el 114, y de unos 38 metros de altura y que está recorrida por un bajorrelieve en espiral, que conmemora las victorias de Trajano, frente a los Dacios (un pueblo de Rumania), y en estas representaciones, encontramos a muchos soldados vestidos con pantalones.
Sin embargo, los pantalones en Roma estaban mal vistos, porque los consideraban cosa de bárbaros, pero a pesar de ellos, por su practicidad, llegó a ser tan común en el s. IV, copiados de los soldados , que se tomaron medidas drásticas, en Roma para evitar que se popularizase, su uso, aunque dudo que se llevaran a la práctica, estas duras sanciones, porque aunque decían que :"Cualquier hombre que salga a la calle con ellos, será detenido, despojado de sus propiedades y enviado a un exilio perpetuo".No debió de tomarse muy en serio, porque en el siglo IV, cuando los soldados metidos en política pusieron de moda la ropa militar, los civiles comenzaron a cambiar las túnicas por pantalones, y para el final de ese siglo, ya era una práctica generalizada, incluso los senadores llevarían pantalones en presencia del emperador.
Y es que para los legionarios desplazados al norte, las túnicas hasta la rodilla, eran muy frías en los inviernos y se comenzaron a poner unos calzones de lana o algodón , que además de calentar eran muy útiles para los jinetes, las "bracae" , del que tomarían nombre las femeninas "bragas", aunque el nombre "bragueta " de la parte delantera de los pantalones, recuerda también el origen de estos.
Es evidente que los pantalones surgieron como un elemento que permitía una mayor movilidad para realizar trabajos duros, y por eso, se convirtió en una prenda eminentemente masculina. Se cree que los nuevos tiempos, que exigían de la mujer una incorporación a unos trabajos más duros, originaron su utilización, primero, como prenda laboral a finales del S. XIX y luego como habitual en su vestuario, incluso adaptándolo a una estética eminentemente femenina.
Se cree que en España, las primeras mujeres en llevar pantalones fueron las de Tomelloso, en Ciudad Real. La creación de grandes superficies de viñedos, conllevaba el realizar cuevas en las que se guardarían los vinos.
El realizarlas requería mucho trabajo, para el que no tenían tiempo suficiente lo hombres, si debían labrar y cuidar los viñedos, por lo que la mano femenina se incorporó a este duro trabajo, para el que eran muy incómodas las largas faldas, por lo que adoptaron para hacerlo, los pantalones, de los que verían su practicidad. Y ya no se pondrían los pantalones de maridos, padres o hermanos, sino que los coserían a su gusto no sólo para trabajar, sino incluso para vestir habitualmente, prenda que, desde entonces, no ha salido de su armario.