Noción del Mundo a Medianoche
Sergio Manganelli
Hoy el mundo no es el de los periódicos bombardeando en noticias. O el telediario empolvando a La Parca que estrena trilladora. Ni el de la OTAN jugando al marshal de la periferia. Ni el del fiscal que mataron, o se mató, o quién sabe. No es el de la OMS, anunciando cuántos no verán subir el sol en Etiopía o el Fondo Monetario rifando a qué país prodigar más miserias. El mundo no es el del poder con su sinrazón, ni los que sacuden la palmera para beber sus cocos. Ni el ministro corrupto o el oscuro banquero.
No es San Expedito, brindando por su día con el Papa de Roma, o los degolladores por la gloria de un Dios que los mira azorado. Ni el discurso morboso, del turbio candidato que inflama su codicia.
Esta noche el mundo es un ojo que observo en la pantalla, con su luz y su rastro de tristeza infinita. Una hormiga fatigada cruzando la bañera, una amargura obscena temblando en mi barbilla, con el sensor a tope en la Escala de Richter. El mundo ya no es aquél misterio enorme, como la vida misma, ni un pregunta muda orbitando en el Cosmos. Es apenas una frase endeble, una frágil palabra, un tal vez, un jamás, un no importa, un espera, un ojalá, un mañana.
Son papeles que viajan dentro de tu carpeta, el bolígrafo que aguarda desde tu cartuchera, el café y el maullido de tus gatos leales.
El mundo es el anhelo de verte sonreír, trayendo en las pupilas humedad y victoria.