El Aniversario
Francisco Marín
Autor: Joaquín Lloréns.
Bradbury, 2015. 218 pp. 15€
Después de haber leído sus anteriores novelas, sus seguidores esperábamos una nueva entrega, en la línea de Citas criminales o Política criminal … pero… sorprende con El Aniversario.
Una auténtica sorpresa ha supuesto esta novela, una pregunta inmediata viene a nuestra mente ¿Qué pretende Joaquín al plasmar negro sobre blanco una historia tan cotidiana y, a veces, tan lejana?
Relato en primera persona de alguien que, por determinadas circunstancias, decide preparar una fiesta de aniversario a su mujer. A partir de este momento pone ante nosotros toda una serie de reflexiones sobre el matrimonio… desde aquellos primeros pasos en común, en los que la pasión, la complicidad, ¡¿el amor?!... está presente en toda forma y manera, hasta el instante en que baja la pasión, apenas hay comunicación y ¡¿el amor?! deja de ser el eje de la vida en común.
Durante un tiempo acompañamos a Javier Ventura en su deambular diario. En cada reflexión que se hace; el autor tiene la habilidad suficiente para, de forma subliminal, hacer que nos planteemos las mismas preguntas y miremos a nuestro interior cuestionándonos si nuestra situación de pareja es similar. Joaquín Llorens con una prosa clara y sin ambagues no nos deja un momento de respiro… es una lectura adictiva… cuando el libro cae en nuestras manos, lo ojeamos, lo hojeamos, lo hojeamos… seguimos recorriendo sus páginas hasta que cuando llegamos a la última… desearíamos seguir leyendo, seguir cuestionando, seguir mirando a nuestro interior.
Después hay que sentarse y hacer examen de conciencia… lo primero es preguntarnos: ¿Haríamos lo mismo que Javier Ventura, en su situación vital y personal? ¿Si la situación del protagonista fuese distinta haría lo que hace, o seguiría con su vida tal cual la tenía planteada?
Hay momentos en los que tiene que venir alguien y golpearte psicológicamente para que nos cuestionemos nuestro devenir y nuestra monotonía diaria y, más aún, plantearnos si la persona que nos ha acompañado y está junto a nosotros tanto tiempo está a gusto o, por el contrario, está pero no está –lo cual sería un descubrimiento atroz-.
Cuando la Ertzaina acude al aviso de un coche incendiado cerca de una urbanización de lujo próxima a Bilbao, descubre en su interior un cadáver calcinado y, junto a él, una pistola. El forense confirma que el fallecido murió de un tiro en la cabeza. El vehículo pertenecía a Javier Ventura, desaparecido de la fiesta de celebración del cincuenta aniversario de su mujer, Ana, que tuvo lugar en un restaurante situado a pocos kilómetros de donde ardió su vehículo. La Ertzaina comienza a hacer indagaciones por orden del juez y averigua que a la fiesta habían acudido numerosos examantes de Ana invitados por el marido. ¿Es realmente Javier Ventura el muerto? ¿Se trata de un asesinato o de un suicidio? ¿Por qué invitó a los examantes de su mujer? ¿Qué se esconde tras esa muerte?
¿Qué se esconde tras esa muerte?... evidentemente hay que leer El Aniversario para saberlo. Pero, yo desde aquí, pregunto ¿Quién invitaría a los examantes de su mujer al cumpleaños de la misma? A esto intenta el autor dar respuesta, caminando con suma delicadeza por la psicología de la pareja… sobre todo parejas de larga duración –rara avis en los tiempos que corre-. ¿Hay que aguantar carros y carretas o sería mejor cortar, y cada uno por su camino?
Muy agradable este cambio de registro por parte de Joaquín Llorens, agradeciéndole que al leer, no solamente estemos entretenidos, nos cuestionemos y reflexionemos. ¡GRACIAS!
¡¡No tardes tanto en darnos otra alegría!!
Joaquín Lloréns Beltrán de Heredia nació en Bilbao el año 1962. Es licenciado en Ciencias Empresariales por la Universidad del País Vasco. Tras trabajar dos años en una multinacional del sector de la consultoría, con varias estancias en EEUU, trasladó su residencia a finales de los ochenta a Mallorca. Durante dos décadas ha compaginado sus actividades como Director Financiero en diversas compañías y sectores, con la docencia en español e inglés.
Ha publicado en Baile del Sol las novelas Citas criminales, Amor envenenado y Política Criminal. Está pendiente de publicación la cuarta novela de la serie: Venganza criminal . También ha publicado el libro de viajes Camino iniciático donde relata su experiencia en el Camino de Santiago.
Es co-editor, webmaster y articulista de la revista de literatura y creación AGITADORAS –www.agitadoras.com-, y miembro de RIEPA (Red Internacional de Editores y Proyectos Alternativos).
Varios relatos de otro de sus personajes, el inspector Cenizo, han sido publicados en la revista literaria “La bolsa de pipas” y en la “Antología del relato negro III ” de Ediciones Irreverentes, en cuyas otras antologías “Crímenes profilácticos” y “Antología de ciencia ficción”, también ha participado. Un relato suyo ha sido publicado en “El picudo blanco”.
Ha participado como articulista en varios números de la revista mexicana Quehacer Editorial y ha sido incluido en varias antologías poéticas.
Requerimos a Joaquín respuestas para completar lo cuestionado anteriormente…
P.- ¿En qué forma y por qué se le ocurre El Aniversario ?
R.- Por un chispazo de esos que a veces nos cruzan el cerebro. En mis pensamientos ocupan mucho tiempo dos temas: la muerte y el amor-desamor. Un día me vino a la cabeza la idea de escribir un relato sobre la fiesta que un marido organiza a su mujer y a la que invita a todos sus amantes, pasados y presentes. A partir de ahí, la novela surge como respuesta lógica a las cuestiones inmediatas que esa estrambótica situación implica. ¿Por qué y para qué la organiza? ¿Qué le empuja a hacer algo tan inaudito? ¿Cómo sabe o cómo averigua quiénes eran o son sus amantes? ¿Por qué los tiene o los ha tenido? ¿Cómo los localiza? ¿Cómo los convence para que acudan a la fiesta? Y finalmente, a la única pregunta que no respondo claramente en la novela aunque sí doy suficientes pistas para que el lector llegue a sus propias conclusiones, aunque algo manipuladas: ¿qué sucede en la fiesta y después?
P.- No quiero pensar que sea una "autobiografía"... en parte... ¿Nos puede tranquilizar?
R.- Ja, ja. Creo que sí puedo tranquilizaros, especialmente respecto a mi salud. Aunque el hecho de que se haya publicado cuatro años después de ser escrita ha provocado una serie de casualidades que pueden hacer que el lector que me conozca personalmente se preocupe en demasía.
La escribí cuando tenía 48 años y me inquietaba la inminencia de los cincuenta. No es una edad baladí y, en muchos casos, se suelen organizar fiestas sorpresa. Pensé que los 50 de la mujer del protagonista sería una magnífica excusa para una fiesta de esas características. No obstante, al ser publicada ahora, ha coincidido con el 50 cumpleaños de mi mujer, lo que puede crear erróneas deducciones. Otra casualidad no premeditada fue que la primera presentación se llevó a cabo el día de nuestro aniversario de boda y que también la nuestra es una relación de muchos años. Aunque yo tengo dos hijas –en la novela son hijos- que al escribirla vivían con nosotros, ahora también están estudiando fuera, al igual que los del protagonista, con el coincidente síndrome –positivo en la realidad- del nido vacío. Sí que el breve comentario sobre su forma de ser –uno tiene el carácter de su padre y otro el de su madre- coincide con el caso de mis hijas, pero es anecdótico y eso pasa en casi todas las familias en que se tienen dos hijos. Por supuesto que algunos detalles sobre la relación coinciden con la mía, pero la mayoría no. No soy un escritor exhibicionista. Antes bien, lo contrario. Pero las parejas se parecen mucho unas a otras, aunque en la novela exagero algunos rasgos habituales y me he inspirado bastante más, bien en otras parejas que he conocido a lo largo del tiempo, bien en recuerdos de lecturas, bien en mi imaginación.
Por último, viví en Bilbao, donde transcurre la trama principal, hasta los 24 años y lo he seguido visitando de cuando en cuando, así que parte de los escenarios sí corresponden a un recuerdo real.
Creo que el lector morboso puede imaginar que el relato es en gran parte es autobiográfico, pero no lo es. Solo lo son algunos pequeños detalles que uso para dar un aire más creíble al relato. En todas mis novelas procuro que lo autobiográfico sea mínimo. Ese es uno de los motivos de que, incluso, la protagonista de mis primeras novelas sea una mujer: para evitar esa tendencia habitual y comprensible de los escritores neófitos.
P.- Su base documental respecto de la medicación ¿ha sido...?
R.- La enfermedad que mi suegra padeció durante diez meses el año en que comencé a escribir El aniversario . Ya estaba viuda, y mi mujer es hija única, por lo que vivimos aquel trago día a día, constatando en primera persona cómo van evolucionando la sintomatología y la medicación a lo largo del tiempo. Semanalmente le entregaban una cuadro con las medicinas que había de tomar y guardé ejemplos de aquella documentación, por lo que esa parte corresponde a un caso real.
Aunque suene un poco extraño, es un modesto homenaje a aquella mujer que, aunque yo siempre fui un anexionado para ella, cocinaba de maravilla y cuidó de mis hijas con la dedicación y el amor de la mejor abuela.
P.- ¿Piensa que el miedo juega un papel fundamental en la relación de pareja... digamos, mejor, en la relación matrimonial?
R.- Sí, aunque sobre todo en uno de los integrantes. En las parejas es inevitable que, a poco que la relación se prolongue en el tiempo, uno ame y el otro se deje amar. Como dice mi mujer, la también escritora Inés Matute, en esta vida se es yunque o martillo. Esto acaba teniendo el efecto de que uno de los dos tiene miedo a perder al otro, mientras que el otro tiene una cierta sensación de ahogo. Y lo normal es que esta divergencia se vaya agrandando a lo largo de los años; en especial hasta que las hormonas bajan de nivel.
Además, son escasísimas las parejas en las que la fidelidad se mantiene indefinidamente. Y la infidelidad se adivina casi siempre. Son demasiados los signos que la acompañan. Mientras no se constata, crean inseguridad y miedo. Solo se suele coger al toro “por los cuernos” cuando la situación es insostenible. Y si las parejas sobreviven a ese tipo de crisis, durante mucho tiempo se vive de forma revanchista o con miedo.
P.- Las parejas "normales" ¿beben tanto cuando llegan a casa? No es mi caso.
R.- Parece claro que en este país, en general, se bebe mucho. Especialmente en Bilbao, donde tomar unos vinos cada tarde con los amigos es casi una religión. Y entre los profesionales de éxito creo que es aún más habitual. El estrés continuo acaba necesitando una válvula de escape que, en muchos casos, pasa por el alcohol o las drogas. En cualquier caso, no me parece que mis protagonistas beban tanto. Conozco muchas parejas que beben mucho más y la gran mayoría acostumbran a tomarse una copa o dos cada día, en una especie de rito de ruptura con la esclavista jornada laboral.
P.- "¿Qué buscaba Ana en estas relaciones? ¿Sexo y placer que la falta de deseo hacía imposible conmigo? ¿Compañía? ¿Complicidad con esa parte de su ser que, tras tantos años juntos, no puede ya compartir?" (página 177). Todas esas preguntas me las hago yo y al final de la novela quedan en blanco... ¿nos puede echar una mano?
R.- Creo que Ana, como casi todos los adúlteros, busca varias cosas sin reflexionar en profundidad sobre ello. Una básica es dar rienda suelta al instinto que todos llevamos dentro. El sexo es una necesidad, como el comer. Y a todos nos atrae más lo que no tenemos que lo que poseemos. Otra es demostrar que somos capaces de despertar el deseo y la admiración en otra persona y que nuestras parejas cada vez se esfuerzan menos en mostrar. El placer juega su parte. Las relaciones sexuales monógamas acaban adquiriendo unos gestos rutinarios que metamorfosean el acto en casi un rito casi inmutable, y es más fácil aventurarse por caminos diferentes con una relación nueva que hacerlo con quien convivimos desde hace años. De otro lado, a un nuevo amor podemos, no solo contar nuestros anhelos más ocultos sino, sobre todo, venderle una imagen de nosotros que es la que nos gustaría que fuera de verdad. A nuestro compañero, tras muchos años en común, le hemos demostrado demasiadas debilidades y defectos. Como dice la frase: No hay hombre grande para su ayuda de cámara. Con las parejas pasa lo mismo. El que duerme a nuestro lado cada noche es la persona que más conoce de nuestras imperfecciones. Y hay quien necesita ser admirado, no por lo que es, sino por lo que le gustaría ser o lo que cree ser.
Pero, en realidad, cada persona es un mundo, y los motivos de la infidelidad tienen infinitos matices. Es lo que hace que la humanidad no se aburra de reflexionar, leer y escribir sobre ello.
P.- ¿Está de acuerdo con Javier Ventura cuando dice: " Los matrimonios tendrían que firmarse por cinco años y, por defecto, no renovarse automáticamente" ? (página 184).
R.- Sí, la verdad. Las parejas, cuando la pasión desaparece –lo que es inevitable a medio o largo plazo- van perdiendo el interés por mantener la ilusión del otro. La rutina que se va cerniendo sobre el día a día hace que no se esfuercen en hacer que la relación sea viva. Poco a poco ambos empiezan a vivir más intensamente fuera de la pareja y el matrimonio, si es que lo consigue, suele sobrevivir por mera comodidad o/e intereses económicos o sociales. En gran parte de los casos, se prolonga en el tiempo por puro dejarse llevar, por miedo al salto al vacío.
El que a los cinco años los matrimonios se disolvieran por defecto, obligaría al menos a que las personas se replantearan con verdadero interés adónde van. Forzaría cuando menos a que volvieran a comunicarse con una cierta sinceridad sobre su futuro en común. Si alguno de los dos estuviera realmente interesado en seguir juntos, no le quedaría otra que esforzarse por embelesar de algún modo al otro. Mi pensamiento es que obligaría a introducir nuevo combustible a la vida en común o, en caso contrario, haría menos general la existencia de tantas parejas que viven en un espacio común pero con intereses absolutamente divergentes e incompatibles con la felicidad. Y todo ello en medio de una incomunicación cada vez mayor.
P.- En las páginas 197 y 202 se nombran los bares XXX e YYY... ¿Son reales, ya que otros muchos si los denomina por sus nombres?
R.- Digamos que si fueran reales, no creo conveniente explicar a la gente dónde se pueden comprar armas ilegales. El dar nombres concretos podría traer complicaciones de índole legal o práctica en estos tiempos en que tanto loco anda suelto y tan controlados nos tiene el Estado a la gente de bien. Basta hablar de las zonas donde esos tráficos se pueden llevar a cabo.
P.- ¿Piensa que si las circunstancias físicas del personaje hubiesen sido otras no habría organizado El Aniversario ?
R.- En efecto. Organizar una fiesta sorpresa de esa índole supone una catarsis que muy pocas personas podrían resistir. No digamos una pareja normal. Algo así solo puede llevarse a cabo cuando uno ha traspasado un límite definitivo o cuando uno tiene una relación tan abierta como esas que jamás me he encontrado en el mundo real, aunque las debe de haber. Para una persona corriente, con una relación de pareja normal, organizar algo así implica un estado mental extremo, pues sus consecuencias serían explosivas.
P.- ¿Qué está leyendo ahora mismo?
R.- No sé cuántas veces lo he leído ya, pero ayer volví a retomar una vez más Ficciones de Borges. No puedo evitar cada pocos meses releer alguno de los libros del argentino.
P.- Como lector, prefiere: ¿libro electrónico o libro en papel?
R.- En papel, sin duda alguna. He probado una vez un lector de libros electrónicos y no me sentí cómodo en absoluto. Comprendo sus ventajas si uno viaja mucho, pero para una lectura cómoda en tu casa, la presencia física del papel se me hace imprescindible.
P.- ¿Está trabajando en una nueva obra? Sus proyectos inmediatos y futuros ¿son?
R.- Acabo de terminar una nueva novela: La parada , de aire fantástico. ¿Qué harías si durante tres minutos al día el mundo se paralizara casi del todo mientras tú puedes actuar con normalidad? ¿Y si otros tres minutos sucediera al revés?
Así que desde hace un mes solo he escrito artículos para Agitadoras y algunos relatos para diversas colaboraciones. Descanso un poco de novela tras varios meses de intenso trabajo en La parada y organizo algunas presentaciones de El aniversario .
Respecto a mi proyecto inmediato, este es comenzar a moverme un poco para buscar editor de varias novelas aún no publicadas antes de sentarme de nuevo para escribir una nueva.