AGITADORAS

PORTADA

AGITANDO

CONTACTO

NOSOTROS

     

ISSN 1989-4163

NUMERO 44 - VERANO 2013

25 AÑOS

Luis Arturo Hernández

CRÓNICA DE UNA SUERTE ANUNCIADA:

25 AÑOS DEL IES KOLDO MITXELENA DE VITORIA

 

Euskera, euskera, cuántos crímenes se cometen en tu nombre.

Marie-Jeanne Roland de la Platiere (versión del autor)

 

« Koldo Mitxelena Ikastetxeko 25. urtemugan, garaia da geure buruari galdetzeko non dagoen Euskal Herriaren askapenari Ikastetxe honek emandako gudariekiko oroipena: non ba ikasgela eta kobazulo hauetatik sortutako koldo e tarrei buruzko aipamena?; gure artean ikasketak egiten zituzten bitartean, ikaskuntzan eta borrokan (bietan) jarraituz, detenitu, atxilotu, espetxeratu, atzerriratuta ETA abar suertatu ziren hiruzpalau dozena lagunei buruzko gomutarik ez?; non dago isilpeko Koldo Mitxelenako borrokalari guzti horien ohorezko hormairudia, institutoko sarrerako ahaztutako belaunaldi horien orla?

Beraiek, norberak bere ahalmenaren heinean noski, beraien jarreraz, beraien jarraipen eredugarriaz, eman diotelako bere gazteriaren eskeintza D ereduko EuskalHerrri berria eraikitzeko bidean, su eta gar, alaitsu eta kementsu, euskaraz jo eta ke gu gainditu arte!

Gogoan iraunduko du beti zuen eskuzabaltasunak gure bihotzetan. Agur eta ohore!»

 

Entendámonos . Nadie haría hoy semejante balance del centro. Pero no habría sido de extrañar semejante tabarra porque —si no fuera políticamente incorrecto recordarlo en esta coyuntura—, ese instituto es, con diferencia, el centro de secundaria de la capital de la CAV que mayor cuota de participación en el MLNV —militantes de organizaciones ilegales, activistas de kale borroka , colaboradores con banda armada, prófugos o meros terroristas— ha tenido en sus 25 años de vida, como es ya de dominio público y notorio.

Y no es casual porque, según asegura la leyenda del centro, se trataba del primer IES de modelo D de la capital que una vanguardia de padres comprometidos con el Euskera arrancaba a la Consejería de Educación del Gobierno Vasco —y a cuyo consejero, a la sazón Fernando Buesa, se recompensó, al parecer, en su momento, oportunamente—.

Por eso, sorprende que, puestos a celebrar las “bodas de plata” del instituto —si “20 años no es nada”, 25 para qué hablar—, a bombo —que ya no a bomba — y platillos, se pase por alto el currículum que, por activa y por pasiva —por fas o por nefas—, aporta el centro en la contribución a la sub normalización del conflicto político euskalerriesco .

Más aún, habida cuenta de que buena parte de las fuerzas vivas que impulsaron aquella andadura, reaparece —puesto que no dejaron nunca de ejercer su siniestra tutela como poderes fácticos del centro en la sombra— como viejos fantasmas del pasado al socaire de los fastos —a veces, nefastos— del 25 aniversario del denominado Koldo Mitxelena.

Y es, por tanto, una buena oportunidad para plantearse —pedagógicamente, claro— una unidad didáctica que reflexionara sobre los modos en que se re/escribe la Historia, puesto que la celebración de 25 años de un instituto implica —y más, en nombre de la “autonomía de centro”— una inversión en capital simbólico para otros tantos años, a la vez que conlleva una revisión sesgada de la historia, un retoque de fotoshop del pasado, de cirugía est ética que limará las asperezas de la violencia y el miedo para confirmar la profecía autocumplida del centro público pionero en Euskera , quod demostrandum est .

Y lo es, también, porque la construcción de esta leyenda urbana vitoriana que es el Mitxelena , constituye una puesta en abismo —vértigo—, una maqueta —de maketos — “a escala” —ante la escalada de violencia— de la realidad vasca durante ese cuarto de siglo, que representa, académicamente, un parque temático en su(b)versión infantil; la experiencia piloto de una pequeña república socialista vasca en el territorio educativo; microcosmos en el macrocosmos de la sedicente Euskal Herria justificada en su origen por ese entorno patriótico desde la ramplona teoría del más pueril realismo socialista .

 

25 AÑOS DE PAZ, EUSQUERA Y LIBERTAD o LA GRAN EVASIÓN

 

“Padre/madre, aparta de mí este cali… mocho”

(Evangelio apócrifo)

Pues bien, un instituto —hay quien sigue hablando de la txozna — que echaba a andar el curso 1987-88, patri/matri monializado por una endogamia de docenas de famiglias —con implantación en los 3 estamentos—, y un octopus de tentáculos y pseudópodos en una sopa de siglas intercambiables de partidillos totalitarios residuales y sindicatos nacional-socialistas, asociaciones de madres —de padre y muy señor mío—, colectivos a favor de tal y cual, movimientos contra esto y lo otro, mutantes plataformas cívicas de quita y pon, coordinadoras de chicha y nabo y comités de pan y melón, conciliábulos y sectas, corrillos de patio de ikastola , iluminados, visionarios, despistados, etc.; más la ruralización de la ciudad —que, sin llegar a ser los jemeres (Espainolak kanpora! Gora Kanputxea euskaldun!), se quedaban en jejenes rojos—, más la catequesis eusquerista , el proselitismo nacionalista y la doctrina catódica ; unido todo al a sentir general y a la búlgara de un claustro mudo acatando a sucesivos directorios, alcanzó su clímax en el 99 cuando un atentado de baja intensidad de la rehala juvenil contra el vehículo de un miembro de la dirección y, a la sazón, profesor de la asignatura de Lengua y Literatura Españolas, reivindicado en Euskadi Información por razones políticas y en nombre de miembros de la comunidad escolar —y que no condenaron ni la asamblea de alumnos, ni la asociación de padres, más la omertá de buena parte del claustro—, marcó la línea roja que el movimiento de liberación nazional del centro no estaba dispuesto a tolerar fuera rebasada, marcando un antes y un después por cuanto, para el curso siguiente, la tercera parte del claustro salía del instituto tras solicitar concurso de traslados a centros del resto de la ciudad —en una diáspora, a escala, en pequeñito, en el plano didáctico de la manoseada “teoría del reflejo” del realismo socialista , que se compadece bien con el exilio, a lo grande, a lo bestia, de 200.000 ciudadanos vascos por ese mismo período—. “No te matan, pero no te dejan vivir”, declaraba un fugitivo. “Es la pesadilla —añadía— del agujero de (m) Alicia en el País de las Mediavillas ”. Y “Al fin nos hemos quedado quienes de veras queríamos estar aquí”, fue la lacónica sentencia del nuevo presidium en el comienzo presidiario del curso siguiente. Así pues, parafraseando aquella canción del franquismo: “Veinticinco años de paz, eusquera y libertad, ¿a quién vais a engañar?”

 

LITTLE EUSKALERRIA o EL AGUAFIESTAS

 

“Era difícil decir por qué había decidido quedarme. Obviamente, aún no había llegado a un límite fatal. Aún quería aprovechar oportunidades indefinidas. O quizá aspiraba inconscientemente a ser reprimido. Eso ocurre. [El intelectual ruso que no ha estado en la cárcel no vale nada…]

Serguéi Dovlátov, “Camisa de popelín”, La maleta

Privatizado , de facto , por grupos de presión, ikastolizado —como una gran parte de la enseñanza pública vasca—, el gueto del Mitxelena había tocado techo y no olvidaría los avisos de los guardianes del currículum oculto —no a la apertura de expedientes, etc.— Así las cosas, conmueve el entusiasmo, acrítico y autocomplaciente, con que se celebra tan xelebre efemérides y la nostalgia, en algunos casos —“de lo que nunca he tenido”, como cantaba Serrat— de profesores que ocuparon las plazas de los recién fugados, sin una sola voz discordante, ni la más mínima disidencia. Lo que muestra que el espíritu crítico no es el mayor activo del centro y la razón por la que uno, que no está en lo que se celebra Ospatu beharrean, ospa egin beharko —, a la vez que felicita al centro en su 25 cumpleaños se vea forzado, en nombre del espíritu cítrico , y por su deformación profesional, a mirar del envés la trama de esta leyenda épica que se va reescribiendo, en vivo y en directo, ante el silencio de muchos de sus protagonistas; y llamado a observar la superestructura ideológica de la seña de identidad y rasgo diferencial idiomático del instituto en virtud del mantenimiento de la estructura económica de su matriculación; y tentado a tararear, en fin, la cara B —por no decir la cruz — de este disco de pizarra , de aquellos que nadie oye ya hoy en día, y que sigue girando una vez terminada la canción.

Banda sonora: “ Prometo ver la alegría/ Escarmentar de la experiencia/ Pero nunca, nunca más/ Usar la violencia” (canción: “No dudaría”; letra y música: Antonio Flores).

Nota: con el fin de evitar la acusación de sexismo en el lenguaje por parte de la mayoría de la comunidad escolar que, en favor de consignas discriminatorias y hembristas , ignora el valor del género gramatical y sus recursos en el español, y salvo que se explicite lo contrario, se usa por defecto el masculino genérico.

Koldo

 

 

 

@ Agitadoras.com 2013