Ayer soñé otro tiempo
cuando tú estabas
envuelta en el ropaje de la alegría
Esperabas en tu traje de arena
mi llegada a tu vereda
la risa te escapaba por los labios
como fruto de nueva aurora
Te adentrabas en la mar
como diosa de olas y brisas
Yo te miraba como náufrago periférico
a la espera de tu arribada a mis orillas
Nos besábamos, reíamos, decías cosas
pequeñas al oído
Y yo no sabía que me bebía la felicidad
a sorbos que he dejado escapar
en este destierro
Ayer fui feliz contigo
en aquel lecho de arena y agua
que hoy es mi sepultura
La noche se disfrazaba de edén
en aquella isla marina
Tenía cuanto un hombre necesitaba
para sentirse pasajeramente feliz
Chicas elegantes y sugerentes, recostadas
en incómodos divanes blancos
en posturas sinuosas, imposibles
invitándote a disfrutar de los placeres
música cálida y envolvente
como caricia desafiante al oído
copas prestas a tu deleite ansiado
La noche te invitaba a cruzar la realidad
Ser el protagonista de tu sueño
Allí estaba todo cuando un hombre puede desear:
Mujeres guapas, sonidos sugerentes, olas y luna
El paraíso convertido espacio marino
Pero todo era ilusión falsa, engaño de los sentidos
Las bellas princesas creaban puentes, fosos levadizos
Que un simple mortal no podía traspasar
salvo tarjeta visa con fondos, porsche en el parking,
ropa marquista y apartamento en el mar
"Te sonrío y me voy" "Eres buena persona...
pero lo siento. Que te vaya bien..."
Los hombres atravesaban el vergel aislados, solos
Las supuestas reinas hacían su selección natural
La noche transcurría para ellas y ellos en divertida soledad
"Otra noche más sin follar", se dirían entre deseos
y dejaban escapar oportunidades tristemente