Natalia Gómez Navajas se ha puesto el listón ‘creativo’ muy alto al escribir “Aras de venganza”.
Ha desarrollado una historia de gran precisión, sin grandes sobresaltos inútiles y muy creíble en su desarrollo. Tan creíble que sin darnos cuenta nos va atrapando y aumentando el interés hasta el final… final tremendo, gran final.
Asesinatos ritualizados, psicopatía y muertes seriadas. Al frente de la investigación una comisaria, Ana Sánchez… me descubro ante ella. La acompaña Luis Acevedo, antiguo teniente del GOES, que atesora en su ‘mochila’ varios fantasmas del pasado. Y, todos contra Ignacio Cañas, el psicópata.
Monasterio de la Estrella de San Asensio. El cuerpo de una joven es hallado sobre el altar de la capilla a modo de ofrenda. La simbología que aparece en el escenario del crimen hace presagiar que solo se trata de la primera víctima.
Luis Acevedo, antiguo teniente del GOES, regresa a Logroño, su ciudad natal, tras un episodio de estrés postraumático, con la intención de recuperar una vida tranquila.
El asesino tiene otros planes.
¿Conseguirá librarse de sus fantasmas o llegarán nuevas sombras capaces de hundir al inspector?
Pasen y lean, no quedarán decepcionados. ¡¡¡FELICIDADES NATALIA!!!
Natalia Gómez Navajas (Logroño, 1970) después de hacernos recorrer Nueva Orleans con Tras el objetivo en 2016, y transportarnos a las montañas del Norte de Albania con Buzali. El origen (finalista al premio de novela de Cartagena Negra) en 2017, ahora nos presenta su nueva obra, Aras de venganza, ambientada en tierras riojanas.
La autora, ganadora del premio de literatura ilustrada Vila de Nalda e Islallana con El Mago y la daga en 2018, nos introduce en una investigación criminal que nos hará sospechas hasta de nuestra propia sombra.
Natalia Gómez Navajas desde la Rioja para los lectores de Agitadoras… Gracias…
P.- Por favor presente a Natalia Gómez Navajas.
R.- Nací en Logroño hace cincuenta años.
La literatura siempre ha estado presente en mi vida. He sido una ávida lectora desde muy pequeña. Y hace poco, mi hermana me comentó qué de niñas, yo escribía historias que luego trasladábamos a nuestros juegos. Tengo que confesar que lo había olvidado completamente.
Aparte de la escritura, a la que dedico parte de mi tiempo libre, tengo un centro de actividades físicas dirigidas, en el que imparto clases enfocadas al bienestar.
En cuanto al aspecto más personal, soy bastante activa, me gusta disfrutar de lo que la vida me ofrece. Muy cabezota o tenaz quizá suene mejor. Ese empeño me ha llevado a conseguir todo lo que tengo hoy en día.
P.- ¿Cuándo, cómo y por qué nace Aras de venganza?
R.- Navegando por la red encontré un mapa antiguo de La Rioja. En él se hacía referencia a varias ubicaciones que tenían algo en común. Me pareció que ese hilo conductor podía dar lugar a una trama bastante interesante. Eso, junto a las ganas que tenía de ambientar algo en mi tierra fluyó para convertirse en Aras de venganza.
No puedo desvelar las ubicaciones ni qué mostraba cada una, para descubrirlo tendréis que leer la novela.
P.- ¿Cuál ha sido el recorrido de la novela desde que la escribe hasta su publicación?
R.- Registré “Aras de venganza” en enero de 2019. En aquel momento estaba en una agencia literaria y nos pareció apropiado presentar la novela a un concurso en el que estuvo retenida cerca de un año.
Mi agente, aprovechó a moverla en las editoriales de más renombre de este país. Pero al parecer, ninguna de ellas quiso apostar por el proyecto.
La agencia desapareció y en febrero de 2020 firmo con una editorial con idea de publicar la novela en octubre de 2020. La editorial, como tantos otros pequeños negocios, no pudo hacer frente al primer confinamiento. Así que en junio rescinde el contrato. Por suerte, contacté con Célebre. Ellos habían leído “Buzali. El origen” y me conocían, así que llegué a un acuerdo con ellos y en octubre, “Aras devenganza” estaba a la venta.
P.- ¿Por qué la ambienta en La Rioja?
R.- Tenía muchas ganas de ambientar algo en mi tierra. Pero, a la vez, me provocaba algo de tensión pensar en hacerlo.
La mayoría de mis lectores son riojanos, eso implica que la responsabilidad de escribir sobre una zona que conocen tan bien aumente.
Quería conseguir algo de experiencia para enfrentarme al papel en blanco y dar con un tema que no desmereciera a la hora de escribir la novela. Y creo que lo he conseguido.
P.- ¿Cómo se ha documentado?
R.- Al estar ambientada en La Rioja, he podido recorrer cada uno de los escenarios de manera presencial, algo que ayuda mucho.
Además, tuve el privilegio de poder reunirme con el entonces jefe de Policía Nacional. Durante una mañana me explicaron con todo lujo de detalles los procedimientos policiales.
El resto de la trama, leyendo mucho.
P.- ¿Ha pensado que sería interesante hacer un recorrido turístico "negro" por los lugares citados en la historia?
R.- Sí. Creo que sería algo muy bueno para la novela y para el lector que se quiera adentrar un poco más en la historia. El mal puede surgir en cualquier parte, hasta en una pequeña e idílica comunidad como La Rioja.
En el resto de España se nos conoce, principalmente, por el vino, pero tenemos mucho más que ofrecer. Una gastronomía digna del paladar más exigente y un entorno en el que merece la pena perderse. Además, el carácter riojano nos convierte en los anfitriones perfectos. El que se anime a visitarnos no se va a sentir defraudado. El problema es que la Covid está complicando este tipo de acciones.
P.- En sus historias prefiere ¿psicología o sangre? ¿Tiene un arma ideal para matar?
R.- Depende. La propia historia y los personajes, en su desarrollo, te van guiando. Por otro lado, eso es lo bueno, que cada novela te plantee un reto diferente. Si nos ceñimos a la novela negra, una visión heterogénea del mal.
En cuanto a las armas, al igual que los personajes, cualquiera me viene bien...
P.- ¿Tiene un referente en la novela negra?
R.- Si tengo que quedarme con un nombre, dentro del panorama nacional, diría Andreu Martín. Me parece que su larga trayectoria lo hace merecedor de tenerlo en cuenta.
En el panorama internacional, me gusta mucho el ritmo de los autores nórdicos.
P.- ¿Cuáles son sus géneros y autores favoritos?
R.- Leo de todo, o casi todo. Con la romántica no puedo. Me gusta mucho la novela histórica. Y cualquier libro que me remueva de alguna manera. Si que es cierto que últimamente leo más negra y policíaca. En cuanto los autores, me gustan más los que van surgiendo que las grandes glorias. Marto Pariente, me parece que tiene una pluma especial. Daniel Fiopiani, también me gusta. Susana Martín Gijón, Susana Rodríguez... Creo que nuestra literatura está muy bien representada.
P.- Como lectora se decanta por ¿libro electrónico, papel o audio libro? ¿Qué está leyendo ahora mismo? Recomiende, por favor, un par de títulos.
R.- Prefiero el papel, sin duda. El hecho de pasar las páginas, de olerlas..., es algo que el libro electrónico nunca va a poder sustituir. Aunque hay momentos para todo. En vacaciones tengo que decantarme por el electrónico. Viajando en moto, es complicado cargar con varias novelas.
Ahora estoy con “El mentiroso” de Mikel Santiago.
Como recomendaciones, “La cordura del idiota” de Marto Pariente y “Despiértame cuando acabe septiembre” de Mónica Rouanet.
P.- ¿Qué manías tiene a la hora de escribir?
R.- Escribo siempre por las mañanas. Madrugo para poder hacerlo. Por las tardes-noches no me centro. También es cierto que regreso muy tarde a casa, sobre las nueve y media y qué a esas horas, y después de toda la jornada, no soy capaz de concentrarme en nada.
Como manía, necesito una taza de café y una libreta con un bolígrafo junto al ordenador.
P.- ¿Qué opinión le merecen los festivales de novela negra?
R.- Me parecen un escaparate estupendo. Es la mejor manera de crear un vínculo, indispensable a mi entender, entre escritores y lectores. Y, también, entre escritores. Acercar a la persona al consumidor de novelas y desenmascarar por un momento ese personaje que podemos ver en redes sociales o en las contraportadas de los libros.
El papel del lector me parece crucial para el escritor. Sin ellos no existiríamos. El autor crea una historia, pero es el lector el que le da vida.
P.- Relate alguna curiosidad literaria personal que le haya ocurrido y no ha desvelado hasta ahora... si la hubiere.
R.- Cuando escribí Buzali, contactó conmigo una persona que se apellidaba así y que había nacido en Albania. Le había llamado la atención el título del libro y estuvo investigando la trama. Me escribió por Instagram, un mensaje directo. Cuando alguien a quien no tienes agregado intenta enviarte un mensaje, la aplicación te da opción de leerlo sin que la otra persona se entere y decidir si quieres que se comunique contigo o no. Bueno, pues me lo pensé durante unos cuantos días. Al leer Buzali, Norte de Albania y otros datos de ese estilo en el mensaje, a mi mente venía Aleksander, la gjakmarrja y toda la investigación que hice para la novela. Al final respondí y me encontré con una persona muy simpática con la que estuve hablando de los problemas que todavía existen en su país.
P.- Venda su libro ¿por qué hay que leer “Aras de venganza”?
R.- Me parece mal darme autobombo, ya que para cada escritor su novela es especial, así que a esta te contesto por boca de los lectores. Coinciden en que es adictiva, con un ritmo trepidante (creo que eso es algo que me caracteriza) y unos personajes bien definidos. La documentación está cuidada al detalle. En definitiva, te asegura un buen rato de lectura, que es algo que buscamos cuando nos adentramos en una historia.
P.- ¿Cómo está sobrellevando la pandemia? Sus planes a corto y medio plazo ¿son?
R.- Regular. Llevo bastante mal no poder estar en contacto con los lectores y la pandemia ha suspendido la mayoría de los encuentros presenciales. Así que las presentaciones han quedado en el olvido.
El año pasado me propuse un proyecto literario en La Rioja que, de momento, también se ha frenado.
De todas maneras, continúo escribiendo. Tengo una novela acabada de la que espero, pronto podamos tener noticias.
Me imagino que, como todos, los planes actuales se centran más en el día a día, ya que, en la mayoría de los casos, no depende de nosotros al cien por cien. La Covid tiene la última palabra, por ahora.
Pero, bueno, hay algo que creo que podemos mantener, la ilusión por sumergirnos en una buena novela.