La Bestia Ciega
Vicente Muñoz
Una de las perlas negras del cine japonés, precursora de su posterior horror extremo y muy poco conocida en nuestro país, que os recomiendo encarecidamente videar: La bestia ciega (Môjû, 1969), de Yasuzo Masumura.
No apta, desde luego, para todos los públicos, pero fascinante, poética y aterradora, y para mí, sin duda, una obra maestra en su género.
De cómo el amor puede conducirnos por callejones peligrosos y oscuros y arrastrarnos a las más bajas (o altas, según se mire) pasiones, nos habla este hipnótico film, estéticamente maravilloso (especialmente para los amantes de la cultura pop) y redondo en todas sus secuencias.
Un escultor ciego en busca de la obra de arte absoluta, secuestra a una joven modelo y la obliga a posar para él en su estudio: así arranca la historia (que por el argumento puede recordar a esa otra joya del cine de culto titulada Femina Ridens, o incluso, salvando las distancias, a Átame, de Almodóvar). El resto, una hora y media de cine de alto voltaje, interpretaciones de escuela, fantástica fotografía y puesta en escena, y un final estremecedor que no os sacaréis en mucho tiempo de la cabeza.
Cine romántico nada rosa, desasosegante y morboso, transgresor y bizarro donde los haya, que hará las delicias de los amantes de las emociones fuertes.