AGITADORAS

 

PORTADA

 

AGITANDO

 

CONTACTO

 

NOSOTROS

       

ISSN 1989-4163

NUMERO 110 - FEBRERO 2020

 

Planeta Sostenible

Cristina Casaoliva

Tras las recientes inundaciones y los destrozos del temporal Gloria aún recientes en nuestras mentes somos trágicamente conscientes de la magnitud de lo que se nos viene encima. No hablamos de pequeños cambios en nuestra cotidianeidad, hablamos de una transformación mundial. Hablamos del fin de nuestro modo de vida, del fin del planeta como lo conocemos, de la extinción de especies ,de fauna y flora. Cambios meteorológicos drásticos impredecibles y devastadores. Nos referimos al aumento en varios grados de la temperatura del planeta, entre 2 y 17 según el experto al que consultes. Las peores predicciones hablan de los casquetes polares totalmente derretidos, la falta total de agua dulce, estragos marítimos, temporales incontrolables, quilómetros de costas engullidas por el mar. Pueblos, ciudades y campos de cultivo desparecidos, racionamientos de agua,
aumento sin precedentes de la temperatura del planeta, escasez de alimentos, nuevos brotes de contagio y enfermedades, quiebra del sistema monetario general y millones de muertos. El mundo engullido para siempre, transformado en un paraje inhóspito, hostil y durísimo para acoger a una diezmada y debilitada humanidad.

El Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) ha elaborado y presentado su quinto informe de evaluación y su conclusión es categórica: el cambio climático es real y las actividades humanas son sus principales causantes.

El pasado año se celebró la Cumbre sobre el Cambio Climático 2019, donde los líderes del mundo informaron de las acciones que pensaban llevar a cabo y hablaron de las propuestas que presentaran en la próxima Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Clima en el presente 2020, donde se renovarán y aumentarán los compromisos. En cualquier caso queda patente que una cosa son los planes y otra muy distinta las acciones y que estas son del todo
insuficientes para paliar las graves consecuencias del cambio climático.

Este es un problema de magnitudes colosales que aumenta no de forma lineal , sinó de manera exponencial y que afecta a todo el planeta, con lo que se hace necesario y urgente que los países empiecen a colaborar y sin más dilación inicien la implementación de las acciones pactadas, busquen nuevos acuerdos que ejecutar y agentes de colaboración externa que participen y hagan de los pactos acciones transversales. En definitiva hay que priorizar.

Lo dicho parece una obviedad de fácil cumplimiento pero muy al contrario es la semilla de la discordia.

Priorizar. Sencillo verdad?. Pues no. Priorizar la salud medioambiental al capitalismo, priorizar implica poner los recursos mundiales al servicio del bien común. Priorizar implica dar valor a los millones de vidas que se perderían. Significa dejar de anteponer el capitalismo salvaje al que sirve el mundo en la actualidad para priorizar LA VIDA, con mayúsculas.

El problema es que la responsabilidad recae en manos de los ejecutivos que viven a espuertas, en manos de los lobby que trabajan bajo el objetivo de preservar sus privilegios vitalicios y hacer que sigan siendo hereditarios, significa ver menguar los ingresos de las grandes fortunas que se nutren de la pobreza que generan y de la contaminación que exudan.

Priorizar la sostenibilidad y la salud medioambiental significa cambiar de prioridades. Modificar las rutinas del día a día, los ritmos de la vida, los tempos de la evolución industrial, los hábitos de consumo, los contenidos educacionales, los proyectos de futuro y las acciones de urgencia.

Priorizar seria optar por una economía verde o por la eliminación de la misma. Priorizar la vida humana sin distinción de clases ni economías, todo ello ,no nos engañemos ,una utopía puesto que las derechas del mundo, los muchísimos fascismos, los ególatras egocéntricos, los capitalistas despiadados, las monarquías añejas de rancio abolengo, anacrónicas y vacuas y los magnates desalmados generadores del horror tienen el poder en sus bolsillos y el mundo en sus manos.

Y el pueblo, la humanidad, los trabajadores, los pobres, las luchadoras y luchadores, las mujeres, los hombres, los niños, la tercera edad, los estudiantes, los sensatos, los ecologistas, los progres, los concienciados y los ignorantes de la climatología y los futuribles seguimos callados, reciclando nuestros desperdicios en bolsas de distintos colores en un acto inútil que
no soluciona los problemas para sentir que hacemos algo por el futuro de nuestros hijos, mientras los serviles, los lacayos, lameculos y aborregados seguidores de los poderes facticos y del poder global y los poderosos en particular les aplauden las hipocresías, los anuncios sin sustancias, los pactos sin resolución, los acuerdos insuficientes y la postergación permanente.

Mientras dormimos viendo desaparecer el legado que debíamos dejar a las nuevas generaciones, destruyendo algo más grande que nosotros, el futuro, la esperanza, el mundo.

Es hora de tomarlo en serio, de tomar las riendas, de salir a la calle, de romper la baraja, de aplicar la desobediencia civil, de acabar con los privilegios injustamente otorgados, de desmantelar las empresas contaminantes, de descatalogar los productos tóxicos , los dudosos,
los no sostenibles, ha llegado el momento de reclamar lo que nos pertenece por derecho. De poner a nuestras vidas el valor que tienen y no el casi inexistente valor que ellos les dan en función de nuestras ganancias.

Ha llegado la hora de pensar en plural. De atajar los recortes de las libertades en todas sus formas, de usar los recursos con sabiduría, de educar a los adultos y a los niños y niñas en la nueva realidad.

Es necesario aplicar y ampliar los objetivos marcados en el Objetivo de Desarrollo Sostenible 13: Acción por el Clima. Idear un ritmo de vida distinto, con objetivos nuevos, un reto titánico pero que estamos a tiempo de asumir, pero el tiempo se agota de modo acelerado.

Reaccionemos antes de que sea tarde. Redibujemos los mapas de la costa, evitemos, las zonas inundables, seamos sostenibles, seamos inteligentes por una vez.

El jefe de meteorología del canal Univisión de EE.UU el sr. Albert Martínez explicaba hace poco en la prensa que el pulmón del mundo son los océanos. Los océanos. Hagamos realidad ese lema tan manido de “Salvemos los Océanos”.

Empecemos priorizando la verdad, la honestidad, la visión de futuro, el amor a la vida y el respeto al planeta y a sus habitantes y sus ecosistemas. Cuidemos el planeta para tener un futuro, limpiemos las cúpulas directivas y políticas, limpiemos el mundo y renovemos la esperanza de la humanidad. Luchemos contra el cambio climático con el cambio de esencia, de vida y de modelo social, por una vez , que la humanidad trabaje en equipo, luche unida y se libre del lastre de los abusos y los abusones.

Luchemos por una vida y un planeta sostenibles con uñas y dientes o resignémonos y abracemos el apocalipsis , se nos agota el tiempo. Decide.

Te unes a la lucha?.

 

 


 

 

Planeta sostenible 

 

 

 
@ Agitadoras.com 2020