A veces, algunas veces
te dejas llevar por el desaliento
Piensas que el amor hace huelga
en nuestros brazos, en nuestros gestos
en nuestras miradas, en nuestros besos
Las calles, a veces, tan duras, tan rápidas
tan competitivas, frías de alma
Pero a veces, algunas veces
como esta tarde helada de enero
he visto pasearse el amor
silenciosa, calladamente
como un rumor sin ruidos
como un clamor incluso
Lo he visto con estos ojos
de perdedor que siempre
busca entre la niebla
Lo he visto en aquella niña
en su carricoche que buscaba
llamar la atención de su iaia
En aquel hombre con los ojos
cansados por las derrotas
que llevaba con amor
más allá de las palabras
más allá de muchas cosas
a su mujer en la silla de ruedas
En aquel vecino con la sexta
década a la vuelta de la esquina
hablarme que ya no encontrará
trabajo y aceptarlo como una araña
irremediable de las injusticias
que arrastra nuestro hermoso y duro mundo
Lo veo en los niños de 70, 80, 90 años
arrasados por el maldito Alzheimer
en sus ojos todo Amor, Todo bondad
mientras la saliva rueda
por las comisuras de sus labios niños
Se ve que estoy mal de la vista
y ya no me entero de casi nada,
estos ojos de perdedor
que sólo quieren ver cosas buenas,
hermosas, amorosas
que siguen siendo un regalo
gratis
¿Os acordáis...?
Nene, cómprate
unas gafas de realidad
que vas sin enterarte del baile
Así te va...