Estoy en peligro
lo he sabido siempre.
Salí de un vientre puro
resuelto a la costumbre
alimentado de atroces salvadores de lo púdico.
Estoy en peligro
a veces miro tus ojos
ya no veo nada
tú también te has dado cuenta,
en el cerebro proscrito
quedan resquicios de tormentas sanadoras
quedan principios recordatorio,
de cuando fuimos algo.
Sé que si asomo el hombro
no lo arrimo como debiera
y reprocho lo inquisitivo de mi dolencia
a los resquebrajados números
en los que se podía ver tu realidad.
Sí, nosotros también
somos elegidos para la derrota
somos los que debemos ir
encabezando la lista de la dignidad...
Ahora, salta
y cuando te devuelvan la cordura
cuéntales que lo sé
que por fin soy consciente
soy mortal,
pero no tengo miedo.