Cuando me pregunto qué es lo que me atrae de un libro, me doy cuenta de que son muchas cosas. Pero si tuviera que destacar una por encima de todas, sería la capacidad del libro para sumergirme o rodearme de una atmósfera, de sensaciones envolventes.
"Flores de sombra" es de este tipo de libros. Entre sus páginas se sienten todas y cada una de las cosas que vive la protagonista: se ve con sus ojos, se oyen extrañas músicas y las diferentes voces de una gran variedad de personajes, se respiran los olores de muy curiosas flores y de una Feeria que no se parece a nada en este mundo, e incluso se perciben los sabores y los roces de curiosos alimentos y objetos.
La protagonista, Hazel, va atravesando diferentes estados de ánimo a lo largo del libro: primero está un poco triste y deprimida por haber tenido que mudarse a un pueblo casi abandonado, después no comprende nada de las cosas extrañas que sucede, y más adelante va atravesando toda una gama de emociones que no puedo desvelar, sobre todo cuando empieza a aparecer determinado personaje masculino…
Me han gustado especialmente algunos de los personajes secundarios, y la manera en que todos los actos de cada uno siempre parecen tener una recompensa o un castigo.
Hay bastante acción, sobre todo según avanza el libro y los acontecimientos van escapando del control de la protagonista. Hay bastante romance, aunque no de ese en el que las cosas son perfectas y de color de rosa y salen siempre bien. Hay lugares maravillosos y criaturas fantásticas. Si buscas un mundo en el que poder entrar a medianoche, y donde casi todo puedo ocurrir (tanto lo bueno como lo malo), este es tu libro.