Dedos taimados
Mi cuerpo, monstruo romántico,
Está cosido con cremalleras de abandono.
El labio superior se retuerce
ante la inminencia cobarde de abrir los ojos
y
descubrir
dedos taimados
señalándome culpable.
Gotean mis sueños,
-uno
a
uno-
en aguas prehistóricas.
Se acartonan con mitos salobres.
Tomo un grito prestado:
paloma blanca de la acritud.
Porcentajes inexactos
Soy mujer de porcentajes inexactos.
Me piden un poema
y mi imaginación se arruga.
Se inicia una búsqueda de palabras
que quieran venir conmigo.
Necesito profunda reflexión,
limpiar el lodazal que oprime
los remotos acordes del ingenio.
Al fin llega.
Tan maravilloso como un horizonte nevado.
Venid, palabras.
Venid a ver mi obra
de bosque y profecía.