- Las mujeres no somos buenas niñas. Si tenemos actos de bondad o consideración, en todo caso, somos buenas personas. Mujeres adultas buenas personas.
- Las mujeres no somos follables o no. No nos folláis vosotros; decidimos cómo y con quién y de qué manera.
- Las mujeres no estamos buenas o no. Tenemos cuerpos y son diversos, variados y erotizables per se.
- Las mujeres no nos enganchamos de vosotros. En ocasiones ocurre que nos enamoramos. En otras salimos despavoridas. En no pocas vivimos bombardeos de falso amor.
- Las mujeres no estamos bajo vuestra tutela. A ningún nivel, nunca. Somos seres autónomos. Y queremos compartir el poder en relaciones conscientes, no someternos.
- Las mujeres no estamos aquí para educaros y enseñaros a "portaros bien", a comprometeros si fuera el caso o a ser responsables afectivamente. No somos vuestras madres.
- Las mujeres no nacemos con la obligación de cuidar de vosotros, de atender vuestras necesidades y las de los hijos comunes, familiares y conocidos con enfermedad o dependencia.
- Las mujeres no somos lindas florecillas silvestres a las que proteger para que no se rompan. Por supuesto ya hace mucho que no somos la princesa de nadie. No vamos a permitir que nos achiquéis para que vuestra masculinidad hegemónica quede a buen recaudo.
- Las mujeres no tenemos mayor capacidad de perdón que la vuestra. El perdón no se trae en los genes. Ni la capacidad de sobrentender y sobrempatizar.
- Las mujeres no estamos para complaceros, escuchar vuestras cuitas vitales y mochilas emocionales de antaño durante horas. Existe la terapia psicológica, pagando claro.
- Las mujeres, cuando entramos en relación o conocimiento, no buscamos ser la presidenta de vuestro club de fans, admiraros hasta la idolatría o alimentaros el ego. Muchas queremos compañeros de verdad.
- La mujeres no estamos o somos locas cuando se os confronta lo dañino de ciertos comportamientos o directamente nos enfrentamos a lo que hace mal.
Dejad de minusvalorarnos y minorizarnos entre sonrisas de suficiencia cuando se os dice a muchos de vosotros lo que no queréis atender y escuchar.
Y al menos dad las gracias por tanto a cambio de tan poco. Por tanta lucha histórica nuestra, tan agotadora para cambiar un sistema violento, desigual e injusto hacia nosotras y las criaturas comunes, por tanto amor que derrochamos privilegiando las relaciones con vosotros por encima de otros proyectos vitales, por tanta entrega a los demás de muchas (abuelas, madres, titas, amigas que cuidan y sostienen la vida), por no consideraros el enemigo a pesar de todas a las que hombres asesinan, abusan y oprimen a diario en el mundo y no manejarnos desde la venganza.
Muchas de nosotras ya somos ingobernables y solo seguimos los dictados de nuestra intuición, razón y valores.
Y además de ingobernables, en eso y en nuestra batalla por una buena vida para todxs somos irreductibles.