El escritor Jesús Zomeño, albaceteño afincado en Elche tiempo ha, acaba de lanzarse después de 30 años de escritura, primero en los terrenos de la poesía y luego durante dos décadas en el relato corto, al mundo de la novela con su obra “El cielo de Kaunas”, ciudad lituana en el universo postsoviético, de la mano de la editorial valenciana Contrabando con la batuta de Manuel Turégano. Con su libro de relatos ambientados en la Guerra Gorda “De este pan y de esta guerra”, publicado también en esta valiente editorial, Zomeño logró el Premio de la Critica Valenciana hace dos años y ahora se lanza en pos de la primera división de la literatura de la mano de su primera novela publicada.
Su editor, Manuel Turégano, que ha apostado fuerte por Jesús Zomeño y seguro que hará un largo periplo por la piel de las Españas con la presentación de su obra por muchos ciudades y clubes de lectura, afirmó en la presentación de “El cielo de Kaunas” en la librería amiga Ali-i-Truc de la city de Elche que “ha escrito un centenar largo de cuentos y seis libros de narrativa corta”. El azar los llevó a encontrarse con sus “Piedras negras” y aseguró que está siguiendo los mismos caminos que Roberto Bolaño. “Todo responde a un proyecto de Jesús de absurdos territorios, más largos y amplios con un desarrollo mayor de los personajes y las tramas literarias. Ha llegado a su tercera etapa después de ser poeta y escritor de historias cortas”.
Un amigo común, Juan Lozano, afirma de “El cielo de Kaunas” que “el hilo conductor es la huida”. Así lo parece. Como señaló su co-presentador, el profesor de Latín, Darío Martínez, Todos los personajes parecen huir de un tiempo que no les gusta. Un tiempo de desencanto, de amargura por un pasado que se añora como lo hace el francotirador que quiere recuperar el sentido de un tiempo perdido en la era comunista. De unos jóvenes desencantados y atroces tras la caída del muro en 1989 y su deseo de recuperar un imposible futuro mejor y un inspector de policía que viaja a la ciudad lituana, quién sabe si para encontrarse a sí mismo y a un amor perdido tras ser absurdamente asesinada aunque parece que la esperanza no se desvanece del todo pues otro amor está dispuesta a coger el testigo.
Montesinos explicó que “en las dos primeras partes se vive el desmoronamiento de un sistema social, político y económico”. Los personajes están desorientados a la búsqueda de un sentido pasado o futuro por un tiempo que tenía una ilusión común bajo el comunismo y no divididos, desorientados, indiferentes en la era del consumismo y el individualismo. “Jesús construye una tela de araña formalmente perfecta. Un puzzle donde todos los elementos cobran sentido hasta que al final el círculo se cierra como si los personajes se preguntasen: ¿no somos capaces de construir un relato basado en los valores democráticos y los derechos humanos...?
Por último, tomó la palabra el autor de “El cielo de Kaunas”, Jesús Zomeño, para apuntar que su historia con la escritura comenzó hace tres décadas como “un intento de transmitir sensaciones, reflexiones y emociones. Hace veinte años pasé al cuento con el mismo propósito y ahora con la novela intento transmitir la pérdida colectiva de valores cuando cae el bloque soviético. Lo que creían era lo único que tenían. Tras el comunismo todo cae y se produce una crisis existencial”, remarcó el novelista.
Quizás el personaje del inspector de policía sea el más amable pero sumido en un mar de dudas, en el viaje más díficil de un ser humano, la búsqueda de uno mismo y del amor perdido. Todos perdidos y con la necesidad de recuperar un sentido que insufle signos para seguir vivos.